Ocio

EXPOSICIÓN N24
La muestra de los dos artistas es la primera en inaugurar el año en la galería N24.Cortesía

Ánima Espina, el arte de Nicolás Aguirre y Chloe Viton

La exposición se exhibe en la galería N24 de la capital

"Ánima espina es una fórmula que podría traducirse como alma espina, alma de espinas, motor de espinas, pasaje de espinas, estructura de espinas, espina estructural, espina dorsal, columna vertebral, alma vertebral, alma del vestido, alma vestida, alma espinal, movimiento espinal, movimiento de espinas", explica la curador Ana Rodríguez.

Esa unión entre lo etéreo y lo terrenal es el hilo conductor de 'Ánima Espina', exposición de los artistas Nciolás Aguirre y Chloe Viton, y que se inauguró en la galería N24 de la capital.

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En la obra de Aguirre, el alma es un motivo que repite y muta a través del performance, la instalación y la pintura. Repeticiones de formas orgánicas, que evocan caracoles gigantes o figuras cósmicas; contratos sobre la partición y el valor del alma; construcción cuidadosa de momias del presente; aparición por contraste del vacío de los cuerpos a través de radiografías y otras técnicas de imagen.

Mientras tanto, en la obra de Chloe Viton, está hecha de personajes de una mitología sobre el origen. Son elementos del “caldo primigenio”, una teoría científica nacida hace cien años en la que el encuentro de elementos químicos en una sopa primordial da lugar a una réplica de aparición de las primeras proteínas en la Tierra. La artista desencadena una especulación visual a partir de la personificación de los elementos que participan en esa química, primero como performance, luego como película.

"Cada pieza evoluciona dentro de su propia lógica sensible, funciona como una manualidad que trabaja sobre el tiempo. Por un lado, obran los materiales: las telas, las fibras, los cortes, las costuras, la confección que ella elabora con sus manos. Por otro lado, está el trajín del presente, es decir del movimiento ritual que aparece en la acción de bailarines y actores que participan en el performance o en la película, que es una forma del movimiento que ya no es humana, que está por fuera del registro, simula la lentitud o la velocidad de animales o de figuras sagradas y míticas", indica Rodríguez.

Dos artistas que rompen el molde

Nicolás Aguirre articula su práctica en torno al ritual. El artista también se vincula a la historia del arte conceptual, explorando su relación con el tiempo, interrogándose sobre la noción de obra de arte, su transmisión y su contexto de presentación primando sobre su realización.

Chloé Viton utiliza la escultura, el dibujo, los trajes, la instalación y la performance para dar forma a la relación aparentemente inasible entre los relatos inconscientes, las ciencias naturales, las nuevas cosmogonías y las creencias mitológicas.

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