Vilma Torres: “Esa silla vacía no tomada en cuenta ahora la ocupará el ciudadano"
EXPRESO dialoga con la presidenta de la inédita Asamblea local ciudadana de Guayaquil, que apunta a ordenar la ciudad y luchar por sus derechos
Vilma Torres es presidenta de la Asamblea local ciudadana de Guayaquil, la primera creada en el Puerto Principal. Es doctora de Jurisprudencia y activista. Fue juez de Familia y docente universitaria de posgrado. Preside el Consejo de Defensores Provinciales de Derechos Humanos y la naturaleza, que trabaja de la mano con la Defensoría del Pueblo.
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Leer másPor primera vez en la historia, Guayaquil cuenta con una Asamblea local ciudadana, integrada por 198 organizaciones sociales, comunitarias, fundaciones, comités barriales y líderes..., que buscan tener una voz y que esta sea escuchada por las autoridades, a fin de que sus derechos no sean vulnerados y dar inicio a la construcción de una mejor ciudad. Ayer, que se posesionó a los miembros de este organismo constituido con base en lo que dicta la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, EXPRESO dialogó con su presidenta para conocer cuáles son las prioridades que marcan su agenda y los cambios que exigirán a los funcionarios que, por décadas, los han dejado relegados.
- Es la primera vez que Guayaquil cuenta con un ente que une a todos los líderes de la ciudad en un mismo fin: hacerse escuchar. ¿Qué les garantiza que esta vez las autoridades lo harán y que sus pedidos serán tomados en cuenta?
Pienso que precisamente por ser la primera vez, por ser inédita la existencia de un organismo de este tipo, lo van a hacer; aunque tenemos claro que ese será nuestro mayor desafío. Nosotros trabajaremos con equipos, a fin de ir armando propuestas ciudadanas, que luego las canalizaremos con las autoridades, con quienes esperamos lograr trabajar de manera conjunta, que es lo que ha hecho siempre falta.
- - ¿Qué los llevó a crear el organismo? ¿Por qué ahora?
Porque estábamos cansados de que siempre se tomen decisiones por los ciudadanos, pero que en ellas nunca nos incluyan. Nosotros nunca nos hemos sentido representados. No nos han escuchado. Hay una silla vacía que no ha sido tomado cuenta, que es la que deberíamos ocupar porque así lo faculta la ley, pero no ha pasado. Nosotros no hemos participado en ningún espacio, y eso está a la vista. Fíjese en cómo está Guayaquil, analicemos cualquier sector, y note como todos comparten los mismos problemas.
- ¿De inseguridad? ¿Con servicios básicos con falencias? ¿Con calles deplorables?
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Leer másEso y más, la lista es larguísima. No tenemos, por ejemplo, espacios donde los niños puedan recrearse. El ciudadano se cansó y quiere ya soluciones. La autoridad ahora tiene que escuchar. En Guayaquil siempre se ha trabajado a la inversa, las autoridades locales fijan las políticas públicas y no la comparten con los habitantes, que son quienes viven en el territorio. Eso no pasará más. Si tenemos los roles y competencias claras, que es nuestra razón de ser como asamblea, los ciudadanos entonces van a ejercer para hacerse escuchar y solo así se podrá trabajar de forma mancomunada, organizada y planificada. Es la primera vez que los ciudadanos hemos tomado la decisión de trabajar como ciudadanos.
- Y ante tantas carencias que tiene la ciudad, ¿cuáles serán esas prioridades por las que lucharán?
Tenemos muchísimas carencias, pero las que nos apremia en este momento radica en ordenar la ciudad. Tenemos muchas construcciones que no han sido regularizadas y centros comunitarios que se han perdido. Estos existieron en su momento, pero desaparecieron. Necesitamos recuperarlos porque es desde ahí donde no solo se escuchará a un sector o barrio, sino que en ellos se podrá formar al adolescente y dar apoyo a la familia. Es desde ahí donde se podrá educar a una comunidad. Y se lo educará como ciudadano, no como pueblo. Pueblo es un término ya retrógrada. Hay que hablar como persona, ir mejorando como individuo. Si todos lo hacen, si la mayoría lo hace, el cambio se notará en la colectividad.
Es la primera vez que los ciudadanos trabajaremos por ser ciudadanos. Por nuestra voz y derechos.
- ¿Sabe el Municipio de la existencia de la asamblea?
Lo sabe, hoy hay un representante en la posesión. Con respecto al resto de autoridades, sabían que el organismo se estaba formando. Ahora tendremos reuniones con las asambleas locales que hay en otras ciudades, como Machala, Naranjal, Montúfar..., por ejemplo. Y es que el fin, y quizá eso sí no lo sepan, es que apuntamos a unirnos todas para lograr que en cada territorio del país haya una.
- A los miembros de esta asamblea, ¿los veremos en las sesiones del Concejo exigiendo cambios o dando ideas?
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Leer másUna vez posesionado, el Gobierno Autónomo Descentralizado deberá convocarnos a una reunión para, en efecto, nombrar una comisión para ir trabajando. Serán ellos quienes deberán nombrarla. Ese será el inicio de la socialización, nosotros seremos la voz de la gente, pero también los fiscalizadores de las obras que se ejecutan en la ciudad. Seremos los fiscalizadores de los presupuestos reales que se asignan en los proyectos. No queremos ya ver que quedan obras inconclusas, que se extienden los tiempos, que se va más dinero. Este será el espacio de voz y acción del guayaquileño.
Guayaquil es una casa muy grande, pero que ha permanecido desordenada. No queremos más eso.
- ¿Lograrán con el organismo que Guayaquil recupere su identidad?
Es nuestra meta y anhelo. Pero es un proceso, esto no se lo logrará de la noche a la mañana, más aún cuando toda la sociedad debe involucrarse: el sector público y privado, el barrial, las redes comunitarias, todos. Aquí no se puede trabajar de forma aislada. Guayaquil es una casa muy grande, pero que ha permanecido totalmente desordenada. Guayaquil merece ya tener un orden que le enseñe al niño, a todas las nuevas generaciones, que sí hay otras formas de vivir y de identificarse como guayasense.