Carlos Julio Gurumendi se despide de la TV e incursiona en la política
El comunicador recibió una propuesta para ser candidato a concejal. Laboró cinco años en RTS
Tras laborar cinco años en RTS, el reportero Carlos Julio Gurumendi decidió renunciar para tomar nuevos rumbos. Era parte de 'El despertar de La Noticia', 'La Noticia, primera emisión' y 'La Noticia en la comunidad'. Fue en este último espacio en el cual ayer dijo que se marchaba, mientras sus compañeros Allyson Carrillo, José Luis Arévalo, Rodolfo Baquerizo, Rosaelena Vásconez y Jorge Salazar le deseaban éxitos.
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Leer másAntes de trabajar en esa cadena de TV laboró en Ecuavisa, Teleamazonas, Telerama y Cablevisión. 29 años se dedicó a la Comunicación. “Extrañaré el periodismo, casi tres décadas, pero así es la vida, las oportunidades se presentan una sola vez y hay que tomarlas. Con la bendición de Dios y con la de mis padres (Carlos y Gloria) que están en el cielo y siempre me guían, seguiré adelante”, dice.
Carlos Julio se levantaba a las 03:45 para estar en RTS a las 04:20. Estaba cansado de madrugar y aspiraba a convertirse en presentador de uno de los noticiarios. Tras el fallecimiento de Hugo Gavilánez se dieron cambios en estos informativos, pero a él no se lo consideró. Le surgió una propuesta en la política, no lo dudó y aceptó. “Además se vive mucha inseguridad en Guayaquil, todo el dolor que se ve. Es hora de servir desde otra trinchera y siempre será con la comunidad”, expresó.
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Leer másDurante 2020, él y otros de sus compañeros en plena pandemia por el coronavirus ‘vivieron’ en las instalaciones de RTS. Ahí comían, dormían y trabajaban. Fue una medida tomada para evitar que ellos que estaban recorriendo hospitales, morgues, las calles... contagiaran a sus familiares.
“Cinco meses encerrado, no podía abrazar a mi padre por temor a contagiarlo, ese fue un gran dolor. Recuerdo que una señora no tenía cómo fumigar y sentía miedo, su esposo había muerto y nosotros llegamos con el carro fumigador, a pesar de todo vivimos alegrías llevando alimentos, medicinas, sillas de ruedas, pañales, haciendo campañas. Dimos a conocer historias tristes y emotivas, con el aumento de la delincuencia desatada hemos recibido amenazas, pero ahí hemos estado al pie del cañón. Como expresa mi compañero Martín Ascencio: 'donde las salchipapas queman'”.
Se convirtió en noticia internacional cuando en 2020, en plena transmisión en vivo, no aguantó y se puso a llorar. Estaba desde la iglesia San Jerónimo de Chongón, cuando le dieron paso. De un momento a otro, la voz se le entrecortó durante unos segundos, solo se escucharon unos repiques de campanas.
"Perdón”, alcanzó a decir. “Fueron sentimientos encontrados. Minutos antes había visitado a mi familia y no la pude abrazar, por el riesgo de un contagio, y el repique de las campanas me llegó al corazón, sentí impotencia de ver cómo la gente se estaba muriendo por una pandemia que nos ha cambiado la vida a todos”, comentó entonces.