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Astrid Achi
Astrid Achi en una de sus presentaciones.Archivo

Astrid Achi: Antes de partir recibió escapulario de la Virgen del Carmen

Los restos de la soprano son velados en el cementerio Parque de la Paz. El sábado 14 está previsto el sepelio

El mundo de la música perdió a una gran artista, la soprano guayaquileña Astrid Achi, quien falleció en Solca, donde se encontraba hospitalizada debido a un cáncer de pulmón (adenocarcinoma). Previamente fue operada. Como su estado se agravó, se pidió orar por su recuperación. Lastimosamente, no fue así, ya que sufrió un paro cardiorrespiratorio.

Soprano Astrid Achi

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La ecuatoriana nacida en 1961, quien estudió canto y piano en el Conservatorio Antonio Neumane de Guayaquil y ganó el premio de la Sociedad Filantrópica en dos ocasiones, fue intervenida a corazón abierto el año pasado.

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Cuando conversamos con ella, antes de la cirugía, dijo que era algo que se le presentó de manera repentina y que le haría frente.

Según el doctor Efrén Vargas, quien era gran amigo de Astrid, “tuvo muchos problemas de salud, los padecimientos del corazón lesionaron su pulmón izquierdo, le apareció líquido en la pleura, una inflamación. Luego en el pulmón derecho tenía un tumor, el cáncer. Fue necesario intubarla. Se consideró llevarla a España, pero su situación ya era muy delicada”. También tuvo complicaciones para respirar y le dio septicemia.

Astrid Achi
Con el Coro Municipal de Adultos.Cortesía

Cantaba profesionalmente desde los 21 años. Su voz le permitió incursionar en diversos géneros musicales, no solo en lo clásico, además en lo popular. Tras su fallecimiento, las notas de pesar de amigos, conocidos y los voceros de instituciones se manifestaron. El Municipio porteño publicó un mensaje de condolencias: “Su legado y trayectoria musical permanecerán en la memoria de todos los guayaquileños”.

Ana María Vargas, del centro cultural que lleva su nombre y también gran amiga de la cantante, contó: “Nos conocíamos desde que estuvimos en el conservatorio. La admiración mutua nos llevó a consolidar una amistad. Nos queríamos y comprendíamos. Cada una con un carácter fuerte diferente. Siempre admiré su profesionalismo, el compromiso, la entrega y el respeto a su carrera y al público. Ella era una gran estrella, cumplía con todos los requisitos. Apenas pisaba el escenario volaba. Se olvidaba de los nervios y se entregaba totalmente”.

El músico Nerio David expresó que compartieron en varios eventos, pero nunca tuvieron la oportunidad de estar juntos en escena. “Admiraba su hermosa voz. Tenía un gran manejo técnico de la voz, la calidad excelente y bien trabajada. Un orgullo para Ecuador. No se consigue ese nivel si no se tienen estudios. Cantar es complejo, requiere esfuerzo, sobre todo en el canto lírico”.

Su colega Beatriz Parra, con quien siempre se comentó que existía rivalidad, indicó lo siguiente: “Un camino común escogimos desde niñas. Hemos compartido el mismo entorno, recorrido las mismas rutas, es decir, la vida. Guerrera y luchadora hasta el final. Con la certeza de que su voz seguirá brillando por siempre. Brille para ti la luz perpetua”. 

Tal vez presintiendo el final y conociendo la gravedad de su estado, Astrid se despidió del Coro Municipal de Adultos, del cual era maestra. Silvia Vélez era su alumna y dijo: “Grande maestra Astrid Achi, el Coro Municipal de Adultos se rinde ante tu lápida recién abierta y como tus últimos alumnos lloramos tu partida, no te olvidaremos jamás, gracias por todo lo que nos has dado, la música es nuestro consuelo y el saber que nos brindaste, nuestra alegría. Fue un gran honor haber sido tu amiga y alumna”.

Silvia añadió: “Ella nos enseñó lo que sabemos en la música. Nos dio lecciones de fortaleza, resistencia y humildad y durante la pandemia seguimos con los ensayos corales a través de Zoom, grabamos nuestra música. Se fue con la bendición de Dios.

Astrid Achi
Con el escapulario de la Virgen del Carmen.Cortesía

Su última presentación se dio en la iglesia San Judas Tadeo, donde recibió el escapulario de la Virgen del Carmen. Siempre lo llevaba. Los católicos sabemos lo que representa el escapulario. Hasta el 15 de agosto dirigió los ensayos. A partir de ahí se agravó su estado, nos envió unas fotos cuando recibía oxígeno en su casa. Para mí era un honor que me cante el cumpleaños feliz. Pedimos que continúe el coro y mientras se ausentó estuvo a cargo el maestro Christian Jaramillo”. 

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Astrid tenía dos hijas, Astrid María y Viviana. El cirujano plástico Nelson Estrella, quien la acompañó hasta el final, fue su esposo. Sus restos son velados en el Cementerio Parque de la Paz. El sábado 14 está previsto el velorio. 

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