Las voces que claman por valores para vivir en una libertad soñada
Adultos mayores guayaquileños anhelan vivir su etapa dorada sin el miedo que experimentan. Relatan cómo imaginaron su futuro y alegan qué hace falta
“Gran parte de la culpa de la situación que vive el país se debe a la negligencia de gobiernos que no se han preocupado por dar educación a los pueblos. Lo que hoy vivimos, una sociedad de jóvenes violentos que integran bandas y asesinan por doquier, es por la falta de cuidado íntegro a la sociedad en educación y de los valores y respeto hacia la familia. Antes, en casa nuestros padres se encargaban de llenarnos de estos principios desde temprana edad y todo era diferente”, así lo expresa Jacinto Astudillo, de 86 años, ingeniero civil que sigue ejerciendo su profesión como fiscalizador de obras en Guayaquil.
Astudillo, como otros adultos mayores del Puerto Principal con quien EXPRESO dialogó, reflexiona y comparte su experiencia de joven, recordando que en décadas pasadas fue deportista y, en ese mundo, tuvo roce con personas que tenían ciertas mañas, pero nunca hubo tanta maldad como hoy. “Lo que sucede es terrible, ya no se tiene respeto a la familia y muchos caen en vicios y se convierten en truhanes. Por eso es que la inversión que se debe hacer hoy es en la educación para recuperar a la familia”, sostiene.
La piedra angular para arreglar la sociedad es la educación y la familia. Si hubiese esfuerzo en ese sentido, veríamos un cambio. Antes, los padres se esforzaban por apoyar a los hijos a ser alguien en la vida y los educaban. Esto aportaba al cambio
Asimismo piensa Clara Zamora, de 71 años, economista jubilada que da a conocer a EXPRESO algunas de las materias que recibía en su juventud que ayudaban a los más jóvenes a ser buenos ciudadanos. “Recuerdo que en el pasado los colegios enseñaban educación cívica y urbanidad. Materias que desaparecieron y que son de gran importancia. Se recalcaban valores esenciales para el desarrollo humano, como el reconocimiento del entorno y su buen funcionamiento. La importancia de aportar como ciudadanos al bien común”, afirma.
Apadrinar, una forma de regalar esperanza a los adultos mayores
Leer másZamora también cree que los padres no deberían ser tan permisivos con los hijos, alega que una de las causas del descontrol social es la falta de mano dura en el hogar. “Muchos se pierden en malos caminos porque los padres les dan una apertura sin control, es necesario que el valor de la familia, la fe en Dios y las buenas costumbres se recuperen”.
Las malas administraciones que ha tenido el país en la última década han dado cabida al descontrol que vivimos. Realmente en mi época tuvimos presidentes que trabajaban con firmeza para erradicar la violencia y darle sentido a la familia. Eso hace falta todavía.
Por otro lado, Cecilia Páez, de 75 años, comerciante por más de 15 años de repuestos de radiadores, con mucha tristeza también da su perspectiva a EXPRESO sobre el momento violento y de terror que vive el país. Páez, quien tenía su negocio ubicado en Alejo Lascano y García Moreno, tuvo que cerrar su local de años a finales de 2023 debido a la delincuencia, algo que no esperaba afrontar a su edad. “Este tiempo que sobrellevamos es el más violento de las últimas décadas. Creo firmemente en que se debe tener mano dura hacia las pandillas porque el temor nos ha invadido”, manifiesta con pesar.
El actual presidente debería entregar el orden público total a las Fuerzas Armadas para que sanen y limpien al país de tanta delincuencia, lo cual no nos deja progresar. La imagen del país debe ser limpiada internacionalmente
Páez recuerda el mandato del presidente León Febres-Cordero, donde vivió sustos similares provocados por delincuentes y extorsionadores hasta que finalmente, piensa, se logró recuperar la paz. “El expresidente tuvo pantalones para defender a su país y alejarlo de todo lo malo que había dañado a la población. El actual presidente debería hacer lo mismo para limpiar el buen nombre de este país internacionalmente. Urge que todos sientan la confianza de venir a visitar Ecuador, un país maravilloso”, concluye.
Los padrecitos animan la fe de los católicos recorriendo distintas parroquias
Leer másPara los adultos mayores, resulta triste convivir en una sociedad en donde sus opciones para entretenerse no solo que son mínimas, sino que se ven obligados a vivir “en cuatro paredes, debido a la falta de garantías de protección que hay en las calles.
“Dicen que esta es nuestra etapa dorada, pero no la estoy disfrutando porque poner un pie en la calle implica sentir miedo. Así terminamos retrocediendo un paso y nos quedamos a esperas de que llegue una paz que realmente ya no sé si la voy a alcanzar a disfrutar”, agrega Lisbeth Carrasco, de 70 años.
Para Carlos Cevallos, de 78 años, es necesario que el Gobierno busque la manera de darle seguridad jurídica a los militares y policías para hacer uso de las armas. Señala que la función judicial debe ser depurada, ya que explica, “hay un cáncer que debe ser erradicado”.
Aunque a muchos no les gustó la gestión de León Febres-Cordero y fue criticado en su momento, hubo resultados. A nivel local también Jaime Nebot tuvo medidas acertadas. Aquí la acción viene de todos y sí, hace falta aún acciones y mano dura
“He podido observar en las recientes investigaciones publicadas por los medios nacionales a jueces y fiscales que no detienen a los delincuentes, sino que los liberan rápidamente y eso se debe terminar. Este Gobierno debe actuar sigilosamente para que organice mejor las cárceles y aplique con dureza castigos a sicarios, violadores y narcotraficantes, separándolos de otros infractores con cargos menores. A los más ruines no hay que darles derecho alguno más que el de la vida porque es mandato divino”, sostiene; al sugerir que se apliquen medidas que en el pasado dieron resultado, como “el bloqueo de las fronteras y el estricto filtro para el ingreso de extranjeros al país”.
Estamos viviendo una de las épocas más difíciles en la ciudad y Ecuador en sí, y todo por la inseguridad que existe. Mucho de esto se debe a la falta de control de los entes gubernamentales y de los padres que también han sido permisivos
Petita Dueñas, de 73 años, comparte un pensamiento similar. Cree que el Ejército debe tomar completo control de los lugares más conflictivos. “Nuestro presidente ha tenido buenas ideas y lo felicito por eso. Siempre me preguntaba por qué los militares estaban en sus campamentos y no salían a resguardar la ciudad. Ahora que veo que transitan las calles, que hacen distintos controles, el sentimiento de seguridad ha incrementado. Pero urge hacer más, es justo que vivamos esa paz con la que, siendo jóvenes, soñamos para cuando lleguemos a la adultez...”, señala.
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