Una cómica ópera arriba a las tablas capitalinas
La afamada obra lírica El barbero de Sevilla se presenta el 15 y el 17 de junio en la Casa de la Música.
Años antes de que se filmara la primera comedia romántica en el cine, existió El barbero de Sevilla, una de las óperas más conocidas del mundo. Narra un accidentado triángulo amoroso que ha cautivado a audiencias por más de doscientos años.
Ahora, la reconocida producción aterriza en la capital de la mano de Fundación Cultural Armonía, que la llevará a las tablas de la Casa de la Música el próximo 15 y 17 de junio, a las 20:00.
La ópera narra la historia del conde de Almaviva y la joven huérfana Rosina, protegida del viejo doctor Bartolo.
El conde ha ocultado su verdadera identidad para que la joven lo ame por sí mismo y no por sus títulos. Sin embargo, el doctor también pretende a la chica, pese a la diferencia de edad.
En medio de esta difícil situación, los enamorados encuentran el apoyo de Fígaro quien, mediante enredos engaña a Bartolo y consigue unir en matrimonio a los enamorados.
“Es una historia que ha perdurado a través del tiempo por la facilidad que tiene la audiencia de identificarse con los personajes”, explica María Fernanda Argotti, titular de la fundación.
La cantante lírica se enamoró hace más de una década de las obras del compositor italiano Gioachino Rossini, especialmente de El barbero de Sevilla, que le tomó al creador solo tres semanas. “Es un compositor con un gran sentido del humor que, de paso, solía inspirarse mientras cocinaba”, narra.
Así surge la idea de montar la obra en la capital.
- Ópera para todos
Previo a esta pieza, la fundación había montado Sor Angélica, pero Argotti buscaba continuar con las puestas en escena, con el fin de hallar nuevos espacios para el canto lírico en la ciudad.
“Hay un desfase en la cantidad de cantantes talentosos, con estudios, con impresionantes voces y la falta de espacios para la ópera en Quito”, sostiene.
Añade que una de las principales dificultades para la acogida de este arte es el concepto erróneo de la que la ópera es elitista.
“Un gran problema que tenemos es la percepción. Los jóvenes piensan que la ópera es aburrida, incluso sin haber visto una. Por eso la gran mayoría de espectadores que tiene el canto lírico está compuesto por adultos mayores. El reto que tenemos es ofrecer una programación que atraiga a nuevos públicos”, comenta.
Por ello también eligió las obras como Fígaro o La calumnia, que han sido popularizadas en caricaturas y películas de acogida internacional.
“Creo que todos han escuchado ‘Largo al factotum- Fígaro’, y eso hace que sea más reconocible para los jóvenes”, añade.
- Un elenco masculino y variado
Otro aspecto curioso de la puesta en escena es que el elenco es mayoritariamente masculino. En este participa el coro masculino de la Fundación Teatro Nacional Sucre (FTS) y el coro de la Universidad de Cuenca, que incluye a veintiocho cantantes.
Los protagonistas son interpretados por Francisco Ortega, Israel Lalama y Daniel Cerón, mientras que a Rosina le da vida la cantante Diana Galarza.
“Hicimos un convenio con la Universidad de Cuenca y con la Fundación, lo que nos dotó de muchísimos cantantes. Fue una casualidad, pero que le da una fortaleza interesante a la obra”, añade la directora.
Los intérpretes provienen de distintas ciudades del país, entre ellas Guayaquil, Cuenca y Loja, mientras que Daniel Cerón, quien da vida a Fígaro, llegó al país desde México.
“Es una gran alegría que podamos contar con un elenco tan variado, con tonalidades tan distintas y experiencias de vidas diferentes”, dice Argotti.
Señala que, mientras esperan que la ópera agrade al público capitalino, no será la única obra que pongan en escena este año.
Tras concluir la breve temporada de El barbero de Sevilla, la fundación montará Madame Butterfly en octubre.
“Es otra obra emblemática que ha marcado a espectadores por generaciones. Nos emociona poder hacerla nuestra y darle vida”, comenta.
A futuro esperan elaborar otras óperas de gran trayectoria, como Tosca de Giacomo Puccini.
- Un clásico que ha dejado huella
El barbero de Sevilla se estrenó originalmente en 1816, en el Teatro Argentina de Roma.
Fue un fracaso absoluto, matizando por numerosos accidentes sobre la escena. La audiencia silbó y abucheó a los intérpretes, exigiendo la devolución de su dinero.
“Tuve que huir ante la actitud de un público desenfrenado. Creía que me iban a matar”, señaló en su momento el compositor Rossini.
La segunda representación, realizada al año siguiente, se convirtió en un sonoro éxito. Desde entonces es la única de las distintas variaciones de esta pieza que ha sobrevivido al paso de los años.
Pero a la par de sus múltiples interpretaciones, la obra también es reconocida por replicarse en caricaturas, filmes y adaptaciones contemporáneas.
La aria Largo al factotum - Fígaro, por ejemplo , es conocida entre niños y jóvenes por ser interpretada por el afamado personaje infantil Bugs Bunny.
