Beatrice Borromeo cumple 39 años de una vida más allá de la realeza

Nació hace 39 años (18 de agosto de 1985) en San Candido, una pequeña comuna italiana que actualmente cuenta con poco más de tres mil habitantes. Según contó en alguna ocasión la misma Beatrice Borromeo, creció junto a su padre en el campo. Su madre estaba entre el pueblo y Milán, y un día Beatrice decidió mudarse con ella a la ciudad. “Hasta que me largué de casa a los 16 años, porque no nos llevábamos bien”. Desde entonces vivió sola.

Pagaba sus estudios y el alquiler con trabajos como modelo, participando en la Semana de la Moda dos veces al año y en algunas campañas publicitarias... hasta que se estableció con Pierre Casiraghi, el tercer hijo de la princesa Carolina de Mónaco. Se casaron en 2015 y tienen dos hijos.

Aunque podría parecerlo, la historia de Beatrice Borromeo no es la de una cenicienta. Ella es miembro de una de las familias más influyentes: su padre es el conde de Arona; su madre, hija del conde Umberto Marzotto, heredero de una gigantesca industria textil.

Beatrice Borromeo, una historia fuera del protocolo

“Odio lo políticamente correcto, la hipocresía de quienes no toman partido nunca, no opinan, se adaptan como un camaleón para salvar sus intereses”, comentó a los 19 años, cuando fue invitada a colaborar en un espacio de debate en la televisión pública.

El periodista Michele Santoro se había dejado impresionar por esta joven que, en una entrevista publicada en el periódico Il Corriere della Sera, se declaraba atea y de izquierdas, y cargaba contra Silvio Berlusconi.

También colaboró con una revista dedicada a la protección del medio ambiente que lanzó su cuñada, Carlota Casiraghi, y trabajó en Il Fatto Quotidiano, un diario italiano independiente donde tenía a su cargo la sección de Economía y, en ocasiones, publicaba entrevistas a escritores.

Abandonar su trabajo para instalarse en Mónaco no le fue fácil. “Lo hice porque mi marido vive aquí, gestiona sus empresas desde aquí, y es el que gana más dinero de los dos”.

Con el tiempo, las cosas han cambiado. Si bien en el pasado su trabajo era su prioridad, ahora ha pasado a un segundo plano. “Yo procedo de una familia que nos hizo sufrir mucho cuando éramos pequeños, porque no supieron gestionar los problemas de manera adulta. Por eso, para mí es importante proteger a mi familia (tienen dos hijos pequeños) y estar unidos”.

Su relación con Carolina de Mónaco. No fue fácil para Carolina de Mónaco, madre de Pierre, recibir a Beatrice como parte de la familia real monegasca. Ella provenía del gremio de los periodistas, ese que en muchas ocasiones fue duro y crítico con ella y los suyos. Además, en alguna ocasión la joven había descrito la monarquía como algo “anacrónico”.

Sin embargo, las cosas han cambiado. Beatrice ha logrado acoplarse muy bien a su nueva vida. Incluso, la revista británica Tatler la nombró “personalidad de la realeza con más estilo de Europa”. En 2021, se convirtió en imagen de Christian Dior, poco antes de que Carlota Casiraghi fuese nombrada embajadora de Chanel.

Es común ver a la joven de 39 años en los eventos sociales más importantes de Mónaco, en los que su suegra es anfitriona, como el Baile de la Rosa. Sin duda, su papel discreto y el amor que ha demostrado por su esposo han logrado cambiar las cosas para, así, llevar la fiesta en paz.

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