Por la unión de los vecinos hay más ojos que vigilan Urdesa
Ante la falta de acciones, 21 familias se organizaron e invirtieron en 16 cámaras de seguridad. Han recuperado las ganas de usar el espacio público
La escalada de robos a las personas, de carros, de motos y de accesorios de vehículos rebasó la paciencia de un grupo de moradores de Urdesa Central. Ellos optaron por no esperar más sentados a que las autoridades les solucionen el problema de la inseguridad.
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Leer másEs así que 21 familias decidieron actuar y lo primero que hicieron fue formar un chat. Hace dos meses empezaron a buscar una estrategia contra la inseguridad y esto coincidió con un planteamiento del jefe del circuito de Urdesa, el mayor Rafael Barragán, quien les propuso instalar más cámaras de videovigilancia con alta resolución, con la opción de que exista un monitor que sea chequeado por un agente de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC).
Con la determinación de que sus gestiones funcionen, en 60 días se organizaron y reunieron los 4.100 dólares que requerían para armarse con los equipos de última tecnología. “Cada familia aportó con 200 dólares”, dijo Antonio Mata, morador.
Antes solo se saludaban y se conocían de lejos, pero no estaban unidos para luchar por un mismo propósito. “Al tener varias reuniones por un problema que nos ha asfixiado, los lazos entre vecinos se han estrechado y estamos convencidos de que cuando todo el sistema esté instalado seremos más ojos que podemos vigilar el sector, porque desde el celular o de la computadora podemos ver lo que pasa alrededor de las casas”, explicó Mata.
El grupo comentó que se sienten orgullosos de que en poco tiempo lograron unir fuerzas, ideas y dinero para juntos luchar por la ciudadela. “La inseguridad nos instó a agruparnos. Ahora somos compañeros, amigos. Todos estamos pendientes de todo, nos sentimos más cuidados”, opinó Xavier García, habitante.
El logro de estos vecinos ha sido reconocido hasta por la Policía, que les entregó diplomas. “Tuvimos unas seis reuniones y en la primera sí hubo vecinos que recién allí se conocieron”, contó Barragán, quien en todas las citas hizo de facilitador.
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Leer másHace unos días, la comunidad junto a la policía ya estaban inspeccionando las nuevas cámaras instaladas en la calle Bálsamos Norte y sus callejones, uno de los puntos críticos. Desde sus celulares comprobaron que podían hacer un acercamiento a un carro para ver la placa o determinar un rostro y a la vez comunicarse con los agentes, que también tienen la opción de ver la misma imagen.
Mientras Barragán caminaba junto a los habitantes detalló a EXPRESO, que los acompañó en su recorrido, que en el 2020 se cometieron 39 robos de carros en la zona y este año 54 (de enero a agosto); y, asimismo, confirmó que está disparado el robo de accesorios de vehículos (127).
Los robos de motos pasaron de 3 a 8, aunque las familias apuntan a que el registro es mayor: el problema es que ya nadie denuncia porque no confía en el sistema, advierten.
Las cifras de los robos son más, porque muchos no denunciamos. En mi caso se metieron a la casa de mi suegra a las 15:15 de un sábado. Esto nos impresionó y nos llenó de miedo.
“La meta es reducir la inseguridad, está comprobado que cuando la comunidad es unida los delincuentes tienen menos opciones para cometer sus delitos”, resaltó Barragán. Agregó que en los planes también está organizar eventos culturales, junto a la policía comunitaria, con el objetivo de ocupar el espacio público y darle vida, y no permitir más que la zona sea un espacio gris.
Está prevista una feria de seguridad para octubre. “Vamos a traer el personal canino y la Policía montada. Se pueden tomar fotos. Habrá terapia con caballos. Será en el parque Jerusalén. Hemos tenido buen resultado porque une más a comunidad entre sí y con la Policía”, detalló Barragán.
Destacó que es muy importante que los ciudadanos se acostumbren a solicitar el acompañamiento de un agente cuando tengan que retirar altas sumas de dinero. “Semanas atrás uno de nuestros policías estaba patrullando cuando vio que unos delincuentes atacaron a una persona que salía de uno de los bancos que están en la Víctor Emilio Estrada, entonces actuó y así evitó que la persona pierda $ 50.000. Acciones como estas son las que queremos que se repliquen, es decir, que se evite que se cometa el delito”, manifestó.
En mi caso se me llevaron todos los accesorios de dos carros que estaban parqueados al pie de la casa. Ya estábamos cansados de tanta inseguridad, por eso compramos más cámaras.
Al escuchar esto, los moradores se animaron a contar sus malas experiencias. “Hace poco se llevaron los accesorios de dos carros que estaban estacionados al pie de mi casa. Se robaron los cerebros, los tableros, aros. Imagínese que las pérdidas de cada carro se avaluaron en $ 10.000 y por esto el seguro declaró que era una pérdida total”, dijo José Massuh, habitante del sector. Agregó que estaba cansado de no hacer nada frente al crecimiento de los delitos.
Los delincuentes se han creído dueños del sector, en una casa no solo se llevaron los artículos de valor, sino también la comida. La ciudadana prefirió no identificarse, por el temor a represalias, pero la joven contó que había salido con su papá a hacer unas compras y cuando regresaron vieron que las puertas estaban abiertas, habían roto la chapa, y tuvieron tiempo para prepararse una merienda y, además, llevarse los víveres. Para la residente, ello demostró que no siempre ha habido suficiente patrullaje.
Estos casos fueron analizados para determinar por cuáles calles o callejones solían escapar los delincuentes; entonces justamente allí también se han instalado las cámaras. Igual consideran que esto es solo una parte de la estrategia, porque también quieren organizar a los recicladores como lo ha hecho Los Ceibos. Además esperan que la empresa eléctrica cambie las lámparas que dan una leve iluminación y que también facilitan el ambiente para la inseguridad.