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Charlene de Mónaco
Alberto con su sobrina Camille Gottlieb y su esposa..Agencias

Charlène de Mónaco, la protagonista de la gala de la Cruz Roja

La princesa lució un vestido de inspiración nupcial. De color blanco, cubierto de tul transparente con minicristales.

Charlène de Mónaco presidió la Gala de la Cruz Roja junto a su esposo, el príncipe Alberto. No estuvo su cuñada Carolina con la que nunca ha mantenido buenas relaciones. Sonriente y relajada, lució un vestido de inspiración nupcial al que no le faltaba detalle, incluido el ramo de flores. De color blanco, cubierto de tul transparente con minicristales que se complementaba con un cinturón en forma de lazo. El punto de color lo daban los aretes y el anillo en tonos azulados.

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La cena y el concierto de la velada volvieron a su lugar de origen, la Sala de las Estrellas del Sporting Club de Montecarlo, tras dos años en los que se celebró en la Plaza del Casino de Montecarlo, al aire libre, y la suspensión de 2020 a causa de la pandemia de COVID-19.

Junto a los príncipes, también disfrutó de la velada la sobrina de ambos, Camille Gottlieb, hija de Estefanía de Mónaco que ya acudió el año pasado acompañando a su tíos en esta importante cita en el calendario de la casa real monegasca. Entre el resto de invitados, destacaba la presencia de la cantante Shirley Bassey, Gareth Wittstock (hermano de Charlène) junto a su mujer Róisín, y la diseñadora de moda Isabell Kristensen.

La actriz francesa Alice Taglioni y el director Yann Antony-Noghès fueron los maestros de ceremonia, mientras que el broche de oro lo puso el cantante Robbie Williams con un show. Cada comensal pagó 1.321 dólares por el cubierto, un dinero que va destinado a obras sociales de la Cruz Roja de Mónaco.

Uno de los grandes momentos se produjo cuando el príncipe Alberto sacó a la pista de baile a su mujer ante la atenta mirada de los invitados. El matrimonio no dejó de mirarse a los ojos e intercambiar confidencias y sonrisas tímidas. Sin embargo, para otros lejos del romanticismo que intentaban hacer ver se escondía una escena impostada con el único objetivo de zanjar los rumores de mala relación entre ellos.

A pesar de que Alberto la agarraba de la cintura, la distancia física entre ellos fue evidente. En algunos casos sus gestos mostraban más incomodidad que cariño, quizás también por un exceso de timidez por parte de la sudafricana.

Alberto de Mónaco.
Durante un momento de la gala.Agencias