Comunidades indígenas de Guamote dedican este sábado 25 al entierro del carnaval
Esta actividad mezcla las creencias católicas con las étnicas
El rito del entierro del carnaval tiene más trascendencia en el Carnaval de Guamote. Se lo cumple la mañana del sábado, luego de 8 días de los tradicionales festejos. Es una serie de actividades en las que participan el rey del Carnaval, sus embajadores, priostes y vasallos.
Se organizan campeonatos deportivos, bailes, desfiles, corridas de toros, juego de gallos y abundante comida.
En un pequeño ataúd se colocan los restos de la comida y ofrendas de los días de fiesta, que se recogen en casas de priostes, embajadores y el rey, que es quien preside la fiesta.
Se invita a todos, como agradecimiento para los priostes y jochantes, se contratan orquestas, discomóviles, castillos de pirotecnia, tarimas, toros, reses de matanza, comparsas y bebidas.
En una marcha de humor y alegría popular por las calles del pueblo, asoma un nuevo personaje que es la viuda del carnaval, vestida de negro, llora y lamenta el final de la celebración.
“Ya se acaba el carnaval, muchachos a trabajar, para el año venidero tener algo que jochar (regalar al nuevo prioste)” es el canto de los dolientes.
La caravana se detiene en la iglesia para agradecer a san Carlitos y luego se dirigen hasta la plaza de toros, donde se deposita el ataúd, para luego dirigirse hasta la casa del rey, para cumplir con el último baile.
