La apicultura, una actividad que crece frente a la pandemia del coronavirus
Cada vez hay más pedidos de los consumidores de la miel de abeja como remedio casero. En Santa Elena, 17 comunas la entregan puerta a puerta
Santa Elena es una de las provincias del Ecuador más afectadas por la pandemia del coronavirus y sus habitantes buscan la manera de contribuir con remedios caseros a la salud de la población, lo que les ayuda también a aumentar sus ingresos.
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Leer másMás de 300 familias de 17 comunas de la provincia han visto por estos días cómo su trabajo aumenta, pues van llegando cada vez más y más pedidos de miel de abeja, por lo que han redoblado sus esfuerzos para cumplir con todos.
Los pequeños apicultores de San Marcos y Manantial de Guangala, en la comuna santaelenense de Colonche, toman los pedidos vía celular y se trasladan en motos o bicicletas con todas las medidas de bioseguridad. Van de casa en casa.
Una herencia familiar
Uno de ellos es Christian Lima, de San Marcos, y quien continúa con el legado de sus abuelos. Extrae miel de abeja en las colmenas que se encuentran en los campos de la población. “En mi caso salgo dos veces por semana y vendo entre 25 y 30 botellas cada día, todo es por pedido. Con estos ingresos estamos subsistiendo con la familia porque no hay más trabajo”, comenta Lima.
El emprendedor dice que los clientes lo llaman porque confían en que una cucharada de esta sustancia más unas gotitas de limón ayuda a curar la gripe común, especialmente si se toma a primera hora de la mañana.
Alivia problemas respiratorios
El médico naturista Miguel López asegura que este producto es un aliado para aliviar problemas respiratorios causados por inflamaciones de garganta, tos o resfriados.
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Leer másAgrega que los ciudadanos la pueden tomar también para reforzar las defensas y que al ser un remedio natural no causa efectos dañinos a otros órganos. “Es una bendición que nos regala la naturaleza”, agrega.
López indica que la miel que se extrae de las colmenas es rica en nutrientes, proteínas, hierro y carbohidratos, además de que unida con otros productos como la canela y el limón se convierte en una potente dosis para aliviar los males.
Bárbara Quimí, quien habita en el cantón La Libertad, tiene más de dos décadas consumiendo este producto. Cuando su familia tiene resfrío o tos acude de inmediato a buscar miel. “Tomamos una cucharada con limón por la mañana y otra en la noche, después de tres días, la enfermedad desaparece”, cuenta.
Quienes confían en sus beneficios incentivan este negocio que alimenta por estos días los ingresos de las familias de Santa Elena.
Prefectura impulsa la actividad
En esta provincia, el departamento de Fomento Productivo de la Prefectura impulsa desde hace cinco años este trabajo. Ha capacitado a los comuneros para extraer la miel de una manera técnica, además les ha dotado de equipos necesarios para sus labores.
En las 17 comunas existen panales de los que se obtiene la miel natural de las abejas y sus apicultores están unidos al plan denominado ‘Miel de Esperanza’, en el que el trabajo se ha multiplicado.
La Población destaca sus beneficios
Los peninsulares dicen que la miel tiene múltiples propiedades. Emilio Reyes, de la zona de Colonche, recuerda que sus abuelos la utilizaban para cicatrizar heridas. “Cuando en el campo alguien sufría un corte, se limpiaba con agua tibia y después se le ponía esta sustancia; en pocos días estaba sano”, comenta.
Francisco Tomalá, morador de La Libertad, la utiliza para endulzar las bebidas, relajarse y dormir. “Sufría de insomnio -cuenta-, visité algunos médicos y no podía curarme hasta que una tía que vive en Julio Moreno me recomendó que le ponga miel a las bebidas y superé el problema”.