Dark temporada 3: divertida, compleja y un poco cursi
Serie Netflix. Si estás buscando un plan de fin de semana, no dejes pasar la tercera temporada de Dark, aquí te contamos las razones
Dark es una serie diferente. Es divertida, compleja, fascinante y, también, un poco cursi. Durante dos temporadas nos mantuvo en vilo, conversando sobre ella, levantando teorías, repasando una y otra vez sus episodios. Buscando resúmenes entre blogs, viendo videos de explicación, descargando imágenes de árboles genealógicos para tenerlos a la mano mientras la veíamos.
En fin, Dark nos desafió como espectadores sacándonos de la pasividad de un sillón, obligándonos a “pensar”, creando conversaciones casuales, y generándonos una atmósfera que, quizá, ninguna otra serie había creado jamás. Por eso, ahora que ha terminado, creo que la recordaremos por mucho tiempo por lo que nos dio que estuvo más allá de su proyección: Dark es ahora un objeto de culto.
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Leer másEsta reseña se centrará sobre la última temporada y, debo decirlo ahora, no es mi temporada favorita de toda la serie. Es quizá un estigma que veo repetirse en grandes series a lo largo de la historia. Pero en este caso particular, esta última temporada no es mala. De hecho, su final me convenció y me dejó satisfecho. Pero es precisamente la complejidad de un universo (¿o dos?, ¿o tres?) lo que hizo, por momentos, cansino el desarrollo de este tramo final. Ubicando a esta última entrega de Dark un escalón por debajo de sus dos magníficas predecesoras.
¿Qué perdió entonces esta última temporada? El sentido de urgencia.
Durante dos temporadas fuimos asfixiados con la idea del apocalipsis, queríamos que llegue, queríamos saber qué pasaría luego de aquello. Entendíamos que aquel evento era un parteaguas en la historia de los protagonistas. Ese vilo se desvaneció y, aún más crítico, se relegó a un plano muy secundario al mostrarlo una y otra vez para, además, refrescarnos en cada episodio que el destino no podía ser cambiado, sin importar lo que hagamos. Esto hacía que, por momentos, nos perdamos en soporíferos diálogos innecesarios en donde, al parecer, era necesario explicarle a cada protagonista cuál era “el problema” y “cómo resolverlo”.
Otra de mis objeciones es que se nos presentó un argumento que luego fue desechado gratuitamente y con absurda facilidad: el supuesto inicio del “nudo” en el hijo de Jonas y Martha. De hecho, este personaje nuevo e introducido carecía de profundidad, era un robot más que cumplía los deseos de su ¿ama?. Con la riqueza, motivaciones y desdichas presentadas para casi todos los personajes de la serie en las dos temporadas anteriores no era necesario presentarnos algo más, a menos que tuviera una relevancia absoluta y vital.
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Leer másCreo, finalmente, que la serie perdió en el diseño de su producción. Quizá porque la mayoría de las escenas ocurrían en cuartos desaliñados. Pero algo que disfruté siempre en Dark es el cuidado casi obsesivo en todos sus detalles, en la maravillosa fotografía, en la lúgubre paleta de colores, en todo aquello “externo” que embellecía la serie de principio a fin.
Suficiente ahora con lo que no me gustó. Porque esta serie es maravillosa y esto debo acentuarlo con firmeza y claridad: es uno de los productos mejor elaborados que la televisión moderna nos ha presentado. Y aunque la primera mitad de la temporada buscó confundirnos más, creo que se vio la luz al final del túnel.
Aquellos dos últimos episodios me quitaron todas mis dudas, solventaron todas mis preguntas, me presentaron de manera ordenada, concatenada y creíble el porqué de todo el desbarajuste presentado desde el inicio de la serie. Esos dos últimos episodios nos demuestran la genialidad detrás de los creadores de la serie, se les agradece ya que nunca es fácil desatar un nudo, y mientras más comprometido más difícil es.
Dark es más que viajes en el tiempo. Es una serie sobre el amor y lo que estamos dispuesto a hacer en su nombre: casi todos los personajes encuentran su motivación en lo que sienten hacia su ser amado. Es una serie sobre la eterna confrontación entre ciencia y fe. Es una serie sobre la bajeza del ser humano que es llevado a cumplir sus metas sin importar el dolor que estas produzcan en terceros. En fin, los viajes en el tiempo son solo un elemento en el cual navegan las historias de nuestros personajes, pero el verdadero móvil es la nostalgia por el pasado y por el ser querido que allí se quedó atrapado sin que podamos volverlo a ver, a abrazar… a amar.