Adriana y Roberta la rompen con sus chaquetas
Detrás de la prenda que usó el cantante Nacho en el país, están las creadoras de Saint Venue, un emprendimiento que destaca lo hecho en Ecuador.
“Yo te espero en la mitad” , coreaba el cantante Nacho junto a Carlos Vives en su reciente concierto en Guayaquil. Mientras el venezolano hacía su puesta en escena, había una novedad en el look.
El artista brindaba su show con una chaqueta del emprendimiento Saint Venue, que rescata el trabajo de manos ecuatorianas, que incluye desde artesanos hasta pintores.
La noticia no pasó desapercibida e inmediatamente en las redes sociales la marca fue elogiada por su vestuario, recibiendo comentarios y likes en su publicación.
Tal como se presentan en la biografía de su Instagram, hay un sello particular que destaca: las prendas son de denim y en su feed se aprecia una amplia variedad de modelos propios, apuntando esencialmente a lo original.
Tras cumplirse un año del lanzamiento de este emprendimiento, sus propietarias, Roberta Aragón (22) y Adriana Vargas (23), revelan en una entrevista con EXPRESIONES cómo lograron identificar, con base en sus gustos personales, un espacio que no estaba cubierto del todo en la moda local, además de los pasos que tuvieron que dar para llegar a tener un producto de calidad y los secretos de hacer un negocio entre amigas.
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Emprender lo soñaron desde chicas. Un punto a favor para haberse asociado.
Cuentan que las familias de ambas han estado dedicadas a tener empresas textiles. De ahí que cuando hablan de sus infancias coinciden en haber recorridos los talleres donde no paraba el sonido de máquinas de coser y se veían telas por doquier.
Sobre su amistad, dicen que empezó cuando estaban en primer año de colegio. Por eso aseguran saber todo de cada una: sus intereses, fortalezas, cómo es su vida, expectativas. Todos estos datos sirvieron para acordar lo que mejor convenía a cada una cuando la marca aún estaba recién en proyecto.
Si bien es la primera vez que Roberta emprende, Adriana ya venía con una experticia. “A los 18 años, apenas me gradué del colegio, emprendí en una marca de ropa de segunda mano y la vendía por redes y en ferias. Así estuve por un año”, cuenta.
Ya en la Universidad, Roberta se apuntó a Comercio Exterior y Adriana en Marketing. Es así que a finales de 2019 estas dos amigas decidieron dar un paso laboral en conjunto para formar una sociedad. A partir de ese momento supieron que compartirían, además de su amistad, un mundo más profesional y un tanto frío: el de los negocios.
“La clave es la lealtad. Podemos decir que confiamos a ojo cerrados en cada una”, confiesa Adriana, a lo que Roberta añade: “Al momento de manejar algo propio o en sociedad debes poner el 100 % de tu parte en el emprendimiento, negocio o empresa para que funcione, y juntas lo hemos logrado”.
Agrupando a artesanos y artistas
Como buenas hijas de familias textileras, sabían que Saint Avenue tenía que priorizar calidad para que guste tanto al público. De ahí que para llegar a las chaquetas de denim que tanto gustan superaron una serie de desafíos.
“Empezamos con un capital de aproximadamente 600 a 800 dólares. En materia económica siempre aportamos 50/50, lo cual fue un plus para nosotras, ya que la carga no recae en una sola persona”, explica Roberta.
Así fueron en busca de proveedores. “Recorrimos muchos lugares para encontrar el denim ideal, y luego enviamos a un total de siete lavanderías para evaluar que el color de la textura quedara como nosotras queríamos”, cuenta Adriana. Luego tocó el turno de los artistas. “Tocamos las puertas de varios pintores para que plasmaran su arte sobre las chaquetas según los diseños que nosotras queríamos o los clientes”.
En menos de un año esta marca, cuyo logo es una monja con gafas, ya la visten desde público en general hasta artistas que buscan romperla con su look. Con esta actitud este año crearon más opciones, que van desde sets de pantalón con corsé en el mismo material de denim.
“A pesar de la pandemia y diferentes situaciones del país nos hemos lanzado a sacar más propuestas. No bajamos los brazos, ni lo haremos porque somos un equipo”, agrega Adriana.
Es así como su emprendimiento ha gustado no solo en diferentes ciudades del país sino también en Colombia, México y Estados Unidos, a los que han hecho envíos con una etiqueta que dice orgullosamente “Hecho en Ecuador”.
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“Él solamente sabía que le íbamos a dar un regalito, de ahí nada más. Así que preparamos la sorpresa y diseñamos la chaqueta de denim con varios mensajes que tengan su esencia. En la parte de adelante se pueden ver los nombres de sus hijos. Y atrás tiene un tigre con su logo. A primera vista le encantó y nos dijo: ‘La voy a usar esta noche’. Incluso lo ayudamos a armar su outfit. Lo lindo es que la lució no solo en Guayaquil sino también en Quito”.