Veinticuatro horas conviviendo con la insalubridad en Durán
Más de la mitad de los habitantes no tiene alcantarillado sanitario. La ciudadela Maldonado es la más afectada. Algunas familias botan sus desechos al río
No solo la escasez del agua potable en Durán es un problema para la ciudadanía, sino también la falta de alcantarillado sanitario. Uno de los sectores más afectados y que, a decir de sus habitantes, tiene más de 30 años de creación es la ciudadela Maldonado, ubicada en el norte de la ciudad ferroviaria.
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Leer másEn este lugar, donde habitan más de 300 familias, desechan sus aguas servidas a pozos sépticos (reservorio de aguas residuales domésticas) que fueron construidos por ellos mismos, en algunos casos hace dos décadas.
Habitantes de la cooperativa 16 de Abril, del cantón Durán, uno de los tantos sectores que desde hace varias décadas no tiene agua potable con normalidad, han tenido que recurrir al agua del río Babahoyo.
— Diario Expreso (@Expresoec) June 3, 2021
Un reportaje de @Blankimonki y @m_gutierrez85
“Todas las casas del sector tienen pozo séptico y algunos han conectado tuberías al sistema de aguas lluvias que terminan en el río”, comentó Édison Chávez.
Deysi Tomalá, moradora de la ciudadela, comentó que hace 32 años llegó a vivir al sitio, cuando la calle era apenas de tierra y en medio de la vía pasaba un canal de agua. “Nos dijeron que antes de arreglar la calle nos iban a poner alcantarillado, pero no ocurrió y ahora nos vemos obligados a convivir con aguas putrefactas y malolientes todo el día”, lamentó.
Antes de tener un pozo séptico, poníamos tuberías que iban a terminar en el estero y luego al río Guayas. Así vivimos y muchos lo siguen haciendo.
En la manzana 18 de la ciudadela Maldonado sus habitantes no saben qué hacer con el inconveniente de los reservorios de aguas residuales domésticas, que decenas de veces han colapsado.
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Leer másEn estos lugares, como lo confirmó EXPRESO en un recorrido, se observa que desde varias casas han colocado tubos que desembocan en las cunetas y estas a su vez hasta el alcantarillado pluvial (de aguas lluvias), el cual termina en el río Babahoyo, donde decenas de habitantes se abastecen del líquido vital, como días atrás publicó también este Diario.
“Es insoportable el olor, en las noches es imposible dormir y durante el día, trabajar o comer. Tenemos que contratar, en el Municipio, los carros que succionen las aguas servidas. Pero debido a la marea esto se llena de inmediato. Han pasado varias administraciones y ninguna ha hecho algo. Estamos hartos de vivir así y con el riesgo de enfermarnos”, precisó Pedro Abad, también residente.
Construir un pozo séptico está entre 600 a 700 dólares, dinero que en muchos hogares no hay por la crisis, y aun así lo invierten por necesidad y urgencia.
Frente a esta situación, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Durán (Emapad), mediante su vocera de Comunicación, Monserrat Naranjo, señaló que trabajan en la problemática del sistema.
“Tenemos tres sectores que cuentan con un sistema de tratamiento de aguas residuales. Pero sabemos que el 60 % de la población de Durán no tiene el alcantarillado”, comentó la vocera, al asegurar que la ampliación de la cobertura está contemplada en el Plan Maestro de Agua Potable y Alcantarillado, cuya ejecución “dependerá de los capitales de inversión que ingresen para desarrollarlo”. Situación que no da aliento a los residentes. “Sabemos que esa es una obra millonaria, viviremos con la fetidez siempre”, lamentan en la Maldonado.
La falta de agua empujó a las autoridades a declarar a Durán en emergencia. Aunque 83 tanqueros repartirán el líquido y comprarán equipos, prevalece la desconfianza.
— Diario Expreso (@Expresoec) June 15, 2021
Un reportaje de @DianaSotomayorZ
Gerente de Emapad: “Eso hemos hecho: buscar dinero y sostener el sistema”
Leer másLa residente Alexandra Quevedo mencionó que gastaba entre 120 y 150 dólares para limpiar el pozo séptico de su casa, ubicada también en esta ciudadela en la que las familias se desplazan por las calles tapándose la nariz con la mano para evitar inhalar los malos olores. “Antes de la pandemia pagábamos por la limpieza, ahora utilizamos nuestra propia bomba de succión para sacar los líquidos porque no hay dinero para pagar por ese proceso”, refirió.
Pero no solo este sitio vive con la problemática (ver detalle adjunto), sino también otros lugares como el sector 13 de Los Helechos, la cooperativa Colinas del Valle y la ciudadela Abel Gilbert Pontón, donde los vecinos también poseen pozos sépticos.
Sectores sin alcantarillado. Cooperativa 27 de Diciembre; Cooperativa 18 de Abril; Cooperativa 12 de Noviembre; Cooperativa 2 de Mayo; Cooperativa 28 de Agosto; - Abel Gilbert Pontón 1 y 2; Cooperativa Algarrobos; Ana María de Olmedo; Barrio Lindo; - Bellavista; Brisas del Guayas; Combatientes del 41; El Edén; Ferroviaria 3; Héctor Cobos; - Hermano Gregorio 1; La Unión; Las Terrazas; Los Cerezos; Los Esteros; Los Helechos; Ciudadela Maldonado; Montanavi; Oramas González; Pedro Menéndez; Progreso; Mousse de Hanna; San Enrique y Unidad Nacional
Ellos comentaron que no tienen más opción que lanzar las aguas residuales (de las lavadoras de ropa) a las calles porque si lo hacen a los pozos sépticos estos colapsan.
Sin embargo, hay moradores de estas zonas que mencionaron que sus pozos no han colapsado porque viven más alejados del río. “Por todos lados hay contaminación, dentro y fuera de casa. Esto a la larga nos está matando. Hay quienes le temen al coronavirus, y aunque nosotros también lo hacemos, vivimos con más miedo de habitar entre excremento. Hay familias que tienen sus pozos cerca de las cocinas o las salas porque es el lugar donde pudieron levantarlos. ¿Es antihigiénico? Más que eso, una bomba de tiempo. La gente va a enfermar y nadie hace nada”, señaló Adela Méndez, de Los Esteros.
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Leer másPara el vocero de la Fundación Médica contra el Ruido, Ambientes Contaminantes, Adicciones y Tabaquismo, doctor Francisco Plaza, la situación de Durán es crítica, ya que las aguas residuales que son lanzadas al río podrían provocar daños crónicos. “Problemas de tipo digestivo y dermatológicos son los más comunes en personas que utilizan aguas contaminadas. Y poner cloro al agua no la libra de todas las bacterias, más aún podría convertirla en tóxica para los seres vivos”, manifestó.