Cuenca vive los sabores y la fe del Corpus Christi
Durante siete días y ocho noches la capital de la provincia del Azuay celebra una de sus mayores fiestas religiosas
Ricos, deliciosos y frescos son los alfeñiques, alfajores, arepas, babacos, bizcochuelos, cocadas, huevos de faltriquera, quesadillas, quesitos, roscas, suspiros, turrones y más, considerados los dulces más dulces de Corpus. Significa el ‘Cuerpo de Cristo’, y que asoman durante las fiestas religiosas del ‘Septenario’, siete días y ochos noches que en Cuenca se conmemora cada año.
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Es una celebración popular nacida en la época de la colonia, ‘Cuerpo y Sangre de Cristo’, se rememora como una eucaristía para adorar la presencia de Jesús. Es una festividad de la religión católica, contemplada en el calendario litúrgico, señala el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez.
Cristian Zamora, alcalde de Cuenca, junto a su equipo del departamento de Cultura, ha iniciado la recopilación de la documentación sobre la historia y esencia de la fiesta, para presentar a la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco), con la posibilidad de declarar al evento “Patrimonio Mundial Religioso Inmaterial”.
- Religioso. El Corpus Christi es una de las tres celebraciones más importantes en el calendario religioso de los cuencanos.
La documentación se basará en la tradición que mantiene el evento desde la época de la colonia y sumado a la interioridad religiosa que se conserva como la cultura misma de los cuencanos.
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Leer másEs conocida como la ‘Fiesta más dulce del Mundo’, y en la capital azuaya es una tradicional de algabaría y de encuentro de familias, de amigos, vecinos y conocidos en los alrededores del parque central Abdón Calderón y junto a la catedral de la Inmaculada Concepción y Catedral Vieja.
Inició el jueves 8 de junio de 2023 y culminará el jueves 15, en medio de espiritualidad, fe, juegos pirotécnicos artesanales y la imperdible música entonada por las bandas de pueblo, degustando una variedad de ricos dulces elaborados por unos 110 artesanos que colocarán sus puestos de venta en la calle Mariscal Sucre, colindante a la Catedral de la Inmaculada Concepción. Las calles son peatonalizadas para el festejo que todos los días inicia a las 18:00 y concluye a las 23:00
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En la venta de los dulces, hechos a mano y con la maestría que sembraron las abuelas para dejar de herencia tradicional, están unos 138 oferentes, para satisfacer el paladar de entre unas 25 mil a 30 mil personas que pasearán por el Centro Histórico de Cuenca.
Esta festividad expresa lo religioso, lo social, lo político y lo cultural en la celebración erigida al cuerpo y la sangre de Cristo. Se considera una fiesta impuesta por la Iglesia católica, destinada a celebrar la eucaristía, reseña el escritor cuencano Oswaldo Encalada, en su libro ‘La fiesta popular en Ecuador’.
“Todo se refiere a la religión española, como por ejemplo los quesitos son hechos con manjar en medio de hostias, los suspiros se les conocía como ‘suspiros de monja’”, señala Nydya Vázquez, investigadora del origen del Corpus Christi.
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Antiguamente “los dulces y las cosas ricas se hacían en los conventos. “Muchas recetas vinieron de España, aquí en Cuenca la gente es muy emprendedora y no se quedaron ahí, empezaron a mezclar las recetas y poner ingredientes que hay en Cuenca, aquí se produce el mestizaje de la comida que es lo que le hace única”, añade Vázquez tras señalar que el Corpus Christi en Cuenca es una fiesta religiosa que perdura y se mantiene como tradición espiritual morlaca.