La Zona 8 reporta 1.070 casos de dengue
Del total, 70 son con signo de alarma; y 5 son de tipo hemorrágico
Los casos de dengue van en aumento en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y frente a ello, la ciudadanía hace un llamando a Salud y al Municipio para que incrementen las fumigaciones y los planes para erradicar los criaderos, más aún en esta época invernal.
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Leer másDatos del Ministerio de Salud, emitido por la Zonal 8, confirman que en lo que va del año y con corte hasta el pasado 4 de abril hay un total de 1.070 casos; 93 más que en los registrados en el mismo período en 2022.
Del total de casos en este año, 70 presentan signos de alarma y cinco son de tipo grave o también conocidos como dengue hemorrágico. Según la información, si bien la cifra es alta es menor a la registrada un año atrás que hubo 19 de tipo grave y 101 de alarma, de un total de 977.
En Mucho Lote 1 y 2, Las Orquídeas, Los Vergeles, Sauces, la Alborada, las Praderas, entre otros puntos de la ciudad, a decir de la comunidad, los mosquitos impiden que hasta se pueda caminar. Frente a ello, solicitan a las autoridades que corten la maleza con urgencia en las zonas en las que resulta imposible que lo haga la comunidad.
Ponen como ejemplo el parque Samanes, que tiene maleza en todos sus rincones. “Allí es Inmobiliar el que debe actuar, pero no lo hace; y aunque quisiéramos ir con machete a sacar el monte, no podemos. Ahí el dengue zumba. Es invivible. Por lo que urge una intervención”, señaló Carlos Domínguez, residente del sector.
Lo que hace 13 años empezó siendo un colorido parque con pasto verde, decenas de juegos infantiles y jóvenes disfrutando de la naturaleza, hoy no es más que hectáreas de terreno completamente olvidadas, llenas de maleza, lodo e insectos.
— Diario Expreso (@Expresoec) April 9, 2023
Revisa el recorrido que hizo EXPRESO ⬇️
Un parque se vuelve intransitable por el crecido monte y los mosquitos
Leer másIsidro Palma, quien habita en Álamos Norte, asegura que en lo que va del año no ha visto a un solo equipo de fumigación rondando. “En mi vecindario y los aledaños hay nubes de moscos. Nunca veo a nadie más que a la gente espantándolos. Necesitamos el servicio de malaria. No basta un toldo. Necesitamos analizar cuál es el comportamiento del mosco actual. Además hay huecos en toda la ciudad y con las lluvias, pues hay criaderos en cada metro de la ciudad”, sentenció.