Las criadas, una comedia macabra
La adaptación del clásico teatral de Jean Genet se estrenó en Estudio de Actores de la capital
“Esa fina línea entre la vida y la muerte, entre lo permitido y lo oculto, entre el poder y la esclavitud, tienta al crimen”, reflexiona el actor y productor teatral Juan Carlos Camacho.
En Las Criadas, este da vida a Solange, una de las protagonistas de esta macabra comedia que estrenó su más reciente temporada en el Estudio de Actores de la capital.
Adaptada del clásico teatral del dramaturgo francés Jean Genet, Las Criadas narra la historia de Solange y su hermana Clara, dos mucamas que residen en casa de una mujer acomodada y que aprovechan su ausencia para planificar su asesinato.
La adaptación, explica Camacho, surgió en 2018 de la mano del actor y coprotagonista Carlos Álvarez y la directora Daniela Sánchez.
La obra de Genet data de los años cuarenta, pero tanto este como los otros actores participantes consideraron que la trama, que plantea la lucha de clases, era universal y traducible a la época actual.
“Estas dos criadas intentan enfrentarse a la señora porque están cansadas de la represión que padecen y buscan una manera de liberarse. La encuentran a través de la fantasía porque, todas las noches, cuando la señora sale, ellas juegan a que la asesinan y cómo la asesinan”, dice.
Con el fin de festejar los cinco años de la puesta en escena, los actores optaron por estrenar una nueva temporada, esta vez de cinco semanas.
“Es un logro para nosotros porque desde 2018 hemos podido hacer varias funciones, pero no hemos conseguido montar una temporada larga. Queríamos celebrar los cinco años con varias funciones, y que la obra se siga representando, no que se pierda cuando pasemos a otra cosa”, indica el actor.
La obra inicia en la enorme mansión donde las criadas trabajan. Estas, ataviadas en atuendos señoriales se pasean por los pasillos que a diario dejan impecables.
“Es como un espejo que te devuelve la imagen con mal aliento”, indica una de ellas.
De trasfondo, una enorme imagen de la patrona se vislumbra cual figura religiosa, dejando en claro al espectador que el desdén y la admiración conviven en medio del rencor que estas sienten hacia ella.
“Las chicas están engañadas por todo y la señora también está engañada que vive en su mundo”, ha dicho Sánchez, directora de la obra.
Quizás uno de los elementos más curiosos de la puesta en escena es que, pese a interpretar a tres mujeres, los actores son todos hombres. Hay un motivo para ello, pues en la obra, donde nada es lo que parece, las criadas no ‘representan’ a las mujeres, sino la irrealidad de la imagen que representa la feminidad desde la falsificación. “Imitarse imitando a la señora es cuestionarse a si mismas, más que ser la representación de la señora en sí”, ha señalado.
Lo que queda al criterio del espectador es si las malévolas protagonistas llevan a cabo o no su oscuro cometido.
Las funciones se llevan a cabo los viernes a las 19:30 y los sábados y domingos a las 18:00, hasta mediados de marzo, en el espacio ubicado en Manabí y Benalcázar. El costo de ingreso es de $15.
Una pieza polémica
Las Criadas se estrenó en París en 1947 ante un fracaso rotundo. Genet la escribió en la cárcel y tomó como inspiración el sangriento caso de las hermanas Papin, dos trabajadoras domésticas que asesinaron a su empleadora y a la hija de esta sin que mediara un motivo y sin premeditación, ensañándose luego con sus cuerpos.
El crimen conmocionó a Francia y dejó entrever la situación del servicio doméstico. Sin embargo, el poco tiempo que había pasado entre el caso y la obra de Genet causó incomodidad a los espectadores y a los críticos, que la tildaron de cruel y sensacionalista.
“Incapaz de decir lo que es el teatro, sé muy bien lo que yo le niego que sea: la descripción de los gestos cotidianos vistos desde el exterior”, expresó posteriormente el dramaturgo.
Sin embargo, con el paso de los años el texto de Genet ha mostrado su fuerza , permitiendo una amplia gama de miradas que sobrepasan la militancia política y la lucha de clases para hablar de temas como la condición del ser humano y la relación del ser humano con la sociedad.
Un tour por las tablas nacionales
Tras culminar la temporada, el siguiente paso será llevar esta obra a otras ciudades del país. “Es un reto que nos propusimos el año pasado”, señala Camacho.
“Sentimos que, con esta temporada, hemos cumplido nuestra meta para Quito, de poder ampliar el número de funciones y permanecer en cartelera más tiempo. Ahora queremos la posibilidad de llevar la obra a otras ciudades que tienen teatros históricos e importantes y donde hemos tenido gratas experiencias con otras obras”, dice.
Este señala que si bien otros colectivos han adaptado la obra de Genet, la puesta en escena previa a la de ellos fue hace quince años, por lo que esperan generar expectativa.
“Se ha montado en Quito y en otras ciudades, pero hace mucho tiempo. Nos gustaría llevarla y que sea una obra que tengamos como repertorio permanente”, añade el artista.
Por ahora, en la gira, que alistan para los próximos meses, están contempladas las urbes de Riobamba, Ambato, Cuenca, Tulcán y Loja.
“Obviamente también nos gustaría poder sacarla del país, y es otra meta que nos hemos puesto para este año”, añade el histrión.
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