Banksy, Rembrandt y otros se subastan en Sothesby’s
La casa de remates londinense Sothesby's ha anunciado una subasta que reúne 500 obras desde artistas antiguos hasta los contemporáneos
Con un calendario complicado por la pandemia de Covid-19, la casa de remates londinense Sothesby’s ha organizado una única subasta nocturna en la que reúne 500 piezas de todas las épocas, desde algunas de maestros antiguos hasta artistas contemporáneos.
El artista urbano Banksy puso a la venta un tríptico de pinturas sobre la crisis migratoria, en beneficio de un hospital para niños en Belén.
Las tres pinturas al óleo, que integran "Vista del mar Mediterráneo, 2017", constituyen una respuesta del artista ante la crisis migratoria que afecta a Europa desde 2010.
Éste "se hizo con tres viejas telas románticas que representaban paisajes marinos del siglo XIX", a las que salpicó con "chalecos salvavidas y boyas abandonadas", señala Sotheby's en un comunicado de prensa.
Con estos lienzos, Banksy "yuxtapone en su estilo un género artístico histórico con una cuestión política contemporánea: las muertes trágicas de miles de migrantes que han intentado atravesar el Mediterráneo para llegar a la Unión Europea", destaca la casa de remates.
El tríptico vendido entre 1 y 1.5 millones de dólares, fue exhibido en el hotel "The Walled Off" de Belén, abierto por el propio artista, cuyas habitaciones dan directamente al muro erigido por Israel, en Cisjordania ocupada.
Banksy anunció que donaría el dinero de la subasta al hospital BASR de Belén, para financiar una nueva unidad de cuidados para accidentes cerebrovasculares (AVC), y comprar equipos de rehabilitación para los niños.
La casa de remates ha anunciado también que uno de los tres únicos autorretratos de Rembrandt fue subastado por más de 18 millones de dólares.
El cuadro, de 15 por 20 cm, firmado y fechado en 1632 por el gran maestro flamenco, lo representa a lo 26 años vestido de ceremonial, de negro, con sombrero de fieltro y cuello blanco de encaje.
Para George Gordon, de Sotheby's, el atuendo formal, poco corriente sugiere que tal vez haya querido mostrarse elegante para cortejar a quien se convertiría en su musa y esposa, Saskia van Uylenburgh, y convencer a sus padres de que era un buen partido para su hija.
Pintado poco después de mudarse a Ámsterdam, el autorretrato también podía servir como una especie de tarjeta de presentación, mostrando a sus potenciales clientes su floreciente situación.
Según Gordon, lo realizó en muy poco tiempo, puesto que el fondo no había terminado de secarse cuando Rembrandt lo firmó.
