Universidades de Guayaquil restringen sus ingresos
Los campus abiertos a la comunidad es cosa del pasado ante la inseguridad que vive Guayaquil. Los estudiantes se sienten más seguros en ellos
Tres de las universidades guayaquileñas que antes tenían sus ingresos abiertos a la ciudadanía ahora ya no. La entrada a estas instituciones de educación superior es controlada; las credenciales únicamente las tienen los estudiantes, docentes y personal administrativo. Varias medidas han tomado los centros educativos ante la inseguridad de la ciudad.
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Leer másLa Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) ha sido el último centro educativo que está abandonando el concepto de libre ingreso y circulación de personas en su campus. Hace unas semanas comenzó a funcionar un sistema de barreras vehiculares para el ingreso por la avenida Carlos Julio Arosemena. Luego será por el lado del barrio San Pedro.
Solo quienes pertenezcan al claustro pueden ingresar con el código QR. El resto, por ahora, presentando su cédula de identidad, señala Tito Delgado, asesor de seguridad de la UCSG. En cada uno de los equipos, la universidad invirtió aproximadamente entre $ 30.000 y 40.000.
Delgado prevé que para el próximo semestre todo el perímetro universitario esté cerrado. En cambio, el ingreso peatonal será por torniquete. “Ahí sí no va a entrar cualquiera; la persona que entre deberá tener un motivo para hacerlo y eso estará registrado, y una vez que esté instalado se reducirá prácticamente a cero (los hurtos)”.
Desde las 08:00 hasta las 18:00, la UCSG cuenta con apoyo de entre seis y ocho miembros de la Policía Nacional, quienes hacen recorridos dentro de las instalaciones y por el lado de San Pedro, donde ocurrían asaltos a los estudiantes, comenta Delgado, pero “estos se han neutralizado con la presencia de la Policía”. Para esto, ambas instituciones hicieron un convenido, en el que la universidad les prestaba sus instalaciones para eventos de la Policía, así como de un sitio para que los gendarmes puedan pernoctar.
Por otro lado, antes, acceder a la Universidad de Guayaquil (UG) era muy fácil; nadie controlaba. En este centro académico, de 31 hectáreas, los vendedores ambulantes deambulaban dentro del campus. Ahora, el panorama es diferente.
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Leer másEn la sede principal de la UG estudian 40.000 personas. Además, cuenta con 4.400 colaboradores y la población flotante oscila entre 3.000 y 4.000 personas. Y cuenta con 900 parqueos.
Solo con la credencial universitaria se puede acceder al interior de la universidad. Es por esto por lo que Gordy Pin se siente más seguro dentro de este campus que fuera de él. Camina con su celular en la mano sin temor, sin preocuparse de quién se le aproxima. “Antes de venir a la universidad tenía un concepto erróneo, pero estando aquí me he dado cuenta de que no es así; estoy muy orgulloso de la institución”. Él estudia Negocios Internacionales.
Esta institución de educación superior tiene ocho entradas, pero en cada uno de los ingresos hay personal de seguridad privada, como en las peatonales. En cambio, en los parques y en los edificios son resguardados por el personal de seguridad propio de la universidad. Además, todo el campus está monitoreado con cámaras.
Hace tres años, la Universidad de Guayaquil -cumplió 156 años, el viernes pasado- empezó a tomar medidas para contrarrestar la inseguridad del lugar. Francisco Morán, rector de la Universidad de Guayaquil, comenta que “antes era más inseguro estar adentro que afuera”, ya que se robaban hasta los carros o colocaban bombas.
Me he sentido bastante segura que antes, no siento ninguna amenaza aquí. Ahora puedo notar que todos somos estudiantes.
Ahora, si alguien debe entregar o recibir alguna documentación o certificaciones lo pueden hacer en el centro de acopio que está en el exterior del campus. Por lo que no es necesario que ingresen, indica el rector.
Aunque esta realidad no es vinculante con la UCSG, Delgado manifiesta que debido a las circunstancias en la que la ciudad se encuentra, la universidad se vio obligada a tomar medidas para resguardar a los estudiantes. Con estas acciones, esperan que los hurtos se reduzcan a cero, “aunque hay gente, que ni por aquí, que tiene la mala costumbre de llevarse lo ajeno”.
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Leer másA Laura Palacios, estudiante de Artes y Humanidades de la UCSG, le parece bien las medidas que ha tomado su universidad, aunque cree que es necesario que haya más personas que vigilen en varios sitios del campus y que estén más pendiente de lo que esté pasando.
La Universidad Laica Vicente Rocafuerte también ha colocado puertas torniquetes en los ingresos de sus instalaciones. Geraldine Pinillo, estudiante de noveno semestre de Periodismo, comenta que ahora la seguridad es mejor porque antes cualquier persona ingresaba. “Las medidas que ha tomado la universidad son las adecuadas porque nadie quiere que alguien le robe dentro de la entidad ni que haya casos de sicariato como se han visto en otras universidades”, manifiesta.
Para ingresar, los estudiantes escanean el código QR, pero las personas externas deben entregar sus cédulas y con una credencial que indica el lugar al que visitarán pasan. Pero si se le queda el celular, los estudiantes entregan la cédula y al confirmar que es estudiante lo dejan ingresar, explica Pinillo.
Al igual que Pinillo, la estudiante Evelyn García se siente más confiada con el sistema de seguridad, porque sabe que no cualquiera entra.
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