Crítica de cine: El plan del asesino, ¿una buena propuesta de Michael Keaton?

John Knox (Michael Keaton) es un asesino a sueldo que trabaja para el mafioso Xavier Crane (Al Pacino, Óscar 1992 por Perfume de mujer). El médico le ha diagnosticado una demencia que marcha presurosa. Resuelve entonces vivir sus últimos días tratando de reconciliarse con su hijo Miles (James Marsden), con el cual no se ha visto en años.

Para su sorpresa, Miles lo está buscando con desesperación, pues su pequeña hija, Annie (Joanna Kulig), fue violada por otro sicario, al cual ha matado pues la chiquilla está embarazada. Necesita una coartada para desvanecer su culpabilidad y sobre la cual, días más tarde, la detective Emily Ikar (Suzy Nakamura) sospecha. Ruby (Marcia Gay Harden, Óscar secundario por Pollock, 2000), su mujer, se desespera.

El plan del asesino corresponde al género llamado neo-noir, que a la vez se deriva del film noir, nombre que le volvió a otorgar el director galo François Truffaut (1932-1984). Por ello, y cumpliendo las reglas cinematográficas, queda en pantalla una historia oscura, dibujada con imágenes sórdidas, violentas, oníricas y psicológicas. La fotografía es sólida, llena de penumbra. Tanta, que a momentos podría convertirse en alucinaciones claustrofóbicas.

Dirigido y actuada por Michael Keaton, el filme se convierte en una lucha entretenida para ver cuál ‘de los dos’ se lleva los aplausos. En este caso… ¡Ambos!

Como director, Keaton forja su estilo visual, impone un ritmo que acentúa la narrativa; aunque a veces nos confunda con los diálogos que son, verdaderamente, rebuscados. Pero eso no le quita su buen juicio. 

Como actor, debido a su inmejorable autocontrol, Keaton logra crear un antihéroe poco utilizado en el cine y lo transforma hasta convertirlo en un ser humano asediado por el impulso de ayudar a su hijo antes de cruzar los umbrales de la razón, aunque deba imponerle desdichas que le permitirían escapar o tal vez morir en ese lumpen que del bajo mundo surge.

Al Pacino está escalofriante debido al nervio de sus frases y el rostro que impone en el lienzo de plata. Marcia Hay Harden, muy bien, al igual que Marsden.

Pero es el conjunto actoral lo que más impresiona. Todos actúan con tal perfección, que no en vano la Academia de Hollywood se alista para nombrar nueva categoría: mejor grupo actoral. El plan del asesino es su muestrario.

Podría suceder que haya espectadores que encuentren a este largometraje (114 minutos) un poco demencial, con sabor a traición, a sexualidad, a visionar al antihéroe como símbolo de una raza oprobiosa... pero así rueda el mundo.

Algo más. Vaya a verla, especialmente los que estudian actuación, así podrán comparar los trabajos de Keaton en Beetlejuice 2, un demonio burlón, y este personaje, un homicida.

• Calificación: * * * *

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