Hacia las alturas: ¿Los rascacielos deben ser la tendencia turística en Guayaquil?
Guayaquileños aspiran a que las edificaciones de la Perla del Pacífico vean al turismo de vista panorámica opción de negocio
Ascender al piso más alto de una edificación, en cualquier ciudad del mundo, para ver a la urbe en todo su esplendor, suele ser algo muy tradicional. Muchos ciudadanos creen que este tipo de servicio se debería ofertar en Guayaquil.
Guayaquil: Los miradores requieren vitalizarse
Leer másEn el centro de la Perla del Pacífico hay muchos edificios altos y medianos que gozan de vistas privilegiadas. Desde sus terrazas o desde sus últimos pisos se puede observar panorámicamente a la ciudad, disfrutar de sus diferentes gamas de colores, de acuerdo con cada posición del sol, en el día; y en la noche también, a luz de la luna o de las luces encendidas a lo largo de la urbe. Así como aislarse del ruido citadino.
La altura hace lo suyo. Sin embargo, este recurso es muy poco aprovechado y ofertado al turismo local y foráneo.
¿Qué opina la ciudadanía?
Hace diez años, Dong Hao volvió de Shanghái, China, de donde es oriundo su padre, a la tierra de su progenitora. Cuenta que allá hay muchos rascacielos. No a todos los edificios se puede subir; unos son solo para el tema laboral, otros son exclusivos, pero unos son destinados para el turismo. Las opciones son múltiples, por lo que dice que a todos les puede gustar ver a la ciudad desde lo alto.
Él trabaja en uno de los pisos altos de la torre The Point, ubicado en el Puerto Santa Ana, en el centro-norte de Guayaquil. Comenta que él tiene el privilegio de ver todos los días a Guayaquil desde su oficina; “a mí me gusta; me parece algo chévere”. Por lo que cree que ahora, que se están levantando más edificaciones, el sector privado debería apostar por este tipo de oferta turística para que todo el público pueda acceder; de esta forma se crearían y diversificarían los lugares de recreación en la urbe.
LE PODRÍA INTERESAR LEER: La Perimetral, una vía que debe migrar a un concepto urbano
Dong Hao
Para Mauricio Cárdenas esta oferta es una opción viable, ya que varios edificios, como The Point, cuentan con grandes ventanales, por lo que deberían aprovechar de la vista panorámica amplia de la cual gozan. Por lo que cree que la administración del edificio debería tenerlo en consideración, ya que, aunque en el sector se puede apreciar la misma vista desde El Faro, en la cima del cerro Santa Ana, la gente, por temor a la inseguridad, no se atrevería a subir hasta este mirador natural.
Que Guayaquil opte por un turismo de altura para Karina Dávila sería importante, ya que a su criterio ese nicho no ha sido impulsado en la ciudad. Tal vez por una falta de visión, opina. Ella ha podido disfrutar de las vistas que edificios en Nueva York, en EE. UU., ofrecen y ha quedado fascinada.
LE SUGERIMOS LEER: Guayaquil: Falta de señales en los puentes produce daños en los tableros
Alina Guerra
Uno de los atractivos turísticos y lo que le llama la atención a la gente, narra, es subir a lo más alto. “Aquí estamos en pañales en esa parte; nos falta muchísimo”.
Y es algo que debe ser explotado, considera Alina Guerra, porque a su juicio a las personas le gusta ir a los miradores, generalmente los fines de semana. A ella le agrada hacerlo y opina que deberían ser aprovechados.
¿Qué se está ofreciendo en la ciudad?
Justamente eso ha hecho el Bankers Club hace cerca de tres años, manifiesta Ana Cristina Tapia, jefa de relaciones públicas y marketing de la firma. El piso 34, tres pisos más arriba del muy conocido piso 31, es ahora un ‘rooftop’ que está a disposición de sus socios. No obstante, están realizando alianzas estratégicas con operadoras turísticas para que este sitio sea una parada imperdible de los viajeros.
LE SUGERIMOS LEER: Guayaquil entre dos polos: uno muy sucio y otro limpio
Karina Dávila
Esta apuesta se debió a la tendencia de que la gente le gusta asistir a eventos al aire libre y donde también pueden deleitarse de la vista panorámica de toda la ciudad. Justamente esta experiencia diferente a la cotidiana es lo que ha cautivado más a sus comensales, afirma.
¿Qué sugieren los expertos?
Álex Salvatierra, experto en ingeniería civil y vicerrector administrativo de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, plantea que los edificios que tengan vista hacia el oeste de la urbe apuesten por estas iniciativas, ya que muchos quieren ver los atardeceres desde las alturas. Recomienda que a esta oferta se le sume experiencias que sí o sí la gente deba hacerlas, como fotografiarse junto a un ‘spot’ o a un logotipo icónico.
LEA TAMBIÉN: Apagones en Ecuador: la gastronomía vive en desasosiego
Mauricio Cárdenas
Además, Ricardo Pozo, docente de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, expone que esta actividad no solo es turística y recreativa, sino también económica y comercial. Por eso sugiere que esto se oferte en el centro de Guayaquil, en la avenida Francisco de Orellana, en Urdesa. Esto, a su vez, “pone en valor el paisaje urbano”.
Por lo que el Municipio debería visionar estos planes y regularlos en ordenanzas para que los propietarios de los edificios puedan analizarlo y optar por este servicio, considera Pozo. Así también, esto permitiría que el público se vuelque a las zonas donde ahora tiene poca afluencia, activándola comercialmente, agrega Salvatierra.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!