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Catalina Chiriboga y María Gracia Holguín.
Madre e hija.cortesía

Catalina Chiriboga y María Gracia Holguín: "¡A tocarse las 'cookies'!"

Ellas a través de su emprendimiento de galletas incentivan la detención temprana del cáncer de seno.

La unión de Catalina Chiriboga con su hija María Gracia Holguín va más allá de los genes. Ambas son amantes de las causas sociales y tradujeron esa pasión en un proyecto que terminó en emprendimiento.

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De la pasarela a la calle

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Desde el 2021 están al frente de la Cookietería, un lugar rosa en medio del sector de Cumbayá, donde destacan los sabores y texturas de las galletas tipo gourmet. Pero estas tienen una particularidad. Invitan a “tocarnos las ‘cookies’” para la detección oportuna del cáncer de seno.

En diálogo con EXPRESIONES ellas contaron cómo han logrado formar este equipo en el que resalta el poder femenino, los productos 100 % ecuatorianos y la tendencia ecoamigable.

Cuando conversan sobre sus inicios dicen que conjugaron la experiencia de ambas: María Gracia es la chef y Catalina la publicista.

Las dos tenían un camino en trabajo de dependencia, sin embargo en la pandemia decidieron dar un giro a su estilo de vida.

María Gracia, como licenciada en arte culinario, había podido tener trayectoria en diferentes restaurantes. Sin embargo, en ese camino no todo fue color de rosa. “Hubo situaciones que empezaron a ser alertas rojas. En las cocinas vi desde machismo hasta acoso a compañeras de rangos más bajos, y me dije ‘no puedo trabajar así, necesito algo propio’”, recuerda.

Catalina, en cambio, a la par de su trabajo como publicista estaba involucrada en eventos de prevención del cáncer de seno. “Siempre he tenido empatía por ayudar a la gente porque mi forma de pensar es que todo lo que uno haga debe llevar un propósito”, precisa.

Con ese antecedente, María Gracia le planteó su interés de montar un negocio juntas y, entre lluvias de ideas, quedó el tener una ‘galletería’ con el fin de salvar vidas.

Catalina Chiriboga y María Gracia Holguín.
María Gracia es la chef y Catalina, la publicista.cortesía

Bandera ecuatoriana y ‘ecofriendly’

De alma ‘foodie’ (amante de la cocina). Así se considera María Gracia y ese gusto lo va plasmando cada que vez que pone manos en la masa.

“En las galletas hay sabores que me recuerdan a mi infancia, otros que se volvieron parte de mí mientras iba creciendo, y los que fui descubriendo cuando empecé a estudiar y viajar”, comenta.

Eso es lo que la hace innovar en recetas diferentes con las cuales ha empezado a conquistar a más ‘foodies’.

“Trato siempre de usar ingredientes ecuatorianos. Yo no tengo productos con Nutella ni Kinder, porque van en contra de mi idea de apoyar el consumo local”, expresa.

De esta forma van posicionándose fuerte y han hecho envíos a otras ciudades, entre esas Guayaquil. “Ya hay fidelidad en otros lados” agrega contenta.

Además del contenido social, sus galletas se diferencian por los nombres que tienen. “Todas con nombre de DJ mujer”, debido a su gusto por la música electrónica. Y las que saca una vez al mes, en cambio, son llamadas por un personaje femenino destacado.

Un toque diferenciador, al cual se suma su alma ambientalista. En el local reciclamos todo. Mis empaques, de hecho, son ecoamigables”, agrega.

Contrario a lo que le pasaba en sus anteriores trabajos, ahora las banderas rojas de María Gracia son encontrar a alguien que no se hace el autoexamen de senos y que no recicla.

Es así como emprenden con propósito. “Si pudiera volver el tiempo atrás para tomar la decisión de lanzarme a emprender con mi hija, lo volvería a hacer” comenta orgullosa Catalina. “De eso se trata la vida, de lanzarte y hacer algo que te llene, concluye.

En la prevención del cáncer

El cáncer es algo que han vivido de cerca como familia. Su papá murió hace tres meses. Y Catalina ganó la batalla afortunadamente.

“Es por eso que si yo puedo concienciar para que alguien no pase por quimioterapia, mucho mejor. Junto con mi mamá, nuestro propósito es ayudar a salvar vidas, dice María Gracia.

De hecho, Catalina es quien aparece en los ‘reels’ de la cuenta de Instagram, explicando cómo hacerse un autoexamen de mamas.

De a poco eso ha agrandado la comunidad. Por la puerta de Cookietería han visto entrar mujeres con historias conmovedoras. “Una niña, por ejemplo, vino desde Cuenca porque era su última quimioterapia”, dice emocionada. Asimismo, recuerda a unas chicas que llegaron con sus cabezas rapadas. “Yo con el corazón en la mano les pregunté si estaban en tratamiento, y al contrario, se habían cortado el pelo para darle apoyo a su mamá”, relata.

Esas historias que llenan su corazón la motivan a trabajar bajo el lema “Tócate las cookies”.

“Como publicista pude ayudar a muchas marcas, y ahora tengo la oportunidad de hacerlo con mi hija. El ver cómo cree en sí misma y lleva adelante esta misión me hace sentir absolutamente realizada”, agrega Catalina.

Así estas dos mujeres hacen que las galletas más buenas de la vida lleguen al paladar.