Los vacíos de aprendizaje, visibles en todas las áreas
El rezago escolar se profundiza en los cuatro campos básicos del conocimiento. La nivelación de los estudiantes tomará más de dos años, dicen los expertos
A pocos días de que concluya el 2022 y cuando faltan dos meses para que termine el año lectivo en el régimen Costa, los profesores, estudiantes, padres y expertos educativos están preocupados, ya que es alarmante el nivel de aprendizaje que han mostrado los alumnos, especialmente los de menos recursos económicos.
“Mi hija aprende más en el hospital que en la escuela”
Leer más“A la mayoría de los alumnos de 10 años se les dificulta leer comprensivamente un texto para su edad. Si tenemos suerte, leen e identifican letras. Tampoco razonan las operaciones numéricas, saben muy poco sobre la naturaleza y sobre el entorno que los rodea. Durante estos siete meses de clases hemos tratado de nivelarlos con mucho esfuerzo para que no sigan arrastrando al siguiente año lectivo ese vacío de conocimiento que les dejó la pandemia y las clases no presenciales”, señala con frustración la profesora de una escuela fiscal ubicada en el norte de la ciudad.
Lo dicho por aquella maestra lo corroboran los resultados de la evaluación Ser Estudiante 2022 que la semana pasada fueron entregados por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval).
La prueba evidencia que hay una gran pérdida de aprendizajes no solo en Matemática, Lengua y Literatura, que ha sido el denominador común en el sistema educativo, como lo ha informado EXPRESO en ediciones anteriores. También hay vacíos en Ciencias Naturales y Estudios Sociales, que son las áreas básicas dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Ser Estudiante evaluó los conocimientos, habilidades y destrezas de 24.000 alumnos en doce grados (desde segundo básico hasta tercero de bachillerato), de una muestra de 600 instituciones educativas del país, teniendo como base el currículo vigente y los estándares de aprendizaje emitidos por el Ministerio de Educación.
No podemos pensar que en un año o dos se pueda recuperar lo perdido en la pandemia. No todos los niños tienen el mismo déficit. Algunos ni siquiera tuvieron la oportunidad de estudiar.
El promedio de Matemática del año lectivo 2021-2022 es menor que en el período 2020-2021. Por eso los chicos no alcanzaron el nivel mínimo de competencia, que es de 700 puntos. Mientras que en lectura, Ciencias Naturales y Estudios Sociales los alumnos se ubicaron en el nivel de logro elemental, que está solo un puesto por encima del último nivel, llamado insuficiente.
Es importante educar en el desarrollo de destrezas básicas priorizando contenidos de acuerdo al nivel; y, según los avances, seguir profundizando en los contenidos de las asignaturas básicas.
El año pasado, cuando Unicef publicó un estudio de las consecuencias del cierre de las escuelas ecuatorianas debido a la pandemia, comentó que seis de cada diez estudiantes estaban aprendiendo menos.
Como padres nos preocupa las consecuencias que puedan afrontar nuestros hijos por los huecos de aprendizaje que todavía no han podido tapar las clases presenciales.
En mayo pasado, con el regreso de todos los alumnos a la presencialidad, los docentes corroboraron las secuelas de la pandemia en la educación, principalmente en las cuatro áreas básicas.
“Estamos conscientes de esta situación de retroceso en la educación, en lo que es lectura comprensiva y en razonamiento matemático. Por ello, cada institución educativa está aplicando un apoyo pedagógico para superar estas deficiencias”, indica Carlos Cisneros, profesor de matemáticas de octavo, noveno y décimo de básica en la Escuela Francisco Solís, ubicada en la Alborada, norte de la ciudad.
El docente explica que en los primeros días de clases en las aulas los estudiantes no tenían las bases para continuar con nuevas enseñanzas. “Fue un poco complicado dar nuevas temáticas. Por eso nos enfocamos en igualarlos con los temas principales, que son los que no alcanzaron a aprender realmente cuando estuvieron en casa”, explica Cisneros.
Mala nota en la lectura tras dos años de vacíos escolares
Leer másPara Fabricio Moncada, psicólogo educativo, los problemas en el aprendizaje son más notorios en los estudiantes de primero, segundo y tercer grado, porque los niños habían olvidado lo que aprendieron y no habían tenido la oportunidad de aprender cosas nuevas lejos del aula.
Moncada cree que para disminuir, de alguna manera, la brecha educativa ahondada por emergencia sanitaria, es indispensable que los padres se involucren mucho más en el proceso educativo.
Mencionó que si bien es cierto actualmente las ocupaciones de los padres hacen imposible que estén al 100 % pendientes de sus hijos, deben proveerles los materiales adecuados, así como asegurarse que están cumpliendo con sus tareas y que lo que están recibiendo en las aulas lo asimilan de manera adecuada.
La deserción escolar ahonda más los vacíos de aprendizaje
Leer másPatricio Cajas, consultor educativo y exdirectivo del Contrato Social por la Educación, cree que las debilidades de los estudiantes no será posible superarlas en un año, con las brechas que existen actualmente. “Se necesitan más de dos años para lograrlo. Y para eso hay que proponer un currículo más pertinente y cercano a la realidad, sin dejar de lado las exigencias para superarse. Hay que hacer una evaluación tomando en cuenta las diferenciaciones de los niños de la zona urbana y rural, para con esos resultados plantear estrategias y políticas públicas que ayuden al desarrollo de habilidades y potencien el manejo de conocimientos”, puntualiza.