El Corpus Christi se disfrutará, pero en casa
Una de las mayores fiestas religiosas se celebra desde el confinamiento por la pandemia. Se aprovecha la vía online
La de la fiesta del Corpus Christi en Cuenca, es una de las tradiciones culturales y religiosas más grandes del país. Este año solo se la podrá disfrutar desde los hogares, vía online.
Este año no habrá la tradicional feria de dulces, tampoco juegos pirotécnicos, bandas musicales de pueblo, ni las procesiones con el Santísimo Sacramento, debido a la emergencia sanitaria. La reunión congrega a muchas personas y eso está prohibido por ahora, explicaron las autoridades religiosas.
Me siento nostálgico de no poder recorrer el centro y disfrutar de los dulces y juegos pirotécnicos.
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Leer másA pesar del impedimento, Diego Campoverde se afanaba en dejar listos los confites, caramelos y dulces que espera vender durante la fiesta religiosa del Septenario, la que comienza el 11 de junio y dura siete días. “De esto vivo”, dijo el emprendedor, con la esperanza de que este año no falten en los hogares los manjares que él prepara, para endulzar la vida de los morlacos.
No está permitida la presencia masiva de feligreses, quienes normalmente se apostaban durante las noches en el parque central Abdón Calderón. Sin embargo, los cuencanos no dejarán la tradición de la adoración del cuerpo y la sangre de Cristo en el Santísimo Sacramento, aunque será en casa y en oración, dijo Campoverde.
Consumir esas golosinas ha sido una costumbre arraigada en los cuencanos por muchos años. Ahora podrán llegar a los hogares solamente bajo pedido, manifestó Rosa Méndez, quien durante quince años ha participado de la feria de dulces en el parque central. Este año será la excepción.
Campoverde y Méndez coinciden en que este año se las ingeniarán para que no falten en los hogares sus especialidades: cocadas, manjares, dulce de leche, quesitos, suspiros, frutas confitadas, roscas confitadas, arepas, pan de viento, entre otras delicias.
Los castillos, cohetes y globos estarán también ausentes en la fiesta de siete días, que según el sacerdote Darío Espinoza, de 89 años, es el culto al Santísimo Sacramento, una de las tres celebraciones más importantes en el calendario religioso (las otras dos son Jueves Santo y el Jueves de la Ascensión de Jesús a los cielos). Se la conoce también como el Septenario o Corpus Christi.
El arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez, explicó que durante el Septenario está permitido el acceso a la Catedral de la Inmaculada Concepción, únicamente para la oración individual y confesiones, en un horario restringido de 10:00 a 14:00 y bajo estrictas medidas de bioseguridad.
Las misas se oficiarán a través de redes sociales, pero no será posible la venta de dulces que hasta el año pasado se acostumbraba. “Para ello habrá que ser pacientes y esperar”, dijo Pérez.
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Octavio Sarmiento (fallecido), relator de las tradiciones morlacas, en su obra ‘Cuenca y yo’ reseña que en los años 1910 y 1920 “el mayor placer de los enamorados en las noches del Corpus Christi era mandar una bandeja de dulces a los padres de la ‘dulcinea’ de sus sueños y presenciar a escondidas cómo la familia saboreaba esos manjares. Eso hacía presumir al galanteador que era bienvenido en la familia de ella”. Felipe Manosalvas, director del Área Histórica y Patrimonial del Municipio de Cuenca, explicó que no se dará ninguna autorización para la venta callejera de dulces, en vista de que están prohibidos los eventos de concentración masiva de personas, como una medida para prevenir la propagación de la COVID-19.