Carolina Peñafiel: “Lo perfecto es enemigo de lo posible”
Tras lanzar su propia línea de vestidos, quiso unirse con más creativos y formar Designer´s Closet, donde destaca lo ‘Hecho en Ecuador’.
Su carrera en la vida tiene dos partes. La primera la vivió de manera corta en las aulas de Administración de Empresas; la segunda, en la facultad que le movió el alma: Diseño de Moda.
Desde los bocetos, telas y vestidos, Carolina Peñafiel estableció su marca Amorcaro que no para de crecer, pero también abrió un espacio para más diseñadores, al cual lo llamó Designer´s Closet.
Sus días pasan entre ser diseñadora y desenvolverse como emprendedora. “Emprender no es fácil. No es color de rosa, se necesita mucha disciplina. Porque cuando tienes un negocio, todo depende de ti, especialmente en los primeros tiempos”, reflexiona tras casi cuatro años en ese mundo.
Por eso se toma muy en serio sus emprendimientos. Y no para. Sigue sin miedo. “Lo perfecto es enemigo de lo posible, lo peor que podemos hacer es paralizarnos... Creo que no hay que esperar a tener todo perfecto para hacerlo, debes lanzarte y, poco a poco, ir puliendo los detalles en el camino”, aconseja.
Mientras tiene todas sus actividades en agenda separa un espacio para EXPRESIONES y cuenta cómo ha sido la construcción de sus marcas, pese a la pandemia, y más desafíos que enfrentó en el proceso.
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¿En qué planes estás trabajando? se le pregunta a esta emprendedora que ya tiene todo en calendario. “Ahora estoy estudiando a distancia Fashion Business”, contesta. No deja de aprender y es fiel a lo que le gusta desde niña.
Primero fueron los trajes de sus Barbies. Llegada la adolescencia le gustaba ver los certámenes de belleza, sobre todo el desfile de vestidos de gala. “Me encantaba, esa era mi parte favorita”, recuerda.
Aunque tenía claro que quería dedicarse a la moda, una vez que terminó la secundaria se apuntó a la carrera de Administración de Empresas. Esa fue su primer prueba y error. “Me fui por una carrera tradicional, porque el Diseño de Modas aún no estaba muy asentado. Estudié dos años, pero sentía que no era lo mío, así que decidí tomar un año sabático”, cuenta.
Al retomar los estudios, todo comenzó diferente. “Pensaba estudiar lo mismo, pero en otra universidad. Estaba a punto de inscribirme, pero a través de un amigo me enteré de que había cupos abiertos de lo que realmente me gustaba y en otra institución... Ese día llegué a casa diciendo que sería diseñadora”, comenta aún con emoción.
Estudió Diseño de Modas en el Tecnológico Sudamericano y luego se graduó en Chio Lecca Fashion School, donde aprendió a explayar su arte en el diseño.
Sin pensarlo mucho lanzó Amorcaro en septiembre de 2019, teniendo siempre a las ecuatorianas como sus musas. “Siempre tuve como objetivo tener mi propia marca de ropa y cuando se dio la oportunidad no lo dudé. Me motivó el hecho de crear algo propio, las ganas de ser mi propia jefa y tomar mis decisiones. Esto es lo que me hace feliz y apasiona”, refiere.
Si bien comenzó con románticos vestidos casuales, luego lanzó una línea más sofisticada para eventos de alta gala. Todo confeccionado por manos ecuatorianas. “Es maravilloso verlas lucir mis diseños y acompañarlas en sus ocasiones especiales me mueve el alma”.
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Amorcaro marcó su rumbo a la hora de emprender. En sus inicios dice que estuvo tocando puertas en diferentes tiendas multimarcas y pudo tener presencia tanto en Guayaquil como en Quito.
”Sobrellevar la incertidumbre de la pandemia fue el mayor desafío, porque a pocos meses de haber lanzado mi marca ya estaba en tres puntos del venta a nivel nacional y en pleno confinamiento. Pero no bajé los brazos. A pesar del miedo y las dificultades, es importante ser positivos, encontrar tu motivación y las ganas de seguir adelante”.
Con ese ritmo se mantuvo durante toda la pandemia, hasta que en 2022 se lanzó a abrir un espacio que apoyara a otros diseñadores locales de diferentes ítems. Desde indumentaria, calzado, carteras hasta joyas. A eso lo llamó Designer´s Closet y es lo que atrae la mirada de mujeres que caminan por la transitada calle de Entre Ríos, en Samborondón.
En su agenda personal tiene que dividirse no solo con los temas de su marca, sino también de la tienda. Y confiesa que la motiva el interés por lo hecho en Ecuador.
“El mercado de la moda ecuatoriana está siendo muy explorado, ha incrementado el consumo local y se nota cuando, cada vez más, las clientas prefieren usar prendas únicas y exclusivas, con valor e identidad”.
Inició con diez diseñadores locales y actualmente exhibe las creaciones de cerca de 40 creativos, entre esas su marca.
Esto le ha sacado también su lado polifacético (como suelen ser la mayoría de emprendedores). “Soy la todóloga. Pero detrás de todo cuento con el staff más increíble que son mi familia y mi novio. Ellos me apoyan en todos mis proyectos”, confiesa.
A fin de que todo crezca se da tiempo para seguir aprendiendo y se ha apuntado a estudiar a distancia Fashion Business en Espacio Buenos Aires (Argentina).
Conoce bien la diferencia entre ser diseñadora y emprendedora. “Ha sido desafiante y enriquecedor empezar a entender lo que funciona y qué no... Me di cuenta de que con el resto de diseñadores teníamos el mismo miedo, pero me tocó ser más fuerte, optimista, arriesgada. Darles la seguridad a los demás que todo va a estar bien. Esto es de personas fuertes”, concluye.
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