Unase libera a empresaria que fue secuestrada en Pascuales
Los captores le exigían que firmara varios cheques de la empresa donde labora. Como medida de presión, amenazaban con mutilarle los dedos
Labores de inteligencia policial permitieron la liberación de una empresaria que había sido secuestrada la mañana de este miércoles 7 de febrero en la parroquia Pascuales, al norte de Guayaquil. La operación se denominó Libertad 17.
La mujer de 62 años, quien es gerente de una empresa, había sido interceptada alrededor de las 07:00 en los exteriores del parque industrial Inmaconsa, en el kilómetro 10.5 de la vía a Daule, por cuatro sujetos armados quienes la amedrentaron, la obligaron a subir a un vehículo y se la llevaron del sitio.
El general Víctor Herrera Leiva, comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), informó durante una rueda de prensa que la ciudadana fue llevada a un inmueble en el sector Vilcabamba, en la parroquia Pascuales, donde la tenían retenida para obligarla a firmar cinco cheques por un valor de $ 50.000. Además, le sustrajeron $ 500 en efectivo que tenía en su poder.
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Las labores de inteligencia permitieron ubicarla en cuestión de horas, logrando así su liberación y la captura de cuatro antisociales, dos hombres y dos mujeres, quienes serían integrantes de a organización terrorista los Tiguerones.
Herrera detalló que ante la negativa de la empresaria de firmar los cheques, que eran de la empresa que administra, los antisociales la amenazaron con cortarle varios dedos como medida de presión; sin embargo, no lograron hacerlo gracias a la intervención de los uniformados de la Unidad Nacional Antisecuestros (Unase).
Como indicios del delito fueron incautadas cuatro terminales móviles y el cuchillo con el que pretendían mutilar a la víctima, la cual, una vez liberada, fue entregada a sus familiares en las instalaciones del cuartel modelo de Guayaquil.
El comandante policía hizo un llamado a las autoridades judiciales, pues consideró que “es muy importante mencionar esto (que los hampones pretendían cercenar las extremidades de sus víctimas) porque hace notar la peligrosidad de estos delincuente. En la denuncia y en la audiencia de juzgamiento se tiene que conocer estas agravantes, para que se sancione con todo el peso de la ley”.
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