Gilda Holst, una vida dedicada a la literatura

La noticia se difundió la noche del martes 22 de octubre: Gilda Holst había fallecido.

Pronto, escritores, artistas y un extenso grupo de sus exalumnos de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, se tomaron las redes sociales para recordar a la autora y docente que marcó sus vidas.

“Guardo con mucho cariño los syllabus de Gilda de Literatura Hispanoamericana, también los trabajos que me corregía”, contó la escritora María Paulina Briones. “Me alegra poder recordar nítidamente la voz de Gilda, sus ocurrencias, su casa con sus libros...”, dijo.

“Gilda Holst, voz de posta de un grupo de mujeres que en 1989 cambió para siempre la literatura ecuatoriana...Quedan sus palabras llenas de humor y de juegos experimentales valientes. La celebramos siempre”, señaló la escritora Solange Rodríguez.

“Dar con ella es una de las obras más maravillosas que se escribieron en este país y Gilda Holst debe ser reconocida como una de nuestras mejores escritoras”, acotó el autor y periodista Eduardo Varas.

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Y es que, además de influir en las lecturas y en el aprendizaje de sus estudiantes, entre los cuáles hay potentes voces de la narrativa contemporánea, Holst dejó tras de sí un amplio legado de cuentos y una emblemática novela ‘Dar con ella’, que hoy son reconocidos como fundamentales para la evolución de la narrativa local.

“La literatura desde siempre y con adelanto, poderosa y maravillosamente, ha tematizado y visibilizado lo marginal, lo sordo o inaudible, lo popular, lo otro, lo reprimido o silenciado”, mencionó la autora en Vindictas, un proyecto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que buscaba hacer visible la obra de autoras del siglo pasado, que no tuvieron difusión.

A lo largo de su extensa carrera la autora publicó tres libros de relatos y sus textos aparecieron en numerosas antologías dentro y fuera del país.

“Lejos de ser un referente olvidado, Holst es frecuentemente reconocida como una representante importante de la prosa ecuatoriana contemporánea; no por nada, se trata de una de las cuentistas más antologadas del país”, indicó Roberto Ponce Cordero en la revista Sycorax.

En 2021, la editorial Cadáver Exquisito publicó ‘Gilda Holst, obra completa’, libro que reúne veinte años de carrera, recopilado los relatos de sus tres libros, su novela, y varias piezas de dramaturgia, ensayo y de comunicación académica.

Durante el lanzamiento, que se hizo de manera virtual, la autora dijo sentirse emocionada con la publicación.

“No lo puedo creer. Estoy emocionada de que haya habido esas ganas de leerme otra vez. Estoy agradecida”, señaló.

Sus textos, donde prima el humor y la ironía son también, como explica Ponce, un primer acercamiento hacia la experimentación lingüístico-literaria marcada por la metaliteratura, y hacia la narrativa que se cuenta desde el cuerpo.

“Su literatura...incluye una marcada tendencia hacia la intertextualidad como una aproximación juguetona, llena de juegos de palabras y figuras retóricas, al lenguaje como tal...”, añade. y agrega que entre los temas que aborda está a corporalidad y los modos de entender la vida de la clase media y alta del Guayaquil de las últimas décadas del siglo veinte.

Con criticas y recomendaciones tan detalladas, no queda más que decir que el mejor tributo póstumo a una autora tan significativa es, sin duda, leerla.

Una autora y su historia

Gilda Holst nació en 1952. Fue licenciada en literatura por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. En 1985 ingresó a los talleres literarios del escritor Miguel Donoso Pareja. Entre sus obras están los libros ‘Más sin nombre que nunca’, ‘Bumerán’ y ‘Dar con ella’.

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