Casandra Sabag transforma Moby Dick en arte
La artista mexicana inaugura en Quito una muestra en la que la creación escultórica converge con el clásico literario
“Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo”. Así arranca Moby Dick, afamada novela de Herman Melville.
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Leer másLa obra, publicada en 1851, es considerada un clásico, y su reconocimiento e influencia ha trascendido las barreras de lo literario hacia el cine, el cómic y la pintura.
La novela también fue crucial para el proceso de creación de la artista y antropóloga visual mexicana, Casandra Sabag Hillen. Sin embargo, no fue hasta este año que decidió trasladar esa conexión emocional hacia lo palpable, uniendo la emblemática obra con su propia creación escultórica.
Así surgió Variaciones de Moby Dick, exposición que abrió sus puertas en la galería Sara Palacios, en Nayón, valle de la capital.
“Es interesante pensar en las lecturas que te han marcado, pero cuando el tiempo pasa, dejan de ser tan relevantes. Están ahí, pero ya no vuelves a ellas. Sin embargo, cuando haces una relectura, años después o décadas más tardes, te encuentras con detalles que no recordabas, con símbolos que ahora interpretas de otra manera”, señala.
Para esta muestra, no obstante, Sabag Hillen no se quedó solo con su propia relectura, sino que decidió indagar en la construcción de la obra en español, buscando traducciones de la novela elaboradas a lo largo de dos siglos.
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Leer másTras hallar más de una veintena de ellas, la artista dio paso a su propia innovación, transformando su trabajo escultórico con la incorporación de latón para vida a escenas e imágenes narradas en la novela.
“Es una serie de veinticuatro piezas de cerámica con latón que cuentan con una misma morfología y que trabajan con elementos del mar y del fuego. Hay una pieza por cada traducción”, afirma.
La sutileza del lenguaje
Durante su visita a la capital, la artista recorrió librerías con el fin de hallar nuevas traducciones de la novela para su colección. “Creo que lo más interesante es que, a pesar del enorme trabajo que implica una traducción, no siempre se menciona al traductor. Estas piezas también rinden un homenaje a ese trabajo”, dice.
Añade que, en esa búsqueda, halló que las traducciones más contemporáneas actualizan elementos de la novela para las audiencias más jóvenes. “Hay algunas en las que ya no se habla de una brújula, sino del gps”, dice.
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