Baños, la ciudad de las aguas santas conmemoró su aniversario
El turismo se reactiva. La urbe adquirió fama por las fuentes que emanaban del Tungurahua
Baños de Agua Santa, en la provincia de Tungurahua, nunca fue fundada. Se pobló poco a poco con pequeños grupos de indígenas antes de la conquista, y posteriormente de mestizos y españoles que comercializaban productos traídos desde el Oriente y otros puntos de la Sierra, según referencias del historiador Jorge Ortiz. El conocedor manifiesta que los dominicos llegaron en 1553 a evangelizar el lugar. Después, en 1541, arribaron soldados españoles acompañados de indios puruhuaes.
Al rescate del patrimonio bibliográfico de la Universidad Central
Leer másLa población empieza a adquirir fama por el año 1604, cuando se difunden las bondades milagrosas del agua de las vertientes que rodeaban al sitio, conocido en la época como ‘Puerta del Dorado’. Los viajeros que se desplazaban de la Sierra al Oriente por esa zona, se quedaban en las pequeñas fuentes para descansar y bañarse en el ‘ishpaypae’, que en castellano significa Meados de la Mama Tungurahua. La concurrencia aumentó con el paso del tiempo, porque se difundieron cada vez más los beneficios de las aguas termales, llegando a convertirse en un lugar muy visitado por su clima, paisajes, montañas y por estar al pie del volcán Tungurahua.
Guido Proaño, operador turístico y vicealcalde del cantón, informó que en la actualidad las piscinas de aguas termales son administradas por la Municipalidad y son el principal medio de ingresos para la entidad.
El viernes 15 de octubre de 1999, por primera vez en la historia, alrededor de 14 mil habitantes de Baños de Agua Santa fueron obligados a salir de sus casas y propiedades y, se asentaron en otras poblaciones de las provincias de Tungurahua y Chimborazo.
Está vivo en la población el recuerdo de cómo la naturaleza y las fuerzas vivas los obligaron a evacuar. Desde mayo hasta inicios de octubre de ese año, el volcán Tungurahua dio muestras de reactivación. “Hubo muchas lágrimas, tristeza y desesperación porque el baneño ama a su tierra y está acostumbrado a trabajar duro”, expresa Luis Silva, alcalde del cantón.
Las fuertes explosiones producían que grandes rocas incandescentes vuelen de un lado a otro, además la lluvia de ceniza y los apagones de luz asustaron a los habitantes. Los baneños convirtieron al volcán en su aliado, y ahora se acostumbran a la nueva normalidad por el coronavirus.
Habilitaron senderos al aire libre
Baños, de 25 mil habitantes, vive mayoritariamente del turismo. El 90 % depende de la actividad y el otro 10 % de la agricultura. José Urquizo, técnico de Turismo Municipal, mencionó que desde el inicio de la emergencia sanitaria han realizado capacitaciones con los 90 operadores de turismo para implementar estrategias. Se habilitaron cinco nuevos senderos para que los visitantes disfruten al aire libre sin mayor afluencia de personas.