Crean boticas de remedios caseros en barrios populares
El proyecto incentiva el uso de la medicina natural en medio de la pandemia. Genera solidaridad en zonas de la periferia de Guayaquil
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Leer másLa crisis sanitaria por el coronavirus ha llevado recuperar algunas prácticas ya en desuso. A falta de un medicamento o vacuna definitiva para enfrentar la pandemia, hay personas que han retomado el consumo de remedios naturales. Recurren a las plantas curativas como una opción. También en Ecuador.
El Movimiento Nacional Campesino (Fecaol), ante la carestía de la medicina tradicional por la creciente demanda, promueve un sistema de tiendas barriales denominadas ‘boticas campesinas’ en Guayaquil. Un ejemplo de lo mencionado se da en Monte Sinaí, al norte del Puerto Principal.
Medicina Natural
En el extenso sector marginal al noroeste de la urbe, específicamente en la cooperativa Voluntad de Dios, Amelia Montes coloca fuera de su casa una mesa grande en su vivienda y ofrece sábila, jengibre, hierbaluisa, manzanilla, miel de abeja, limón, ajo, cebolla paiteña y otros productos naturales. Así como el emprendimiento de Montes, se están abriendo otras ‘boticas campesinas’ en distintos puntos de la ciudad.
Según Wilson Tenorio, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, antes no había medicamentos de laboratorio con fórmulas sofisticadas como ahora. “Además recordemos que los fármacos son realizados en base a plantas medicinales, no se puede negar, por ejemplo, que la sábila contiene factores terapéuticos, o que el anís es bueno para los gases; la manzanilla y la hierbaluisa también tienen cualidades curativas. Todo esto es por lo tanto beneficioso”, piensa.
Presidente del Colegio de Médicos del Guayas
¿De dónde nació la idea? El momento que se vive con gran cantidad de contagiados en sectores populosos, sumado a la pobreza generalizada y agravada por la crisis, motivó la iniciativa de Fecaol. Pese a la falta de evidencias comprobadas, defienden que hay pacientes que alivian en algo los síntomas que provoca el COVID-19 con infusiones y vaporizaciones de algunas plantas. Decidieron entonces aprovechar la coyuntura para organizar este sistema de microempresas populares. Así lo manifiesta Richard Intriago, quien preside el movimiento campesino, que nació hace 20 años y agrupa a 300 organizaciones rurales.
¿Cómo funciona? Se coloca un letrero con el nombre de Botica Campesina, en el frente de la casa del morador emprendedor dispuesto a vender las plantas medicinales, traídas directamente del campo a los barrios, a precios bajos. Se pretende un fin social más que económico, por lo que se obsequian los productos a las familias que no pueden comprarlas.
“No hay nada como lo natural, ahora que los remedios han escaseado he recurrido a usar infusiones de plantas medicinales. En mi familia somos seis integrantes, a todos les doy de tomar limón o naranja con canela, jengibre y miel de abeja, esto los ayuda a despejar las vías respiratorias”, dijo Beatriz Baquerizo, moradora de Monte Sinaí.
“A través de las brigadas médicas de la organización se ubican banderas o trapos rojos en los hogares donde haya adultos mayores o enfermos muy pobres, para donarles las plantas medicinales sin que tengan que salir de casa”, comentó Intriago a EXPRESO.
Según Tenorio, las cosas tienen que ser reguladas. Si se pone una farmacia, por ejemplo, se necesita cumplir con todos los reglamentos y normativas pertinentes para este tipo de establecimientos” agregó.
Según Carlos Macías, especialista en Medicina Natural, existen muchas plantas como la melisa o el toronjil que alivian los problemas gastrointestinales; la menta se usa comúnmente en el país para los cólicos, náuseas, mareos y dolores de cabeza. Además, combate las afecciones respiratorias, resfriados y bronquistis, porque es antiséptica, descongestionante y licua la mucosa respiratoria. “Se pueden cultivar las plantas en el patio o en macetas. No producen efectos secundarios ni tienen contraindicaciones”, añadió el conocido especialista
En Monte Sinaí se inició el proyecto con la primera botica. Están pendientes otros sectores como Balerio Estacio, Isla Trinitaria, Bastión Popular, Mapasingue y Batallón del Suburbio. E incluso aspiran a extenderse en más ciudades como Manta, Portoviejo y Quito.