Un libro objeto para leer y aprender

“Queremos reivindicar la posibilidad de sentir y atravesar nuestras emociones de una manera amable y ligera, incluso cuando estas nos resultan difíciles y desafiantes”, afirmó Daniela Dávila, coautora de ‘Instrucciones para leer el mundo’, primera obra infantil del sello Uartes Ediciones.

La propuesta tras este libro objeto, dirigido a lectores de 9 años en adelante, surgió durante el confinamiento. Como una forma de luchar contra el suplicio del encierro, Dávila empezó a publicar ‘instrucciones’ para sobrevivir a lo incierto en su cuenta de Instagram. Ahí se conectó con la ilustradora cuencana Carmen Lu Páez, quien se sumó a esta iniciativa.

“Nunca nos planteamos esto como una propuesta editorial. Simplemente era algo con lo que nos identificábamos. Todos los martes subíamos a nuestros instagrams personales estas ‘instrucciones’. Empezó a resonar entre la gente que nos leía, y ellos nos pedían que las convirtiéramos en un libro”, comentó.

El proyecto se hizo realidad cuando obtuvieron un fondo del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI), lo que les permitió llevar sus instrucciones de las redes a la realidad.

Sin embargo, el primer reto surgió cuando debieron pensar en qué formato publicarían la obra. “Al inicio fue súper complejo, porque teníamos muchísima información, y el libro parecía tener mucho texto y poca relación entre sí. No teníamos muy claro qué hacer, hasta que Alejandra Zambrano, directora de la Escuela de Literatura, nos pasó dos referencias de libros objeto para niños que tenían varios contenidos”, señaló.

Fue así que, sin abandonar la relación entre texto e imagen, la autora y la ilustradora optaron por transformar sus textos en una caja con diez instrucciones, separadas en folletos.

De todo el material que habían realizado en sus redes, tuvieron que hacer una selección. Esta, explicó Dávila, se llevó a cabo en función de tres universos, los cuales hablaban sobre la búsqueda de la identidad, sobre la relación con el otro y sobre la relación con el entorno.

Estas contienen instrucciones para encontrar la escucha, para salir de la tristeza, para despedirse, para subir montañas, para migrar, para notar los pequeños detalles, para abrazar y otros más controversiales, como instrucciones para hacer amigas.

“Nos cuestionamos mucho el tema de género, pero finalmente llegamos a la conclusión de que sí hay diferencias en las relaciones entre mujeres, y aprovechamos esas instrucciones para hablar desde el cuidado y la empatía”, afirmó.

Estas se pueden leer en desorden, de acorde a los intereses del lector. Cuenta, además, con un décimo set en blanco que permite a los pequeños lectores crear sus propias instrucciones, basado en lo que ha encontrado en las breves lecturas y su propia relación con lo leído.

La ilustración es una parte esencial de este libro objeto, pues las instrucciones son dictadas por varios animales, que le dan un toque emotivo, e incluye sets de stickers.

“La idea es estimular el pensamiento abstracto y resaltar la importancia de desarrollar e indagar en la conciencia emocional”, estableció la autora.

‘Instrucciones para leer el mundo’ se presentó en Quito y Cuenca y próximamente se hará en el Puerto Principal, en la Universidad de las Artes, donde la obra se lanzará dentro de la colección Infancias de la editorial universitaria.

“Lo más lindo ha sido ver la reacción de los niños. Nos gustaría que llegue a muchos sitios”, indicó Dávila.