Indígenas crean huertos orgánicos en los hogares
Un proyecto incentiva la producción de alimentos de la Sierra y Oriente. Esta técnica es parte de las alternativas en tiempos de crisis
Andrea Chango es una ambateña residente en un conjunto habitacional de su ciudad, capital de la provincia de Tungurahua. Siempre se opuso a encementar el pequeño espacio que tiene en su casa como patio.
Las mascarillas ya llegaron al mar
Leer másDesde niña vivió en el campo, donde sus familiares aprovechaban la fertilidad de la Pachamama para cultivar productos. Continuando con la tradición decidió sembrar espinaca, tomate, pimiento, brócoli, lechuga, fréjol y papa en su terreno. Además, en macetas elaboradas con botellas recicladas y ollas que no utiliza sembró plantas medicinales como menta, hojas de aire y llantén.
Menciona que intenta que su cultivo sea 100 % orgánico, tal como lo hacían sus ancestros. Todos los desperdicios comestibles en vez de echarlos a la basura los acumula en su huerto para elaborar insecticidas y herbicidas a base de cebolla, ajo y ruda.
La agricultura orgánica y los huertos en los hogares son parte de las alternativas para la seguridad alimentaria, más aún en tiempos de emergencia como los que se viven actualmente en el mundo.
Édison Chango, directivo de la Unión de Productores Agroecológicos de Tungurahua, mencionó que desde la organización han luchado para que los jóvenes tengan amor por la tierra y la cultiven. La agrupación tiene 14 años de creada y cuenta con 300 socios, de los cuales 120 se congregaban hasta antes del aislamiento, en la Plaza Pachano, en Ambato.
Ellos promueven los huertos usando técnicas ancestrales para mantener una comunión con la Madre Tierra. Para fomentar el amor a sembrar en cada espacio de tierra disponible, impulsan la Escuela Agroecológica. El principal requisito es mantener la agricultura limpia, es decir libre de químicos.
Debemos regresar a los orígenes, dar más atención al campo, sembrar nuestra propia comida
Edison Chango,
dirigente indígena kichwa.
“Un huerto urbano es una buena forma de cultivar hortalizas en la ciudad, incluso ayuda a economizar gastos en el seno familiar”, sostuvo Liber Macías, director de Desarrollo Social del Municipio de Aguarico, en la Amazonía.
De acuerdo a la historia, los huertos urbanos se comenzaron a popularizar durante la segunda guerra mundial en Estados Unidos, para producir el 40 % de los alimentos. La cultura de los huertos urbanos se ha extendido a lo largo de los años en varios países del mundo por necesidad.
Ante la emergencia sanitaria que vive el planeta, en la Municipalidad de Aguarico, a través de la Unidad de Desarrollo Sostenible, se impulsa el proyecto implementación de ‘Huertos Urbanos’. La propuesta se da en Tiputini y en Nuevo Rocafuerte.
En una primera etapa se construyeron viveros de cultivos de ciclo corto. Una vez listas las semillas se las entregan a cada familia para que las siembren en sus hogares con acompañamiento técnico y la ayuda necesaria.
Mejorar la nutrición en las familias.- El proyecto en el cantón Aguarico consiste en sembrar tomate, pimiento, cilantro, pepino, y frutas como sandía y melón. “El objetivo del proyecto es mejorar la nutrición y que los productos alimenticios sean cultivados por las mismas familias de una manera sana”, aseguró Juan Carlos Orellana, alcalde del cantón. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en una conferencia sobre Comercio y Desarrollo, se dejó claro que el camino para avanzar hacia la erradicación del hambre en el mundo es pasar de una agricultura industrial a un modelo basado en el desarrollo rural y en el protagonismo de la agricultura ecológica y local. Se fomenta cultivar orgánicamente para mantener la economía del hogar y ayudar a una nutrición sana en el hogar.