El bastón de mando indígena, un símbolo ancestral de trabajo y de armonía
En los pueblos originarios es un emblema ancestral de autoridad, resistencia y autonomía. También los usan en Bolivia, México, Perú y Colombia
La entrega de los bastones de mando a líderes indígenas es un antiguo ritual que ha sido practicado por generaciones en diversas culturas indígenas.
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Leer másEste acto simbólico representa la transferencia de autoridad y responsabilidad de una generación a otra, así como la continuidad de la sabiduría ancestral y el legado de las comunidades indígenas.
“El bastón de mando es un símbolo sagrado que representa la autoridad, la sabiduría y el equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. La entrega es un acto de trascendencia espiritual, donde el líder es investido con el poder y la responsabilidad de guiar a su comunidad”, menciona Marcia Masaquiza, una médica vinculada a la red del Ministerio de Salud Pública y al servicio intercultural, y conocedora de los saberes ancestrales.
Para el yachac Raymi Chiliquinga, la entrega del bastón de mando es una manera de asegurar la continuidad de la tradición y la sabiduría ancestral. A través de este acto, se establece un vínculo entre las generaciones pasadas, presentes y futuras, garantizando que la cultura y los valores indígenas perduren.
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Leer másLos líderes indígenas, al recibir el bastón de mando, asumen la responsabilidad de proteger y preservar la tierra y los recursos naturales para las generaciones futuras.
Hecho de madera y adornado con elementos que profundizan su simbología, este objeto ritual es la conexión con la madre tierra que impulsa a las comunidades a reivindicar sus derechos.
A pesar de los desafíos y cambios en el mundo moderno, la entrega de este símbolo aún se practica en las comunidades indígenas. “Este acto también simboliza la autoridad y el respeto hacia el líder, fortaleciendo la cohesión social y el sentido de pertenencia de la comunidad. Respeto por la naturaleza y la tierra”, asegura Gladys Borja, experta en medicina ancestral.
Para Borja, el ritual siempre va acompañado con la simbología de los cuatro elementos esenciales de la cosmovisión andina: como el agua, tierra, fuego y el viento.
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El fuego purifica y da cambios nuevos a quien ha designado para recibir el báculo.
La entrega de los bastones de mando a líderes indígenas es un ritual cargado de significado ancestral que trasciende el tiempo y mantiene su importancia en la actualidad, sostiene Marcia Masaquiza.
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Esta ceremonia simboliza la transmisión de autoridad, sabiduría y responsabilidad, así como la preservación de la cultura y el respeto por la tierra y la naturaleza.
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Leer másElaborarlo lleva su tiempo. Luis Miniguano, dirigente indígena de la comunidad de Angamarquillo en Ambato, explica que se buscan las mejores maderas, se las deja madurar y secar y después la moldean hasta convertirla en un bastón sedoso pero fuerte. En ciertos lugares se lo fabrica a base de chonta, que se producía en la región, siendo este el material fundamental para su confección.
Lleva atado un fuete que se elabora con cuero de vaca o borrego que significa que puede castigar a la corrupción y a quien haga el daño a la comunidad. Si el bastón lo entregan a las mujeres lo adornan de las flores de los productos que da el campo y de cintas de colores similares al arcoíris como señal que la autoridad siempre debe buscar la neutralidad.
Luis Miniguano asegura que el bastón es un cuerpo espiritual y siempre el líder debe portarlo al lado derecho.
Para el historiador Napoleón Saltos, el verdadero significado del ritual se ha desgastado con el tiempo, porque en la antigüedad lo entregaban a los líderes que se habían ganado la autoridad del pueblo con sabiduría y servicio a la comunidad.
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En los últimos años se lo entregó también a políticos. Como a Evo Morales, en Bolivia; a Rafael Correa, Lenín Moreno y a Guillermo Lasso, en Ecuador, así como a Juan Manuel Santos en Colombia, tras posesionarse como presidentes en sus países.
Una situación que también ha generado críticas desde adentro de las comunidades indígenas, que alegan que este tipo de actos no los representan.