La violencia logra su objetivo y obliga al norte a ‘apagar la luz’
Decenas de negocios han cerrado porque no aguantan vivir en zozobra. Sus propietarios cambian de actividad. Se sienten desprotegidos
Comerciantes que prefieren ‘camuflarse’ escondiendo su publicidad, locales abandonados porque sus propietarios decidieron cerrarlos o escapar, y el miedo diario con que se sale a trabajar es el resultado de una ola de extorsiones a negocios en diferentes sectores del norte de Guayaquil.
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Leer másEl comercio en las ciudadelas Las Orquídeas, Sauces, Alborada, La Garzota, vía Perimetral, e incluso en la Casuarina, por ejemplo, es víctima de los ‘vacunadores’ quienes piden desde $ 50 hasta $ 2.000 a cambio de ‘seguridad’.
Los extorsionadores arrinconan a todos: a las tiendas del barrio, restaurantes, escuelas, estudiantes, profesores, emprendedores, comerciantes, vendedores de los mercados, transportistas, y hasta a los médicos que se promocionan por redes sociales.
Los constantes actos delictivos que sufren mientras trabajan en sus unidades mantiene preocupado al gremio de los taxistas de Guayaquil y ha obligado a sus miembros a equipar sus automotores para hacer frente al hampa.
— Diario Expreso (@Expresoec) February 8, 2023
Los detalles:
Guayaquil encabeza la lista con más quejas por extorsiones. En 2021, en la Fiscalía se denunciaron 424 casos. En 2022, estas se triplicaron a 1.276, mientras que en lo que va del 2023 ya se han colocado 300 querellas, según reportes de la entidad.
Hace dos semanas mis jefes recibieron un mensaje en el que se pedía que saque las cámaras instaladas. Aún están colocadas y me da miedo de lo que pueda pasar.
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Leer más“Nos obligan a pagar ‘vacuna’ a cambio de protección. Averiguan en redes sociales información sobre nuestra familia y nos dicen lo que hacen nuestras esposas e hijos. No queda otra opción que pagar, ya que tenemos miedo de ser abatidos por no caer en las extorsiones”, denuncia el dueño de un comedor, ubicado en Las Orquídeas, quien durante varios meses recibió llamadas telefónicas que no lo dejaban trabajar en paz.
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Leer másPor ello, en febrero pasado tomó la decisión de cerrarlo y ponerlo en alquiler para dedicarse a la venta de comida bajo pedido. “Ahora estoy más tranquilo porque nadie me molesta. Pero me preocupa que todavía no haya alguien interesado en alquilar el local”, lamenta.
En la Alborada XIII etapa hay dos establecimientos que también están cerrados desde el mes pasado. Allí funcionaban una panadería y una despensa.
“Dejaron de atender luego de que, por reiteradas ocasiones, amanecieron hojas volantes pegadas en las puertas, con mensajes de amenazas por no haber dado dinero a quienes lo pedían”, cuenta Oswaldo Torres, el inquilino de una ferretería que está a pocas cuadras.
La inseguridad nos preocupa. No solo tenemos que cuidarnos de los ladrones. También lo tenemos que hacer con los extorsionadores que no nos dejan trabajar.
Él da gracias a Dios por no ser objeto de chantajes; pero asegura que el día que eso suceda comunicará inmediatamente a la Policía para que le brinde la ayuda necesaria. “Lamentablemente, muchos no confían en los uniformados ni en la justicia, por eso no dan parte de lo que están viviendo y de eso se aprovechan los extorsionadores para seguir sembrando el pánico”, explica.
Las extorsiones crecen al igual que el miedo a denunciarlas
Leer másEn Los Vergeles, Mucho Lote 1, Los Rosales y Huancavilca Norte, EXPRESO confirmó, durante un recorrido, que decenas de negocios tienen candados en sus puertas. Los dueños o inquilinos los han cerrado para venderlos y luego han migrado a otra ciudad para sentirse tranquilos con sus familias.
Pero los propietarios de los que todavía atienden al público aseguran vivir en zozobra. “No podemos trabajar en paz. Siempre estamos con el temor de ser víctima de la extorsión”, destaca en voz baja Óscar Méndez, empleado de una despensa ubicada en Huancavilca Norte.
- Un informe de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) señala que en ciertas zonas críticas, las ventas han llegado a caer entre un 20 y 30 % promedio, debido al alto índice de violencia.
La Policía Nacional explica que en caso de que una persona reciba una amenaza de extorsión debe comunicar a las autoridades para que se pueda realizar el seguimiento respectivo. También para que le brinden asesoría.
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Leer másNo todos los casos han sido denunciados por temor, pero quienes sí lo han hecho, aseguran que no han visto resultados.
El artículo 185 del Código Orgánico Integral Penal señala que las personas que cometen el delito de extorsión podrían recibir una pena máxima privativa de libertad de 5 a 7 años, de acuerdo a las circunstancias del cometimiento de este delito.