Carla Bruno: "No me considero tímida"
Es hija de Carla Sala. Tiene 18 años, estudia Periodismo y su sueño es desfilar en las pasarelas internacionales.
Apenas tiene 18 años. La guayaquileña Carla Bruno, hija única de la bailarina y presentadora Carla Sala, aspira a ser modelo y actriz. Cursa Periodismo en la Universidad Casa Grande y con su progenitora han puesto en marcha el emprendimiento de trajes de baño Carla Sala Swimwear. Sus medidas son 92-70-104. “Soy muy caderona”, comenta entre risas.
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Leer más¿Cómo surgió este emprendimiento?
Siempre me han gustado los bikinis, a mi mamá también y siempre los hemos usados. Un día ella se fue a la playa con su asesor de imagen, José Vargas. Él le sugirió sacar una línea de trajes de baño. Conversamos y se dio el proyecto. Son para todos los cuerpos y edades, es decir, gente joven y madura. No solo hay prendas de dos piezas, además enteras. Soy feliz luciendo la ropa, la apoyo.
Cuando su mamá se cortó el cabello y lo cambió de tono, ¿usted la apoyó en esa decisión?
Antes de someterse al cambio, me comentó sobre la idea de cortarse el cabello. Yo tenía dudas, pero ella siempre hace lo que considera le conviene. Quería lucir una nueva imagen, lo ha tenido largo y corto. Creo que ahora desea ponerse extensiones (risas).
Seguramente se darán comparaciones entre usted y ella...
No me molestan las comparaciones, aunque creo que no deberían hacerlas. Sé que fue una de las mujeres más deseadas del país. Siento orgullo por ello. Si alguien opina o no de mi cuerpo no me importa. Todo es natural, lo único que quiero operarme es la nariz porque tengo el tabique desviado. A veces dicen que nos parecemos.
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Leer más¿En qué cree que se parecen?
Ella tiene un carácter fuerte y explosivo, ambas somos muy emocionales. Aunque a veces no lo demostramos. Mi temperamento es más tranquilo. Admiro su manera de lidiar con los problemas. Ojalá algún día tenga esa capacidad.
¿Y en lo físico?
En las cejas, las caderas y las piernas. Soy muy cejona por mi abuelita Colombia y por ella. Soy más alta que mi mami. Mido 1,75 metros. En cambio ella, 1,70 o 1,72 metros.
La comunicación también es parte de su vida…
Siempre me ha llamado la atención el periodismo. Creo que tengo facilidad de comunicación y me gusta el medio. No me considero tímida. Antes de la pandemia iba a viajar a Argentina con mi mamá y José Ernesto (Amador) para estudiar Periodismo. Por la crisis sanitaria cerraron los aeropuertos.
No lo he descartado, quisiera una universidad que me permita estudiar de manera virtual, así podré estar en cualquier parte del mundo sin problema. Tengo otras metas que no son en Ecuador. Mi mamá viajará el sábado a Argentina. Tal vez yo vaya más adelante. Ella se fue y volvió varias veces, no se quedó mucho tiempo, pero ahora nada está muy claro. No tiene un pasaje de regreso.
¿Ser hija única ha sido un problema?
Soy la única hija de mi mamá, pero mi padre (Piero) sí tiene otros hijos. No hablo con ellos, no ha existido una relación, pero no por nada malo, simplemente hay situaciones que no se dan.
Carla fue madre y padre para usted. ¿Con su progenitor ha mantenido algún contacto?
Soy relajada en ese aspecto, no guardo resentimientos. Hace algunos años hablamos. Aunque no esté presente, ni exista un vínculo, hay un respeto porque es mi padre. Admiro a mi mamá, se ha sacrificado mucho por mí.
En una ocasión nos fuimos de viaje, me compró todo y ella no se compró nada. No podía creerlo. Me dijo que cuando sea madre lo entendería porque un hijo siempre es prioridad.
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Leer másEn las ocasiones especiales queremos tener con nosotros a nuestros seres queridos.
Mi papá me escribió antes de mi graduación, tenía ganas de ir, pero no ha sido una persona que ha estado en mi vida. Sé que quería bailar el vals conmigo, pero no. Lo bailé con José Ernesto, quien ha sido como mi padre.
Los sentimientos no se imponen, simplemente nacen.
Así es. José Ernesto se ha ganado mi cariño, nos llevamos bien y siempre ha estado ahí. Tengo 18 años, ha sido parte de mi vida desde los 8. Quiere a mi madre. Todo eso es importante. En una ocasión me contó que quería tener un hijo, llegué yo. Ocupo ese lugar. Lo siento como un padre.
Aunque es muy joven, ¿ya ha vivido sus primeras experiencias amorosas?
Ahora estoy sola y tranquila, mi primer novio lo tuve a los 14 años. Prefiero estar así por el momento. Mi mamá me da confianza, los chicos que van a mi casa son mis amigos de siempre.
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Leer másTiene el físico para modelar o para participar en reinados. ¿Le interesa?
Muero por ser modelo, es mi meta. Por ello quiero estudiar online porque una de mis aspiraciones es ir a Nueva York, Estados Unidos. Es una ciudad cara, pero con muchas oportunidades. Vale la pena el sacrificio. Mi mamá me ha dicho que arme un portafolio con fotos para enviar a diferentes agencias.
El modelaje me apasiona. A los certámenes de belleza no los descarto, el reinado de Guayaquil o Miss Ecuador. La actuación también me encanta. La juventud se pasa muy rápido, no quiero arrepentirme de nada ni perder oportunidades.
¿Qué le dice a usted una crisis sanitaria como la que se vive?
La pandemia me abrió los ojos. Se tienen muchos planes, pero todo puede cambiar en segundos. Un día antes de la cuarentena, yo estaba en mi fiesta de graduación. Mi mamá, José Ernesto y yo nos enfermamos con coronavirus. En mi caso fue pasajero, pero él estuvo muy delicado, en terapia intensiva. Le dije a ella que no se plantee que algo malo iba a ocurrir. Gracias a Dios se recuperó.