Camilla luce joyas de la familia real británica
La reina consorte con Carlos III visitan Alemania de manera oficial. Recibieron un homenaje en una cena de gala.
Carlos III y Camilla debutaron como reyes de Inglaterra en su primera visita de Estado al extranjero desde que subieron al trono, el pasado septiembre. El histórico honor se lo llevó Alemania. En el banquete de gala ofrecido por el presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Büdenbender, en el palacio de Bellevue en Berlín, Camilla asumió un reto en su papel como nueva reina consorte de su país y, por tanto, su máxima embajadora.
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Leer másNo dudó en mostrar su elegancia y espectaculares joyas. Además apareció con un vestido negro, largo y recto, con amplio escote y bordados de laurel en plata, firmado por Bruce Oldfield, su diseñador de cabecera.
De entre el amplio joyero de los Windsor, la soberana consorte escogió algunas de sus piezas más simbólicas, la tiara Boucheron de diamantes que perteneció a la reina madre (Elisabeth, progenitora de Isabel II) y que ella heredó para su uso exclusivo por decisión de la que fuera su suegra.
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Leer másTambién hizo un guiño muy especial para la difunta soberana. Lució en la solapa un broche de platino con la imagen pintada a mano de Isabel II y que es la condecoración de la Orden de la Familia de la Reina que esta misma la otorgó con ocasión de su 60 cumpleaños, en 2007.
Esta se reserva solo a las mujeres de la familia real. Y no era la única prenda que la recordaba. En su cuello también se puso la pieza de tipo ‘Fringe’ una de las favoritas de la anterior monarca y que se puede utilizar como collar y como tiara. De hecho, Isabel la llevó en su boda con el duque de Edimburgo en 1947.
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Leer másAdemás, en su cintura presentaba la condecoración de la Gran Cruz otorgada por el presidente de Alemania concedida por su visita al país. Al lado de esta llevaba prendida la Estrella de la Jarretera, que era la distinción familiar propia de la reina Victoria.
Hay que recordar, además, que el rey Carlos tiene vínculos familiares con Alemania. El soberano sorprendió hablando en un alemán más que correcto.
El próximo 6 de mayo, Carlos III será coronado como monarca en Londres, en uno de los ceremoniales históricos más impresionantes.
Durante su permanencia en Alemania, Carlos fue agasajado con una gran tarta en forma de corona dorada con detalles en colores amarillo, verde, rojo y camel.
El pastel, de tamaño considerable, fue la réplica de la icónica pieza de la institución colocada sobre un cojín morado con textura y apariencia mullida y ha sido una trabajadora quien se lo ha mostrado al rey en su llegada a Brandenburgo, donde visitó una fábrica alimentaria.
Allí vio de cerca cómo se elaboran los productos y el método de trabajo que siguen los empleados y se ha enfundado en el uniforme de trabajo que visten habitualmente. Con bata blanca y cubriendo sus pies, Carlos de Inglaterra se ha mimetizado por completo. También estuvo en el centro para refugiados de Ucrania ubicado en el antiguo aeropuerto berlinés de Tegel, emplazamiento que ha acogido a más de un millón de ucranianos desde el inicio de la guerra. Allí, además de intercambiar opiniones con los voluntarios y empleados de la organización, se divirtió jugando al futbolín y al billar.
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Leer másCarlos III volvió a demostrar en esta cita, en la que estuvo acompañado por el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y la alcaldesa de Berlín, Franziska Giffey, que tiene gran sentido del humor.
Rodeados por los viandantes y cantidad de cámaras que buscaban filmar el histórico instante, el matrimonio real paseó entre los puestos y charló con los comerciantes, interesándose por los productos que tenían a la venta.