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Bruno Barbieri
La pasión por la actuación le impide quebrarse ante la incertidumbre laboral propia de ese oficio.Cortesía Bruno Barbieri.

Bruno Barbieri, del modelaje a la actuación

El brasilero de madre ecuatoriana No se deja vencer por un no como respuesta. Tiene claros sus objetivos profesionales.

Apostar por la actuación como ejercicio profesional tiene dos caminos: tener siempre trabajo o construir una carrera sólida, que implica rechazar cierto tipos de proyectos. El actor brasilero, de madre ecuatoriana, Bruno Barbieri Roggiero, ha elegido el segundo y con eso la sensación semiamarga de vivir en desempleo intermitente hasta que llegue una propuesta que de verdad le permita crecer actoralmente.

Sus inicios fueron en Río de Janeiro, ciudad en la que vivió hasta mitad de sus veinte. Estudiaba Ingeniería Ambiental y el modelaje se presentó en su vida como una casualidad y una forma adicional de ganar dinero. Pasó un tiempo para darse cuenta que lo que de verdad le gustaba eran las cámaras. Posar para distintas marcas le dio una base que le permitió reconocer que en este oficio también se requiere saber de actuación pues, aunque estuviera enfocado únicamente en fotografías, es necesario tomar una actitud y personalidad distinta según lo solicitado.

En Brasil, estos dos mundos van muy de la mano y fue así como empezaron sus pininos como extra en proyectos televisivos. La interpretación lo atrapó en su totalidad. “Empecé a tomar clases, pero nunca he tenido vergüenza de estar parado frente a una cámara, me siento muy cómodo”, indica. Cuando las oportunidades de obtener mayor participación en el mundo actoral en su país empezaron a aumentar, tomó la decisión de irse a Ciudad de México para probar suerte allá. En el ámbito latinoamericano, el país azteca siempre ha sido su referente.

Empezó desde cero, pero con el respaldo de una agencia que le conseguía distintos castings. Entre ellos hubo uno muy importante y que recuerda mucho: el que hizo para Like, La Leyenda, una producción de Pedro Damián, en la que llegó hasta el proceso final pero que, lamentablemente, no consiguió el rol protagónico, pero lo puso más cerca de Televisa y sus directores.

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¿Cómo manejar el equilibrio y la motivación cuando el ‘no’ siempre lo tienes seguro? Bruno revela que aunque ser actor es vivir la mayor parte de la vida en la incertidumbre laboral, es la pasión lo que lo hace a uno mantenerse. Y no quedarse con un papel no lo ve como algo malo, más bien usa ese ‘feedback’ para hacer una introspección y descubrir en qué debe mejorar. “Tengo la mentalidad de que si no es para mí, es para otro, y el mío ya llegará. Trato de estar positivo siempre. Hay temporadas que no te sale nada, pero eso ayuda a ver qué cambios puedo hacer”, sostiene.

Las fiestas decembrinas lo trajeron hasta Guayaquil y es aquí donde tiene pensado permanecer hasta abril, pues además de grabar unos cuantos comerciales, está en conversaciones con algunas televisoras locales. Entérese qué más confesó el actor para EXPRESIONES.

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Su excelente físico le abrió las puertas en el mundo del modelaje. Así descubrió su pasión por la cámara.Cortesía Bruno Barbieri.

Entre México y Brasil, ¿cómo se vive?

Siento que en Brasil, el medio de la televisión es mucho más organizado y es mucho más rápido. No tienes tiempo para cometer errores ni equivocarte. En México son más perfeccionistas y hay tiempo para repetir las escenas cuantas veces sea necesario. En el tema de castings, en Brasil se pasa por más filtros, primero te eligen por fotografías, luego te llaman para que vayas presencialmente y, aunque no quedes, te pagan por haberlo hecho. En cambio, los mexicanos se manejan distinto, pues ahí te encuentras con miles de personas esperando para ‘castear’ y hay mucha más espera, también creo que es porque allí producen demasiado. Puedo decir que en México hay más trabajo según lo que he percibido.

¿Cómo ve a Ecuador?

Tengo poco tiempo acá pero, por lo que he visto, siento que faltan escuelas de actuación para que la gente pueda estudiar y prepararse. Pero algo bueno es que hay mucho teatro, y eso es el origen de todo. Creo que hay mucho potencial, pero deberían priorizar más el talento que la belleza o físico de la persona. Es lo que he sentido. Si tengo trabajo aquí me quedaría más tiempo para hacer material y conocer gente, pero mi objetivo final es irme a Madrid, ahí está el mercado de los grandes”.