Cristina Bajaña, calma con sabor a cacao
Se especializó en terapias con cuencos y luego conoció el poder del cacao ceremonial. Ahora su emprendimiento cruzó fronteras.
Acostados, con sus cuerpos tendidos, un grupo de personas está concentrado en la voz de Cristina Bajaña (33). Ella es quien los va guiando a un estado de profunda meditación mientras toca sus cuencos de cristal de cuarzo.
La cantidad de participantes en sus sesiones es una confirmación del creciente interés de conectarse consigo mismo. Algo por lo que pasó ella cuando se adentró a esta terapia.
A sus 24 años dice que conectó con los ‘sound bath’ (baño sonoro), ya que fueron como un bálsamo para la ansiedad por la que atravesaba.
Sin embargo, no fue hasta la pandemia que decidió especializarse en esta técnica. “Gracias a Dios tengo muchas conexiones en el exterior. A través de un amigo de Australia, conocí a una alemana que, tiempo después, fue mi profesora de cuencos”, recuerda.
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Leer másFue así que, durante los tiempos que muchos denominaron la nueva normalidad, dividió las horas que le llevaba su agencia de casting para dedicarse a estudiar vía Zoom con su maestra de Alemania.
Cuenta que tras eso nació una nueva versión de Cristina, mucho más consciente, y que dejó su timidez para compartir lo aprendido.
Empezó haciendo comunidad a través de ‘reels’ en su Instagram. “Eso fue como si hubiese abierto una puerta para que más gente cuente lo que les pasaba y se inclinen por estas terapias”.
Al día de hoy, desde un estudio en Urdesa, atiende de manera grupal o personalizada con el fin de que más personas se conecten con su interior.
“Es un espacio para parar, respirar, meditar. Sobre todo en estos tiempos tan estresantes que vivimos, por los que a veces terminamos envueltos en la ansiedad. Ahí es cuando las personas encuentran los beneficios que producen las ondas o vibraciones de los cuencos”, explica.
A nivel físico, libera las tensiones y los bloqueos del cuerpo. En cuanto a lo emocional, alivia el estrés y la ansiedad. Y en mente, mejora la capacidad de concentración, aumenta la claridad mental y la creatividad, controla el insomnio y la hiperactividad.
“Mi meta más adelante es ayudar a personas con Alzheimer y niños con autismo”, confiesa Cristina. Es por eso que no deja de estudiar y actualmente se está preparando en Sound Medicine.
“Cuando era pequeña soñaba con tener mi propia iglesia. Si bien hoy no tengo un templo, estoy ayudando a un grupo de personas. Esta es mi misión y la huella que quiero dejar”, dice orgullosa.
CONECTADA A SUS RAÍCES
Al mismo tiempo que se adentraba en los cuencos, Cristina conoció los beneficios del cacao ceremonial que, si bien en Ecuador se lo puede producir, no es muy conocido. “Es cacao puro al 100 % y de grado ceremonial que proviene de árboles ancestrales con más de 150 años”, explica.
Para especializarse en ello, se apuntó de manera online a una escuela de cacao ceremonial en Guatemala. “En ese camino me sentí conectada con mis raíces. Mi familia tenía fincas y una de mis tías me contaba que ellos decían ‘cacao para el alma’, porque había la creencia de que este abre el corazón y lo restaura. Incluso, mi abuela lo tomaba para sus dolores menstruales y para dar a luz”, recuerda. “Por eso me sentí tan enraizada. Pero creo que también lo debería estar todo ecuatoriano, porque surgió en nuestra Amazonía”, agrega.
Al momento de emprender, tuvo el apoyo de una de sus amigas quien tiene una finca ecológica en Chone y, a finales del 2021, comenzó a lanzar su producto bajo el nombre Calma Cacao. “Ha sido un reto. En cada sesión con cuencos brindo una taza de cacao para que prueben. Al llamarse ‘cacao ceremonial’ hay quienes piensan que tiene relación con algo religioso, pero se debe a que es tratado de forma diferente, sin preservantes, a fin de que sus nutrientes se conserven”, precisa.
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Leer másSus clientes potenciales han llegado del exterior y ha exportado a Alemania, Islandia y Chile. Sin embargo, ya está adentrándose más a nivel local. Con estas barras se puede preparar una bebida y utilizarla en varios ámbitos de su vida para disminuir estrés y ansiedad, aliviar dolores posquirúrgicos, regular el sistema nervioso, entrar en estado meditativo, o para preparar el cuerpo durante y después de un entrenamiento deportivo.
“El cacao trajo calma a mi vida y es lo que quiero que traiga también en otros”, sostiene.
SU VIDA HOLÍSTICA
Cuenta que, previo a cada ‘sound bath’ personalizado o grupal, pasa en ayunas durante tres días y en constante oración. “Me sirve para conectar luego con ellos. Soy un simple instrumento que ayuda a los demás”, enfatiza.
La meditación es el hilo conductor de sus días, lo que le ayuda a rendir en sus roles, desde esposa, emprendedora, y dueña de su agencia de casting publicitario.
Cuando habla sobre toda esa nueva versión en la que se ha convertido, se muestra orgullosa de que más mujeres estuvieron en ese proceso. Desde sus maestras, su amiga de la finca, hasta las demás emprendedoras que le han permitido presentar su producto en eventos en conjunto.
“Todas somos aliadas con un mismo propósito. ¿Por qué vernos como competencia, si juntas somos más poderosas?”, se pregunta. Esa es su forma de dar luz a otras personas.