Carlos III: Lleva su propia sangre en sus viajes en caso de que sea necesaria
El monarca de Reino Unido, quien fue diagnosticado con cáncer, visita Australia
El rey Carlos de Inglaterra está de gira por Australia y Samoa. Aquello lo obligó a pausar su tratamiento contra el cáncer que le diagnosticaron el pasado mes de febrero. Sin embargo, una vez que regrese al Reino Unido, deberá retomarlo.
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Se han tomado una serie de medidas. La primera de ellas, y que no tiene que ver con el protocolo sanitario, es que el recorrido se ha acortado y no incluye una visita a Nueva Zelanda, ya que su equipo médico aseguró que eso ya iba a suponer demasiado para la salud del soberano.
Desde Buckingham se decidió que junto a él viajen dos médicos. The Times afirma que es "vigilado de cerca". Sin embargo, no se cree que el jefe de la casa médica real, Michael Dixon, sea uno de estos profesionales.
Además, los doctores del monarca llevan consigo equipamiento que incluye un desfibrilador portátil, medicamentos de emergencia y no pueden alejarse del rey en ningún momento.
Una reserva
Como es ya habitual se llevó un suministro de su propia sangre para así asegurarse de que haya una coincidencia exacta en caso de que sea necesaria una transfusión. Esta es una práctica habitual en muchas casas reales, pues cuando los reyes Felipe y Letizia viajan, también lo hacen con bolsas de su propia sangre. Debe haber siempre una reserva preparada para ser utilizada de manera urgente.
Los médicos de Buckingham dieron el visto bueno para que se pueda llevar a cabo esta gira por Oceanía. El domingo 20 serán los actos previstos en Australia, donde estarán hasta el siguiente miércoles. Posteriormente, se trasladarán a Samoa para la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth.
Un hombre asegura ser su hijo
La seguridad es máxima en este viaje, y no solo por el estado de salud del soberano. También por una amenaza que ha recibido de parte de un hombre que asegura ser su hijo. Se llama Simon Charles Dorante-Day, tiene 58 años, nació en Reino Unido, pero ahora vive en Australia.
Según informa el Daily Mail, está convencido de que es hijo ilegítimo de Carlos III y fue entregado en adopción poco después de nacer. De acuerdo con la información que maneja el periódico inglés, lleva años exigiendo una prueba de ADN para demostrar su afirmación. Pero ahora, amenaza con tomar el asunto con sus propias manos.
Fue en la noche de este pasado viernes, 18 de octubre, cuando Carlos y Camila aterrizaron en la capital australiana. Una llegada empañada por la lluvia y tormenta eléctrica. Fueron recibidos por varias autoridades del país.
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