Ocio

Amores ridículos, pieza teatral
La pieza, y la aparición de Don Juan Tenorio concretamente, hace al público cuestionarse los modelos del amor que se han generalizado.Ángelo Chamba // EXPRESO

'Amores ridículos', una comedia que pone los grandes romances en tela de duda

La pieza teatral se presenta el 15 de julio (a las 20:00) y al día siguiente (a las 18:00) en el Teatro Patio de Comedias de Quito

Vencidos por los truculentos juegos del amor, tres hombres comparten su desgracia en una lúgubre cantina. Entre copas se quejan de las mujeres, de sus desvelos y de los errores que han cometido por mantener viva la llama de la pasión.

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Pero los protagonistas no son hombres cualquiera, sino los emblemáticos personajes del dramaturgo William Shakespeare, que toman el escenario seis siglos tras su creación para dar vida a esta cómica historia.

Otelo, el celoso, Hamlet, el atormentado intelectual, y Romeo, el joven ilusionado, son los protagonistas de esta obra, titulada 'Amores ridículos' que se presenta hoy y mañana de noche en el Teatro Patio de Comedias de la capital.

En medio del sufrimiento de los personajes, aparece un desconocido: Don Juan Tenorio, el seductor despiadado de José Zorrilla, que entra a escena para que sus compañeros se cuestionen todo lo que saben sobre el afecto.

La pieza, escrita por el dramaturgo cubano Iván Camejo, es puesta en escena por el colectivo Pasaje 32 e interpretada por los actores José Súñiga, Vanessa Zapata, Zulay Quinzo y Francisco Velasteguí.

Don Juan, el antagonista, les hace a los personajes y al público cuestionarse los modelos del amor que se han generalizado desde las obras shakesperianas. Es una sátira que dialoga muchísimo con lo contemporáneo”, explica Súñiga.

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Para los actores, retomar la pieza ha sido un reto, pues esta no se presenta desde 2019. “Habíamos hecho funciones desde 2015 en distintos escenarios, pero tras la pandemia dejamos de presentarnos. Ha sido durísimo recuperar el ritmo, pero ha valido la pena”, afirma Zapata.

La comedia se narra entre fragmentos en español antiguo y usos idiomáticos actuales que generan hilaridad a lo largo de la obra. Pero no todo es risas pues, conforme la pieza avanza, se descubren las facetas más turbias de los protagonistas, que los llevarán al límite y propiciarán una tragedia inesperada.

  • ROMPER ESTEREOTIPOS

Hay un cuestionamiento del amor que sentimos que es súper necesario”, explica Súñiga. “Hay que poner en evidencia estos modelos exagerados, el amor posesivo, el puro e idealizado, el que es solo conquista disfrazado de amor. Son imágenes normalizadas que seguimos replicando”.

Estos se ponen en crisis cuando aparece en escena Don Juan, quien aterriza en la realidad a los personajes. Para Velasteguí, que da vida al burlador, entrar en escena ha sido un reto. “Hay cambios sociales desde nuestra última función que nos ha hecho cuestionarnos hasta a nosotros mismos lo que pensábamos de nuestros personajes”, afirma.

Amores ridículos, pieza teatral
La obra está salpicada de humor ingenioso e inteligente, y mezcla fragmentos en español antiguo con usos idiomáticos actuales. Angelo Chamba//EXPRESO

  • HABLAR DE HUMOR

Detrás del humor siempre hay ingenio, siempre hay inteligencia. El buen humorista por lo general es una persona con información cultural. Prefiero llamar humor a lo que es humor de verdad; a lo que es talentoso, ingenioso. Lo demás podrá llamarse de otra manera”, ha señalado el dramaturgo con respecto a sus piezas.

En el caso de 'Amores ridículos', el juego del idioma es crucial, como también lo es la reinterpretación de los pasajes de las obras de Shakeaspeare.