La Canoa bajó a $ 300 diarios, cuando antes de la COVID-19 ingresaban $ 5.000
El gerente general y uno de los accionistas del hotel Continental y la cafetería La Canoa, Aldo Bruzzone, en una entrevista con Diario EXPRESO
El gerente general y uno los accionistas del hotel Continental y La Canoa, Aldo Bruzzone, en una entrevista exclusiva con Diario EXPRESO explica cuál es la situación del negocio y del sector de hoteles y restaurantes por la pandemia de la COVID-19.
- ¿El cierre del hotel Continental y de La Canoa es un efecto de la crisis económica provocada por la pandemia de la COVID-19?
- Así ES, mantuvimos abierto La Canoa queriendo desafiar la gravedad, para no perjudicar a nuestros empleados, que al final son los más importantes.
- ¿Cuándo cerraron el hotel Continental?
- Desde febrero del año pasado que empezó la cuarentena, así como las salas de los eventos. Se mantenía abierto solo La Canoa y las ventas cada día no llegaban ni a 300 dólares, a veces era de 250 dólares o menos. Para que tenga una idea de cómo nos ha afectado el coronavirus, antes de la pandemia se vendía en un día entre 5.000 a 5.500 dólares.
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- Esto es por los años de trabajo, por la dedicación, por la calidad y por el buen servicio que siempre nos esmeramos en dar cada cliente. Toda mi vida me dediqué al hotel, ahora tengo 71 años de edad. Es difícil la situación, en este momento lo que nos queda es la resilencia. La esperanza está en que lleguen las vacunas. Pero, ni se escucha cuándo la persona de a pie será inmunizadas.
- ¿Tienen planes de vender el negocio?
- El futuro del negocio depende de la llegada de las vacunas, porque mire que todavía no estamos viviendo las consecuencias de no aplicar las medidas de bioseguridad durante el feriado de carnaval y hay incremento de los casos de coronavirus.
Guayaquil pierde un puntal de su identidad culinaria. LA CANOA ha cerrado sus puertas. Ese punto de encuentro para los noctámbulos, que buscaban comer delicioso en la madrugada, le puso fin a sus actividades. Vamos a extrañar a LA CANOA ..
— Carlos V. Morales (@CarlosVictorM) February 22, 2021
- ¿Pero tienen un edificio, lo van a vender o van a esperar que pase la pandemia para reabrirlo?
- Reabrir sería lo más bonito, el problema es la demanda que ha bajado por el coronavirus. Mientras exista la pandemia a nivel mundial los hoteleros no podemos hacer mucho. Imagínese los aviones que están estacionados en los aeropuertos, porque no hay suficientes pasajeros. Son tiempos muy dificiles, como nunca se han vivido.
- ¿Qué van a hacer con el edificio?
- Hay varias posibilidades: uno, quizá venderlo y con ello pagar todas las obligaciones; dos, hacer una reestructuración de los pasivos, si es que posible; tres, tal vez una suerte de compra por acciones. Todo esto son supuestos, pero cualquiera podría funcionar. Lo mejor es que con la vacuna se controle la pandemia, porque allí todos los negocios podrán respirar económicamente.
- Usted dice que sus colaboradores son los más importantes
- Pienso en mis empleados, hay colaboradores que están con nosotros desde que empezó el hotel en 1974, en las calles Chile y 10 de Agosto. A esas personas las quiero con mi alma. Soy de los empresarios que aprecia la experiencia que ganaron en el día a día del trabajo en el hotel, porque ellos saben de todo. Son personas invaluables. Me gustaría hacer los pagos como la ley manda, pero las posibilidades son remotas por la crisis económicas, por la pandemia. En el mundo los hoteleros no tenemos una solución, mientras exista la enfermedad. La situación está fea, la solución depende de estar vacunados, para retomar la vida normal.
