La crítica: Last Christmas, otra oportunidad para amar
Esta cinta, aunque con muchos clichés, tiene su encanto.
Con un prólogo que se remonta a 1999, cuando Yugoslavia sufría vientos de guerra, se inicia 'Otra oportunidad de amar' y con ello muestra el porqué Iván (Boris Isanovic) y su cónyuge, Petra (Emma Thompson), emigraron a Londres.
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Leer másTienen dos hijas, una de ellas es Kate (Madison Ingoldsby/Emilia Clarke, 'Juego de tronos'), la cual deambula por la gran ciudad, huyendo de su represivo hogar, amargada por un cúmulo de malas decisiones, acompañada continuamente por el tintineo de los cascabeles que llevan sus zapatos, irritante consecuencia de trabajar como elfo en una tienda de artículos navideños que abre todo el año y regentada por Santa (Michelle Yeoh).
Kate aspira a convertirse en intérprete de comedias musicales. Cuando Tom (Henry Golding) surge en su vida y es capaz de ver más allá de las numerosas barreras de Kate, resulta demasiado idílico para ser verdad. A medida que Londres se transforma para celebrar la fiesta navideña, todo parece estar en contra de la pareja; sin embargo, Kate deberá aprender que, en ciertas ocasiones, hay que ignorar el posible fastidio de la nieve y escuchar al corazón.
La ficha técnica de este largometraje informa que el guion, escrito por Emma Thompson, Bryony Kimmings y Greg Wise, está inspirado en la famosa canción de George Michael titulada 'Last Christmas'. Pero escuchando su letra no llega a pensarse igual: “Las pasadas Navidades, te di mi corazón,/ pero al día siguiente tu lo regalaste./Este año para ahorrarme lágrimas,/ se lo daré a alguien especial”. El libreto no sigue la temática propuesta y más bien se adentra en una comedia romántica, a veces convertida en homenaje a las canciones de Michael e incluidas en su BSO: 'Careless whisper', 'I can make you love me', 'Waiting for the day', melodías que generan uno de los grandes atractivos de este filme que vibra con las imágenes llamativas de un Londres tan luminosamente navideño que Guayaquil semeja un candil.
Algunas secuencias de 'Otra oportunidad para amar' están bien logradas, otras caen en los consabidos clichés, dando lugar a que cinéfilos exigentes la encuentren algo fofa y vean que el montaje no tiene perfección.
No obstante Paul Feig, su director ('La boda de mi mejor amiga'), saca partido a la trama y la llena de fantasía, de tristeza afectiva, sonrisas, ilusiones y drama. No será su mejor filme, pero bien podría convertirse en un clásico del género, no al nivel de ¡Qué bello es vivir! , pero sí ponderable a la generación actual.
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Leer másEmilia Clarke es carismática y se debe parcialmente a la brillantez de su sonrisa y sorprendiendo por la calidad de su voz, la que tiene para cantar. Emma Thompson, gracias a su guion, pone al espectador en el Londres actual y su Brexit: “Todos mis amigos fueron asesinados” afirma con su diálogo para incluir, además, una secuencia en la que un individuo, estando en un bus grita a los pasajeros: “Regrésense al lugar de donde vinieron”, clara demostración sufrida por los inmigrantes. Michelle Yeoh, como siempre, acertada en su caracterización. Henry Golding (preste atención que en toda la película jamás cambia de vestuario, les servirá para aceptar el inesperado final) no logra convencer. Patti LuPone, la creadora del rol que forjó el musical Evita, aparece como Joyce y lo hace muy bien.
La fotografía es incandescente y con ella muestra un Londres poco usual, no el de los turistas sino el de su vida propia.
¿En resumen? Véala y crea en su mensaje: Aprenda a quererse así mismo.
Calificación: * * *