La verruga peruana asusta a los guayaquileños
Salud alertó de un posible caso en Guayaquil, el primero en la historia, pero la información que da es escasa. Hasta en una maleta pudo viajar el mosco transmisor
Salud no ha dicho más de lo que informó la noche del pasado martes sobre el posible caso de verruga peruana, la enfermedad que es producida por la picadura de un mosquito hembra y que, por primera vez, podría registrarse en Guayaquil. Que el pasado lunes en vía a la costa detectaron a una persona con algunas verrugas en el cuerpo -algo característico de esta enfermedad endémica de Perú-, que se tomaron ya las muestras para investigarla y que se está fumigando el área, es lo único que hasta ayer corroboraron.
Sobre qué tipo de control le están dando al paciente que, aseguraron no está hospitalizado, y a la zona donde se halló esta posible patología que, en el pasado, solo ha sido reportada en Carchi; y qué tipo de análisis científicos están haciendo y con qué tipo de especialistas, pese a la solicitud de información de este Diario, hubo silencio.
Frente a ello, la ciudadanía reclama información para evitar entrar en una especie de pánico ante el desconocimiento. Según Katherin Olaya, directora de la Vigilancia Epidemiológica de Salud de la Zona 8, la fiebre de la Oroya, como también se conoce al mal, es transmitida por el mosquito Lutzomyia verrucarum, que transmite a la vez la bacteria Bartonella Bacilliformisy; que causa fiebre, dolores articulares, verrugas de coloración roja y se come los glóbulos rojos, a tal punto que se puede inflar el hígado y los ganglios.
Me preocupa que una enfermedad más, ante la falta de acciones o de investigación, pueda atacarnos. Urge que los resultados de este posible caso sean dados a conocer pronto. Vale además la pena saber por qué un insecto que jamás ha estado en la Costa, hoy podría estarlo.
“Yo vi el comunicado de Salud y lo único que pensé es en que nos fregamos. Y es que Guayaquil está repleto de maleza y de moscos, no sabemos sin son machos o hembras, si los vemos y nos pican simplemente nos vamos a asustar. Y no queremos más sustos”, se quejó Javiera Morante, habitante de Samanes 7, uno de los vecindarios donde las quejas por la cantidad de zancudos han sido múltiples.
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Leer másAunque Salud no ha dicho cómo pudo haber llegado este tipo de mosquito a la ciudad, si así lo arrojan los resultados, de los que no se ha dicho cuándo los tendrán; epidemiólogos como Luis Triviño y Mario Paredes no descartan que por la humedad y el cambio climático, este haya migrado.
Me parece inaudito que no exista aún una entidad que controle los vectores como se debe y antes lo hacía. En otros países, hasta el pueblito más pequeño lo tiene. Acá no hay nada.
“Con tantas alteraciones en el clima es posible, además que hasta en una maleta pudo haber llegado el vector. El problema es que no hay quién lo investigue. Salud no ha dicho si el paciente vino, por ejemplo, de la Sierra, lo que podría explicar su aparición. Lo que sé es que se está fumigando el área de forma masiva, pero cuidado: mucho cuidado con desaparecer lo que hay que investigar”, sentenció Triviño; quien hace énfasis en la necesidad de que vuelva a tener vida el Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores (SNEM), que eliminó el expresidente Rafael Correa y era el encargado de analizar el comportamiento del vector, su desarrollo, sitios de anidación, variantes, resistencia.
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Leer más“Si no hubiesen desbaratado el SNEM ya se podría saber qué pasó... Ahora lo que hay que hacer es capturar vectores a través de trampas y analizar sin cesar su origen a fin de tener información epidemiológica mayor. Pero que esto, lo que está pasando, sirva para que se piense en la necesidad de que este servicio esté habilitado”, añade Paredes; al hacer hincapié en que una vez que el coronavirus deje de ser un problema, se sabrá hasta qué punto el resto de enfermedades están afectando al país.
Ecuador es un país de patologías tropicales, alerta. “Y justo estas, ante la inexistencia de un centro de control, están en el completo olvido....”.
Urge conocer el origen de este caso para tratar el mal y prevenirlo. Fumigar no es la solución, ni a esta patología ni al dengue. La falta de un centro de investigación nos vuelve vulnerables.
Sobre el temor de la ciudadanía, que lamenta cada invierno tener que “rogar” a las autoridades por un plan de acción que evite la propagación del dengue (que solo en enero de este hecho afectó a 117 personas entre Guayaquil, Durán y Samborondón); ambos expertos en Salud Pública dicen guardar la calma e incrementar los cuidados.
20.319 casos de dengue que desafían al confinamiento https://t.co/OquZOrenAm
— juan govea a (@jmga1961) January 17, 2022
“Que la gente sienta temor por lo compleja que pueda resultar la bacteria, tiene lógica, pero hay que esperar. En Perú es común la patología. Años atrás, sí, mató a cientos, pero eso fue hace mucho. Por eso urge que Salud haga público lo que sabe, pero todo a fin de que se respondan a todas las respuestas”, dijo Triviño.
Hasta entonces, los especialistas exhortan a succionar incluso el agua que se almacena dentro de los baches, ya que el Lutzomyia verrucarum a diferencia del Aedes aegypti, causante del dengue, se reproduce en agua sucia y hasta en las heces de los animales.
- Consejos. El especialista Mario Paredes aconseja usar camisas o blusas de manga larga para evitar las picadas, y así también usar repelentes antes de las 10:00 y pasadas las 16:00, que el mosquito ataca más. Como medida es válido además aplicar la tradición de antes, que es la de dormir con toldo.
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Leer másEn vía a la costa, habitantes como José Palacios, de Belo Horizonte; Lila Montes, de Bosques de la Costa; y Lupe Aguayo, de Los Ángeles, confiesan sentir miedo. “Más que al vector, es al silencio de Salud. Hasta hoy no dan cifras reales sobre el coronavirus, lo esconden todo o lo maquillan. ¿Y si hay un brote? ¿Estamos preparados? Si no, pues que lo hagan, hace unos pocos años el miedo ya lo sentimos al ver cómo la fiebre amarilla volvía a causar muertes en Brasil. Que Salud no juegue a la ruleta”, precisó Aguayo.
Pese a los llamados y los casos de dengue, este vecindario no ha sido fumigado hace muchísimo tiempo. Hay desatención. Los moscos hacen fiesta con nosotros. Hagan algo.
Para Carlos Pástenes, miembro de la Federación de Urbanizaciones de Vía a la Costa, resulta indispensable que el Cabildo sancione a quienes tienen sus solares llenos de maleza y con agua empozada, a fin de evitar la propagación del insecto, sin importar el tipo. “El control aquí ha sido siempre nulo. Ante la alerta, actúen y pronto”, sentenció.