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Burnout: celebridades que lo padecen y sus tratamientos
Si alguna vez te has sentido así, no dudes en leer el siguiente textofreepik

Burnout: celebridades que lo sufren y cómo recuperarse de este fenómeno

Las redes sociales hablan de él, pero no todos lo entienden. Calma... aquí te explicamos qué es y cómo sanarte

Se sabe muy bien que las celebridades tienen agendas extremadamente apretadas, con múltiples actividades que atender en un solo día y, en ocasiones, visitan varios países en una semana sin detenerse ni un momento.

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Muchos se preguntan cómo logran no agotarse y cumplir con todo. La respuesta es simple: aunque no se sepa, al igual que tú, ellos también sufren de agotamiento extremo; nadie está exento de ello. A este cansancio se le llama burnout.

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¿Alguna vez te has sentido exhausto porque el trabajo te drena por completo? Esto es burnout. No se trata solo de cansancio físico, sino también emocional y mental. Es como si tus baterías estuvieran completamente descargadas, y además te sientes desconectado de lo que haces. Estudios indican que este síndrome es muy común en trabajos con alta presión constante, como en los sectores de la salud, la educación y, por supuesto, en la industria del espectáculo.

Lo más preocupante es que no solo afecta a la persona que lo experimenta, sino también al entorno laboral. Imagina un equipo donde la mitad de las personas está “quemada”: hay más ausencias, menos motivación para hacer bien las cosas y un ambiente pesado. Según la APA (American Psychological Association), esto puede convertir cualquier lugar de trabajo en un desastre. Por eso es fundamental entender qué lo causa y cómo manejarlo.

Las razones detrás del burnout son diversas. Puede deberse a jornadas laborales interminables, la falta de reconocimiento por el esfuerzo realizado o, simplemente, una carga laboral abrumadora. A veces también tiene que ver con aspectos personales, como el perfeccionismo extremo o la dificultad para establecer límites claros.

Pero hay buenas noticias: sí es posible superarlo. Por ejemplo, tomarse descansos reales, reflexionar sobre lo que realmente importa y cuidarse a uno mismo son pasos esenciales. Un artículo de Harvard también sugiere que es crucial fomentar una cultura laboral donde todos se apoyen mutuamente.

De hecho, investigaciones recientes publicadas en ResearchGate destacan que el apoyo social es clave. Sentir que alguien te escucha o saber que puedes contar con tus compañeros mejora significativamente la situación. Es como si el burnout fuera un problema que, cuando se aborda colectivamente, se vuelve más manejable.

En resumen, el burnout es un desafío difícil, pero no invencible. Hay estrategias para enfrentarlo y, si tanto las personas como las empresas trabajan en equipo, puede prevenirse y superarse. A continuación, te dejamos algunas técnicas para recuperarte de este fenómeno.

Celebridades que han padecido Burnout

Las enfermedades no distingue entre profesiones ni bolsillos, y muchas celebridades han compartido sus experiencias con este agotamiento extremo.

Por ejemplo, Lady Gaga ha hablado abiertamente sobre cómo las presiones de su carrera la llevaron a un colapso emocional y físico. En su documental Gaga: Five foot two, se muestra vulnerable, explica cómo el estrés constante y las expectativas de su carrera afectaron su bienestar mental.

Beyoncé también es un ejemplo de cómo incluso los más exitosos enfrentan estos desafíos. En una entrevista, compartió que, tras una etapa de agotamiento extremo, tuvo que aprender a decir ‘no’ y establecer límites para proteger su salud.

Otra figura pública que ha lidiado con el burnout es Selena Gomez. Ella pausó su carrera para priorizar su salud mental. En varias entrevistas, explicó cómo los intensos horarios de giras, combinados con problemas de ansiedad y depresión, la llevaron a buscar tratamiento. Esta decisión inspiró a muchos de sus seguidores a priorizar su propio bienestar.

Sin importar el nivel de éxito, todos somos vulnerables a las demandas excesivas y la necesidad de autocuidado. Así que no sientas pena ni vergüenza y regálate la oportunidad y el tiempo para recuperarte.

¿Sabes si lo tienes?

Antes de afirmar que estás quemado o en burnout, es importante asegurarte de que realmente sea eso lo que estás experimentando. El burnout suele manifestarse a través de tres señales principales: falta de energía o agotamiento constante, sentimientos de negatividad o cinismo y bajo rendimiento en actividades cotidianas.

