Un coro de voces indígenas en Azuay
Está conformado por mujeres de las parroquias rurales de la provincia de Azuay. Ganan espacio y distinción en los escenarios culturales y musicales
Tienen entre 9 y 70 años de edad. Lucen pollera, blusón blanco, sandalias color negro y trenzas largas. Una vestimenta icónica y característica de las cholas cuencanas. Son 20 mujeres de cuatro comunidades de la ruralidad azuaya, que se han aficionado al canto y que se han reunido para conformar el primer coro de mujeres rurales de esta provincia andina, como parte de un proyecto mancomunado entre las direcciones de Equidad y Género, Turismo y Cultura del Gobierno Provincial del Azuay.
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Leer másSon voces afinadas y educadas que en escena deleitan bajo una sinfonía de experticia cantarina nacida del fondo del alma y corazón. El grupo coral está dirigido por Vanesa Freire y Diego Zamora, como directores artísticos de la agrupación.
Las cantoras, nativas de las comunidades de Puculcay-Santa Isabel, La Resistencia- Soldados, Rañas-Nabón y del cantón Oña fueron inicialmente preparadas en sus propias jurisdicciones por Paola Montalván, Salomé Quezada, Gabriela Méndez y Salomé Jácome, profesionales del canto, para una actividad experimental, ser parte de una cantata del poema épico de César Dávila Andrade, el famoso Boletín y Elegía de las Mitas.
Fue esa su primera presentación en diciembre del 2022, tras un año de prácticas y afinamiento musical que hoy forja frutos como una agrupación nativa de la ruralidad y con derecho de auto identificación y participación en el ámbito cultural, servicios públicos culturales, desarrollo musical y empoderamiento, bajo la restauración de los tejidos sociales.
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Leer másEl grupos coral, desde entonces comparte escenario con la Orquesta Sinfónica de Cuenca, el Coro Polifónico de la Universidad de Cuenca y los solistas Vanesa Freire, Priscila Urgilés, Diego Zamora y Juan Carlos Cerna, con presentaciones bimensuales y dentro del calendario cultural musical de Cuenca y ciudades azuayas.
“Hemos aprendido a respirar correctamente, para entonar las notas con mayor fluidez, ritmo y compás”, aduce María Laura Morocho, habitante de la comunidad de Rañas-Nabón e integrante del coro.
ALTERNAN EL CANTO CON OCUPACIONES
“La música ha sido parte de los procesos históricos de las mujeres rurales. La música es un mecanismo de expresión de alegría, tristeza, injusticias, luchas, por eso, es una herramienta que nos abre camino para decir aquí estamos”, agrega María Laura Morocho, una de las coristas indígenas.
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Leer más“La vida es como las canciones, posee notas musicales, a veces altas y otras bajas, pero todo fluye y continúa en esa lucha diaria”, dice Patricia Quezada, otra de las integrantes del coro y oriunda del cantón Nabón.
Tanto Morocho como Quezada coinciden en definir que cuando cantan hacen “volar el alma al ritmo de corazón y en libertad infinita que las hace renacer como seres humanos”. Son mujeres que orgullosas de sus raíces rurales, tradiciones y costumbres, vistiendo su traje ancestral, están conectadas por la pasión por el canto, una vida difícil llena de pruebas y la fuerza característica de una lucha constante, ellas hacen el primer Coro de Mujeres Rurales de la provincia del Azuay.