César Rohon, el quiteño más guayaco de la Asamblea
Distendido, relajado y de buen humor es como se mostró el asambleísta socialcristiano en el encuentro que mantuvo con EXPRESIONES.
De la industria pesquera saltó a la política, a hablar fuerte dentro y fuera de la Asamblea. César Rohon es el quiteño más guayaco y, desde su trinchera, tras vivir cuarenta años en esta ciudad, así lo ha demostrado. Cuando lo contactamos para que sea nuestro próximo invitado a El Cuestionario, aceptó sin titubear.
¿Por qué le dicen el Cóndor?
(Risas) Yo también me hice la misma pregunta. En la campaña anterior quienes trabajaban conmigo se comunicaban por radio y por seguridad me llamaban el Cóndor 1. Desde ahí me conocen así.
¿Es cierto que al término del Himno Nacional usted grita Viva el Ecuador?
La Asamblea así lo espera. Es una tradición.
¿Por cuáles otras cosas grita?
Por la injusticia. Hay mucho por qué gritar en Ecuador.
¿Grita por Emelec y la Católica con la misma euforia?
También. Yo jugué en la Católica cuando vine a vivir a Guayaquil, pensé que podía fichar para Emelec, pero fue imposible, el trabajo me absorbía todo el tiempo.
Pero me dicen que usted sigue peloteando duro en el Torremar...
Claro, todavía. Soy mediocampista y hago jugar al equipo. Tengo buen estado físico gracias a Dios y peloteo duro.
¿Es verdad que en su juventud, contra todo pronóstico, volvió a caminar luego de un accidente en moto?
Sí, no le hice caso al doctor que me recomendó nadar. Imagínese, yo a los 19 años, nadar. No iba con mi personalidad, así que hice rehabilitación por mi cuenta con la bicicleta. Al año siguiente ya estaba jugando fútbol de nuevo.
Es tan fanático del fútbol que para ver los programas en la televisión, se apropia del control remoto y se lo quita a su esposa...
(Risas) A Susana no le gusta. Cuando ve que estoy viendo los programas deportivos se va del cuarto. Ella me refuta que vi los goles, pero yo quiero ver las repeticiones (risas).
¿Para quién vive César?
Realmente vivo para mi casa, mi familia, a mí me encanta estar en el hogar. Yo tenía un huerto orgánico, pero se lo comieron las iguanas.
Hábleme de su pasión por los aviones.
Yo soy piloto frustrado. Me encanta la aviación.
¿Usted vuela alto?
Claaarooo.
¿Alguna vez voló a Montañita?
A Montañita no he ido... para esos menesteres (risas). Esos vuelos no son buenos.
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Leer más¿Qué heredó de su padre?
La honestidad, la puntualidad, el orden, la disciplina, el buen corazón. Eso viene en la sangre.
Retomando los vuelos, ¿cómo ha sido ese trayecto como piloto de la vida?
Siempre en la vida hay que colocar todo en una balanza. Las cosas buenas han sido más que las malas. Mi vida ha sido buena pese a todas las dificultades, que hay aprender a sobrellevarlas, reponerse y salir adelante. Soy un luchador.
¿Y cómo esquivó esos misiles?
Yo no me amilano ante nada. No tengo miedo, sino carácter. Yo sigo para adelante y me río mucho. Hay gente que piensa que soy bravo por mi voz pero realmente me río de la vida, antes de que la vida se ría de mí.
¿Hay que creer en los políticos?
En los serios, porque hay de todo, también hay unos bailarines. La Asamblea es muy complicada porque están todas las representaciones políticas del país y dispersas.
Decía Ana Galarza que es una tragicomedia...
Todos se recargan contra el Poder Legislativo y está bien, pero se olvidan de que todos somos corresponsables de las buenas y malas elecciones al momento de votar. No hay que lavarse las manos, lo más fácil es señalar con el dedo. Hay que ser autocrítico, reflexionar y corregir.
Recordemos su faceta de industrial pesquero.
Fue por mi padre que empezó con algo pequeño cuando dejó la Fuerza Aérea y me formé con él. Estuve 17 años como presidente de la Cámara de Pesquería. Esa ha sido mi faceta más importante como industrial.
¿Cuál ha sido su mejor pesca?
La pesca que hacemos los hombres. He visto cosas extraordinarias.
¿Se topó con sirenas?
Hay sirenas.
¿Aparte de Susana?
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Leer másHay sirenas y lobas. En la viña del Señor hay de todo (risas).
¿Atrapó a peces gordos o los dejó escapar?
Cuando tuve oportunidad de enfrentarlos, lo hice y les gané. Mire lo que he hecho como asambleísta. Quién hubiese pensado que a José Serrano alguien le plantearía una destitución como presidente de la Asamblea. El caso Gabela que ahora está atrapado en la Fiscalía. La justicia debe cumplir con su rol.
Es amante del pan, me dicen...
Sí, antes me comía varios, ahora solo uno. Mi mujer me controla, me ataca y dice ‘pan-zón’ (risas).
¿Si fuese un pan por quién le gustaría ser devorado que no sea su esposa?
Tengo algunas de Hollywood y buen ojo (risas). Me gusta Jennifer Aniston.
¿Carnívoro le dicen?
A la antigua, con carbón.
¿Siempre ha puesto las carnes en el asador?
Todas.
¿Qué cree que significa usted para Ecuador?
La reserva moral de país junto a un grupo de ciudadanos. Lo único que tiene que cuidar el hombre es su buen nombre, eso vale más que cualquier plata del mundo. Siempre derecho y con la derecha.
- El Ping-Pong
¿Caballo viejo o La Bikina? Ambas.
¿Vida feliz o intensa? He tenido una vida intensa, todas las alegrías y tristezas las he vivido intensamente”.
¿Se tomaría un ron con Jimmy Jairala o con Nicolás Lapentti? Con Nico, pues somos más afines y del mismo partido.
¿Qué le dice el espejo? Me veo siempre y apuntando al dedo, ese que indica que antes de señalar a otro, me apunte a mí primero.
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Leer más¿Un título para su biografía? 'La vida', por César Rohon.
¿Usted en una palabra? Luchador.
¿Con qué peca? Con el pan. Mi mayor pecado.
- Rapiditas
“Ahora mi pasión son mis nietos, tengo una gorda que viene acá siempre a visitarme y un varón que vive en Alemania, que el próximo mes cumple un año. Son una bendición en mi vida, parte de esas promesas que se cumplen”.
“Me encanta leer la palabra de Dios y lo hago todos los días. Tengo una rutina y empieza con estar a solas con el Señor, a orar, bendecir, luego hago ejercicio y me voy a la calle”.
“Si fuera un discípulo de Jesús sería Pedro, por su carácter”.
“Cuando trabajaba en el sector pesquero, en alguna ocasión para San Valentín le compré un regalo a mi esposa, pero yo oliendo a harina de pescado. Tenía que entrar a mi casa en calzoncillos, casi como una fumigación (risas) porque salía de la fábrica”.
“Susana ha sido el amor de mi vida. Éramos vecinos de chiquillos, pero ella me tenía chequeado. Ha sido una buena vida junto a ella”.
(Fotos: Gerardo Menoscal. Producción: Gianella Muñoz).