Según Cleveland Clinic, es útil reflexionar sobre qué situaciones específicas están generando esas sensaciones de desesperanza. Pregúntate qué tan grave es el agotamiento que sientes y si puedes abordarlo por tu cuenta haciendo ajustes o necesitas apoyo externo para superarlo.

Si después de un análisis personal identificas que estás enfrentando burnout, te recomienda acudir a un profesional de la salud como primer paso. A veces, lo que creemos que es estrés extremo puede deberse a condiciones médicas subyacentes, como problemas de tiroides o deficiencias nutricionales graves. Una vez descartadas estas posibilidades, la ayuda de un terapeuta puede marcar la diferencia. Es posible que lo que parezca un burnout esté relacionado con la depresión o, incluso, que ambos problemas estén ocurriendo simultáneamente. Abordar todas las posibles causas es esencial para recuperar tu bienestar.

La diferencia con el estrés

Están relacionados, pero no son lo mismo. El estrés implica demasiadas demandas físicas y mentales, pero con la esperanza de que, al manejarlo, es posible sentirse mejor.

En contraste, el burnout es la sensación de vacío y agotamiento mental, una falta de motivación y de cuidado, sin expectativas de salir del hoyo en el que se ha caído.

Mientras que el estrés es como ahogarse en responsabilidades, el burnout se siente como estar completamente seco. Además, el primero suele ser evidente, pero el otro puede pasar desapercibido hasta que está en una etapa muy avanzada.

Formas para sentirte mejor

  • Identificar la causa raíz: comienza por reflexionar sobre qué aspectos específicos de tu trabajo o vida diaria están generando estrés excesivo. Puede ser la carga laboral, la falta de control, la ausencia de apoyo o problemas personales que afectan tu desempeño. Reconocer estos factores es el primer paso para tomar medidas efectivas.
  • Tomar descansos regulares: Incorporar pausas cortas durante la jornada ayuda a despejar la mente y recuperar energía. Además, considera tomar días libres o unas vacaciones si sientes que necesitas una desconexión total para recargar tus baterías.
  • Establecer límites: Aprende a decir ‘no’ a tareas adicionales cuando ya estás sobrecargado. Define horarios claros para el trabajo y respétalos. Esto incluye no revisar correos electrónicos ni atender llamadas laborales fuera de tu horario establecido.
  • Pedir ayuda: Hablar abiertamente con compañeros, supervisores o un mentor sobre tus desafíos puede aliviar la presión. Muchas veces, compartir tus preocupaciones lleva a encontrar soluciones colaborativas, como redistribuir responsabilidades o priorizar tareas.
  • Practicar autocuidado: Dale prioridad a hábitos saludables como dormir al menos 7-8 horas, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente. Estas acciones mejoran tu estado físico y mental, ayudándote a enfrentar el estrés con mayor resiliencia.
  • Reconectar con pasiones: Dedica tiempo a actividades que disfrutes, como pintar, leer, cocinar o practicar deportes. Hacer cosas que te llenen de alegría te ayuda a recuperar energía y a recordar que tu vida no se limita al trabajo.
  • Reevaluar prioridades: Haz una pausa para reflexionar sobre tus metas a largo plazo. Pregúntate si tu trabajo actual se alinea con tus valores y objetivos personales. Si no es así, quizás sea momento de redirigir tu camino.
  • Terapia o coaching: Un terapeuta o coach puede ayudarte a explorar tus emociones, identificar patrones de pensamiento perjudiciales y aprender técnicas para manejar el estrés. Es un apoyo invaluable en el proceso de recuperación.
  • Crear una red de apoyo: Rodéate de personas con las que puedas hablar sin sentirte juzgado. Esto incluye amigos, familiares o incluso grupos de apoyo en los que puedas compartir experiencias similares y obtener consejos prácticos.
  • Cambiar de ambiente: Si las condiciones de tu entorno laboral son insostenibles y no mejoran con cambios internos, considera la posibilidad de buscar otro trabajo o cambiar de área. A veces, un nuevo comienzo es lo que necesitas para recuperar tu bienestar.
  • Jugar como lo hacías de niño: Reconecta con esa parte de tu vida en la que el juego era puro y libre. Esto no significa hacer cosas extravagantes, sino actividades sencillas que disfrutabas de pequeño, como balancearte en un columpio, construir algo creativo o bailar sin preocuparte por el qué dirán. Dedica al menos 10 minutos al día a estas actividades, y notarás cómo tu espíritu se llena de alegría y energía.

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