Ana María Arcos: “La inteligencia artificial no reemplaza al buen marketing”

‘Constancia y rapidez’. Ese bien podría ser el eslogan de una camiseta de carrera de Ana María Arcos. Y esas son también las palabras que mejor pueden describirla.

Sus 26 años han sido suficientes para emprender en su propia agencia de marketing. Con menos de un año se muestra segura y, aunque parece haber cruzado la meta del éxito, no pierde la curiosidad de avanzar por más.

Esta joven, apasionada por correr, está al tanto del mundo digital de los negocios, sobre todo de las campañas y su enganche con la gente. Aquella es su cotidianidad y donde de a poco va dando espacio a la inteligencia artificial.

Es sobre eso que conversó con EXPRESIONES.

Creatividad 2.0

Su esencia creativa la hizo voltear la mirada al mundo del marketing desde mucho antes de que se iniciara la pandemia.

Ocurrió en 2016, mientras estudiaba la carrera de Diseño Gráfico con mención en Marketing. Siendo universitaria, ingresó a las agencias de publicidad y de inmediato las redes sociales pasaron de ser una opción de entretenimiento a convertirse en su ventana al mundo.

“Inicié como pasante, después comencé a trabajar bajo dependencia y luego como freelancer de más agencias. Esto me permitió pagar la ‘U’ desde el inicio”.

Con todo ese bagaje y en miras de tener algo propio, en abril de 2023 decidió crear Digital Blue.

“Comencé a manejar las cuentas de emprendimientos de gente conocida y luego me llamaban por recomendaciones. Al momento, tengo a cargo nueve marcas con las que desarrollo estrategias de campaña”, explica.

Moda y construcción son algunos de los rubros en los que presta servicio. “Yo no me quedo solo en las redes sociales, voy más allá. Si por ejemplo un cliente tiene una inauguración, trato de involucrarme viendo el tema de cómo ese evento puede enganchar. Entonces hago invitaciones, sesiones de fotos o busco influencers… Porque a la final, todo se conecta con lo digital”.

Esa forma de trabajar ha hecho que aumente su clientela y, por ello, se vio en la necesidad de ampliar el staff. Al día de hoy ya no solo es ella, cuenta con colaboradores fijos y freelancers. Ese es su aporte a la generación de empleo en el país.

Su lado runner

En su vida no todo es trabajo. Prioriza el tiempo para sí misma y lo hace a través de las salidas a correr. “Cada miércoles, viernes y domingo me levanto a las cuatro de la mañana para salir con mi grupo. A esa hora también salen otros que corren por diversas avenidas”.

Corre a su ritmo, pero nunca está sola. “En ese tiempo medito mucho. Es como una terapia, ya que vivo constantemente trabajando a presión”.

Esa faceta fitness empezó este año y ya ha participado en tres competencias. La más reciente fue la media maratón de Guayaquil.

Así es como forja su camino, en el que el reto no solo es delante de una pantalla, también desde la acera. 

Está consciente de que debe adaptarse al cambio continuamente y eso ha tenido que ver con involucrar la inteligencia artificial. Pero solo como un complemento.

(Te invitamos a leer: Blanco, el protagonista del debate)

La IA es solo un complemento

“La IA no puede reemplazar el buen marketing. La creatividad no se reemplaza, sobre todo porque debemos llegar a más gente”, sostiene.

Lograr ese ‘enganche’ es resultado de mucha inspiración y conocimiento que ha adquirido, incluso, fuera de las aulas.

“Las aplicaciones pueden ayudar a gestionar mejor los tiempos, a definir más rápido el nicho del mercado del cliente, saber qué influencer tiene mejor acogida con los productos que uno quiere promocionar... Se puede pedir a la IA que sugiera los tópicos más buscados para, con esa base desarrollar campañas… Siempre como un aliado, nunca como reemplazo del equipo humano”, reflexiona.

Joven y ‘marketera’

Cuando recuerda sus inicios como emprendedora, se le vienen a la mente los prejuicios que enfrentó debido a su juventud.

“En las reuniones en las que tenía que sentarme con los ejecutivos, no faltaba quien quería aprovecharse de mi edad para pedir que le baje el precio o que le dé más servicios por el mismo valor. Eso me obligó a ser más estricta, a aprender a decir que no… Mi personalidad se volvió fuerte”.

Hoy en día, su edad no la limita ni la detiene. Por el contrario, conjuga toda su experiencia para destacar en el mercado. Y de una u otra forma, ayuda a trazar el camino a otras profesionales de su género y edad. 

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