Anna Wintour: "Hay futuro para los jóvenes creadores"
Acepta que la industria de la moda enfrenta días difíciles. La editora de Vogue está convencida de que la salida es dar una mano a las pequeñas marcas
Es cierto que no es diseñadora, pero también lo es que pocos conocen tanto de moda como Anna Wintour. Su trayectoria la avala: ser la editora jefa de la edición estadounidense de la revista Vogue desde 1988 no es casual.
Por eso su comentario acerca del “futuro negro” de la industria fashion inquieta a muchos. Al menos a los que están vinculados directa o indirectamente a ese rubro que inspira a gente en todas partes del mundo. Según la experta, las consecuencias de la pandemia y la crisis económica que de ella se ha derivado no solo afectan a los empresarios emergentes, también a marcas consolidadas.
El show en la moda continúa... y ahora es virtual
Leer másLo dijo durante una entrevista con la cadena estadounidense CNBC, en la que se refirió también a la quiebra de tiendas como J. C. Penney, Neiman Marcus y J. Crew, declaradas en bancarrota.
¿El camino a seguir? Wintour se inclina por dar una mano a los emprendedores y a aquellos dueños de “pequeños negocios, ya sea de lujo o accesibles, los que no tienen ninguna fuente de ingresos”.
Su propuesta para alcanzar ese cometido está delineada: Vogue y el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos crearon en Amazon una vitrina virtual destinada a creativos de marcas pequeñas y medianas. Su afán es “hacerles entender que hay un futuro para los jóvenes y que no van a tener que echar el candado a su talento”.
Vestido wrap, sinónimo de feminidad
Leer másEn el país, las cosas no son diferentes. Así se desprende de las palabras de tres profesionales de la moda que conocen de cerca el problema. Olga Doumet, por ejemplo, entiende bien que se vive un periodo económico complicado y que los diseñadores deben ajustarse a estos nuevos tiempos con propuestas en las que prime la funcionalidad. Se trata, dice, “de encontrar el nicho”.
Fabrizio Célleri, con un bagaje de 23 años en el oficio, no parece optimista. Desde su punto de vista, para salir de la crisis que ya se vive es necesario amar más lo nacional, algo que, insiste, no es una característica de nuestra gente.
EXPRESIONES consultó a Gustavo Moscoso. El cuencano abre un poco más el abanico: sostiene que la COVID-19 nos empuja a ser más reales y ha puesto sobre el tapete la urgencia de cuidar el medio ambiente, también desde el mundo de la moda.
- Gustavo Moscoso: “El despertar de la conciencia es lo que está en boga”
Define la industria de la moda como una de las más importantes, pero también de las más contaminantes. Y la COVID-19 la obliga a reinventarse. “Se debe cambiar el poliéster por fibras naturales, amigables con el medio ambiente. Lanzar solo dos colecciones al año, propuesta a la que se unió Gucci. Los desfiles de moda, muy probablemente, no serán presenciales sino digitales”, afirma Gustavo Moscoso.
Y la lista sigue. Cree que durante un tiempo se usarán trajes con telas que impidan el paso de los fluidos, las mascarillas exigirán una inversión en diseño, tecnología, ergonomía, se harán a la medida. Tal vez, añade, vengan los turbantes que evitan el lavado excesivo del pelo para eliminar el virus… “Incluso el uso de prendas estilo burka o los buff”, esas bufandas que se levantan y cubren nariz y boca, y se bajan y complementan el outfit.
“Pero el tema más importante, porque la gente sobrevivirá y verá qué ponerse, es ser consciente con el medio ambiente, con la comunidad a la que se pertenece. Es saber que los seres humanos tenemos una segunda oportunidad para resurgir. El despertar de la conciencia es lo que está de moda, eso es lo que nos salvará y nos hará ver cool”, concluye.
Olga Doumet: “Se exige versatilidad en las combinaciones, funcionalidad y durabilidad”
Ella tiene claro que este es un periodo económico difícil, en el que la prioridad de compra se centra en los productos de primera necesidad. La vestimenta, dice Olga Doumet, que también es un rubro importante, cobra ahora otras características: debe ser funcional y durable, que se pueda utilizar más de una vez y de muchas maneras.
Esto, por supuesto, trae consigo algunos cambios. La mascarilla es el nuevo accesorio e influye en aspectos del maquillaje (“los ojos van a tener que vestir el rostro”) y el peinado, que ahora se lleva generalmente recogido.
“Se impone lo que los estadounidenses llaman ‘bed to street’ (de la cama a la calle), que son prendas que permiten comodidad en casa, pero que también se pueden usar para salir”, explica.
¿Cómo cree que será la reactivación de la moda? Ella responde con una sola palabra: paulatina. “La gente va a ser más selectiva a la hora de decidir en qué va a gastar su dinero. Y eso nos permite a los diseñadores encontrar espacios para hacer colecciones de productos que sean de alta necesidad y encontrar el espacio dentro de los requerimientos que podamos cubrir”.
- Fabrizio Célleri: “En Ecuador la gente no consume moda, consume ropa”
¿Hacia dónde va el futuro de la moda? La pregunta lleva a Fabrizio Célleri a hacer una afirmación tajante: “Aquí la gente no consume moda, consume ropa”. Es por eso que para este diseñador, la propuesta de Anna Wintour no es aplicable en nuestro país, del que dice “confunde ser modisto con ser diseñador”.
Desde la perspectiva que le da una carrera de 23 años, el tema aquí es más complicado de tratar. “He sido fiel a mi estilo, no a lo que la gente quiere consumir. Con lo que está pasando y con lo que vamos a vivir por algunos meses, probablemente tendré que aterrizar y reinventar, como todo el mundo lo está haciendo, como yo mismo lo he hecho siempre”.
Pero, insiste, el verdadero secreto para salir adelante está en la actitud. “Lamentablemente los ecuatorianos no hacemos fuerza, no entendemos la importancia de apoyar lo nacional. Debemos dejar de ir cada uno por su lado, porque de lo contrario no vamos a llegar a ningún lado”.