Cristina Reyes: "He domado mi impaciencia"
Compartimos una tarde con la política guayaquileña, en la que reveló cómo es y siente en todos los ámbitos de su vida.
Desde hace más de una década es una de las políticas más visibles y activas de la nueva generación. Por este y otros motivos EXPRESIONES invitó a Cristina Reyes a que responda El Cuestionario.
¿Qué desayunó?
Hoy no desayuné.
¿Pellizcó algo luego?
Un sanduchito y galletitas desde las 11:00, pero tampoco almorcé.
¿A qué hora lo hizo?
A las 18:00, pero es algo eventual, no pasa siempre.
¿Cuántos años en la política?
Doce años.
¿Qué es lo que más le gusta de la Asamblea?
La posibilidad de defender causas ciudadanas.
¿Qué es lo que más aprecia en su oficina?
¿Cuál de las dos?, porque también trabajo en casa.
Me interesa su oficina en Quito.
Hay pinturas, papeles, fotos de mi familia.
¿Y en la oficina que montó en casa?
Mis libros.
¿Su accesorio más preciado?
La pulsera que me regaló un niño en Montañita hace siete años, me hizo un nudo para toda la vida y no se desata. También tengo otra que es una protección de los cabalistas del zohar.
¿El recuerdo más añorado de su niñez?
El amor de mis abuelos y mis paseos con ellos.
¿Su música preferida?
Tengo un alma vieja, desde boleros y jazz, hasta pasillos. También soy bohemia, escucho la música de Joaquín Sabina.
¿Y últimamente qué escucha?
Salsa.
Si fuera una estación, ¿sería invierno, verano, primavera u otoño?
La primavera, porque todo el mundo se enamora, me encanta, todo florece.
¿Arriba o abajo?
Ambos dos, dijo el montuvio (risas).
¿Su lugar preferido en Guayaquil?
Puerto Santa Ana.
¿Una melodía que siempre canta?
Todo se transforma, de Jorge Drexler.
¿Una que siempre diga “esa es mi canción”?
Allá en el otro mundo, de Albert Hammond.
¿El libro que rescataría de un incendio?
La comedia humana, de William Saroyan, y también salvaría Los cuentos de la criada, de Margaret Atwood.
¿Un asambleísta que debería estar en un circo?
Bueno, hay uno que está en la cárcel, y otros deberían también estar ahí, no en un circo.
¿Quién desempeña un mejor papel como actor o actriz antes que asambleísta?
No quiero herir susceptibilidades, pero hay algunos que exageran sus dotes teatrales, y la gente no les cree nada.
¿Un miedo que adquirió en la pandemia?
El miedo a perder a mis padres.
¿Qué no se podría jamás?
En público, hilo.
Tres cosas que nunca faltan en su cartera.
Un libro, el cargador y algo de plata.
¿Qué libro lee ahora?
Mi soles espléndidos, de Khaled Hosseini.
¿Qué es lo primero que ve cuando conoce a un hombre?
De frente, sus ojos, porque soy de las que sostiene la mirada.
¿Y por atrás?
La nalga (risas).
¿Antuca me enamora o Sí se puede?
No sé lo que es Antuca me enamora, entonces, Sí se puede.
¿Alguna vez pensó que una obra fue escrita para usted?
Me conecté con la biografía de Indira Gandhi.
¿Hubiese interpretado a una buena Manuela Sáenz en la serie de Netflix?
La protagonista lo hace estupendamente. No quiero arrogarme esas funciones, pero por supuesto que en mi vida paralela me creo Manuela Sáenz (sonríe).
¿La política ecuatoriana con más estilo?
Rosalía Arteaga.
¿Y la que más admira?
También, Rosalía Arteaga. Es una mujer culta y letrada.
¿La mayor diferencia entre quiteños y guayaquileños?
Los guayaquileños somos más extrovertidos, impetuosos y arrebatados a ratos. El quiteño es más sereno, sosegado y discreto en algunos casos.
¿Janet Hinostroza o Estéfani Espín?
Estéfani Espín.
Si fuera presidenta, ¿quién sería su ‘vice’?
Roque Sevilla.
¿Con qué frecuencia toca la guitarra?
Muy poco ahora.
¿De qué se ha dado cuenta últimamente?
De que soy tímida.
¿Efecto de la pandemia?
No, para nada, pero me he ido descubriendo. Soy extrovertida para lo público, en la política; pero para espacios más reservados soy absolutamente tímida.
¿Su licor favorito?
El vino blanco.
¿Se tomaría ese vino blanco con María Susana Rivadeneira o María Paula Romo?
Con Susana me tomaría un café. A María Paula le haría tomar otras cosas... más en serio.
¿Su fruta preferida?
El durazno.
¿Su vegetal?
El espárrago.
¿Su proteína?
El pollo.
¿Qué le cuesta dominar?
He domado mi impaciencia.
¿Qué maneja al revés y al derecho?
Conectar con la gente, inclusive con quien me caiga mal, manejo bien cualquier situación.
¿De qué no se arrepiente jamás?
De haber seguido a mi corazón.
De todo lo que se dice de usted, ¿qué es lo que más le da risa?
Que me hayan dicho que soy la líder de la banda Los Choneros.
¿Y más coraje?
Que se metan con mi familia.
¿Cuáles fueron sus últimas palabras de despedida para su exnovio?
Que se acabó y era definitivo.
¿Se cree preparada para ser presidenta?
Estoy lista para serlo.