Kristel Ralston: "La novela romántica es tan literaria como cualquier otro género"
La escritora guayaquileña habló con EXPRESO sobre su última novela, las publicaciones digitales y el estilo que le ha generado cientos de lectores.
“Cuando me fui a hacer la maestría a Barcelona me enamoré del género romántico, sobre todo de los romances históricos. Cuando regresé a Guayaquil, no encontré nada similar, entonces empecé a escribir mis propias historias. Nunca imaginé la acogida que tendrían”, recuerda risueña Kristel Ralston.
Era 2013, y la guayaquileña, quien entonces laboraba en un bufete de abogados, decidió probar suerte en Wattpad, una plataforma digital de contenido gratuito. Escribir esa primera obra le tomó seis meses. Siete años después, cuenta con veinticinco novelas publicadas y un índice creciente de lectores a nivel mundial.
Su obra más reciente, 'La última princesa del desierto' se lanzó a fines de 2019.
En 2014 presentaste 'Bajo tus condiciones' con el sello Planeta. Poco después publicaste con Harper Collins Ibérica. ¿Por qué volver a la autopublicación?
Si bien trabajar con editoriales es fantástico, porque te permiten dedicarte únicamente a escribir, autopublicar, al menos para mi, ha venido con muchos beneficios. Me gusta estar a cargo del proceso, y aunque representa muchísimo trabajo, lanzar mis propias novelas me permite demorarme el tiempo que quiera, darle los giros que quiero, la extensión que quiera, publicarlos en todas las plataformas que crea necesarias, bajar los precios. Ambas han sido experiencias enriquecedoras, y no me niego a continuar trabajando con casa editoriales. Creo que ambas opciones tienen mucho valor.
Sacas un promedio de tres libros al año. ¿Cómo es tu proceso de escritura?
Cuando recién empecé era muy lenta, me tomó tiempo comprender la estructura de la novela romántica. Al principio cometía varios errores, como en cualquier oficio que uno recién aprende. Ahora soy mucho más organizada, que es clave para mi trabajo. Soy más rápida, aunque mi trabajo de edición es arduo y juego mucho con los párrafos, con los giros y con los personajes. La investigación también es clave. Cuando escribo, investigo la ciudad que me servirá de escenario, su historia, su cultura. Siempre busco que mis personajes sean verosímiles, y que la forma en que actúan responda, culturalmente, al sitio del que vienen.
La mayoría de tus novelas están situadas en Europa o en Estados Unidos, ¿por qué no optar por algo más local?
(Ríe) Porque el césped es más verde del otro lado de la cerca. No puedo soñar con lo que ya tengo, quiero soñar con lo que no. Es un tema aspiracional, y en ese aspecto se basa mucho la literatura romántica. Pero además de eso, elijo sitios que me gustan a mi, y que de paso son un punto de referencia para lectores de muchos países. Un lector extranjero probablemente no tenga idea de dónde queda Yaguachi, entonces no voy a escenificar la novela ahí, pero si lo hago en Seattle o en Nueva York, tendrán una idea más clara del lugar y de sus referentes. Es más fácil identificarte con el personaje si conoces de dónde proviene.
Hay quienes dicen que los personajes femeninos de la novela romántica no son mujeres que representan el ideal de la época. ¿Qué opinas de eso?
Qué están muy equivocados. Yo no puedo hablar por otras autoras, pero te puedo puedo decir lo siguiente. Yo no escribo nunca personajes que no podría respetar en la vida real. Mis heroínas siempre son independientes, inteligentes, que saben lo que quieren, que tienen fallas, son humanas. Cuando se sienten débiles, o abrumadas por lo que les sucede, se encuentran con situaciones que las fortalecen, no esperan a que nadie las salve. Y es lo mismo con mis protagonistas masculinos. No creo héroes patanes, toscos o machistas.
Hablando de la contraparte masculina de tus novelas, ¿hay alguno de tus protagonistas al que no hayas podido olvidar?
¡Sí! Xander Zhurov, de 'El precio del pasado'. Creo que es un hombre muy aterrizado en la realidad, más que otros de mis protagonistas. No es multimillonario, es un tipo normal. Un arquitecto, con un negocio al que le va bien, y su manera de aproximarse a la heroína es muy sutil. Ojo, que yo escribo novela romántica, pero no cursi. No me gusta la cursilería y tampoco la escribo.
Pese a ello, a diferencia de otras autores del género romántico no escribes sagas. ¿Porqué?
Me aburro con facilidad. No me creo capaz de continuar con la historia de un único personaje. Siempre estoy creando nuevas situaciones, apuntando ideas para un próximo libro. Quizás suceda en algún momento, pero no está en mis planes.
Tienes un gran número de lectores a nivel internacional, sin embargo en el ámbito local, tus libros no tienen tanta salida. ¿Hay trabas?
Honestamente no sabría decirte que tanta presencia tienen mis novelas en Ecuador. La mayoría de mis libros están en plataformas como Barnes and Nobles o Amazon, que te permiten medir la lectoría por región, pero no por país, pero me tiene sin cuidado. Yo lo que quiero es que los lectores disfruten mis libros, que los hagan soñar, independientemente de dónde estén.
¿Existen prejuicios con respecto a la literatura romántica?
¡Uf, eso sí! Es mi percepción personal, pero, al menos en Ecuador, existe un complejo del intelectual, entonces todos quieren leer a Voltaire o a Saramago, y consideran que quienes no lo hacen, son tontos. Creo que el placer de la lectura no debe limitarse a las concepciones de quién es más inteligente en base a lo que lee. Me parece bastante ridículo y limitante. Cuando se acepte que la novela romántica es tan literatura, como cualquier otro género, viviremos en un mundo más feliz. La diversidad es buena y enriquece el mercado.
Aun continúas publicado ciertas obras a través de plataformas digitales. ¿A qué se debe?
Es un formato con el que me siento muy cómoda, y ¿porqué no hacerlo? Justo ahora estoy subiendo un borrador de mi próxima novela 'El placer del engaño', por Inkspired. Esta es una plataforma fantástica y gratuita, creada por emprendedor ecuatoriano. Ahí está saliendo una versión abreviada, por así decirlo. El libro como tal saldrá a la venta el próximo 9 de mayo.